Clasificadores de residuos forman una Federación Nacional de Cooperativas

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Nueve grupos de clasificadores formaron en setiembre una Federación Nacional de Cooperativas de Clasificadores, que definieron como libre, abierta y horizontal.

Entrevista emitida el viernes 26/09/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

De esta forma se pretende fomentar la formación de cooperativas, el intercambio de experiencias, y el apoyo entre las cooperativas ya existentes. Producción Nacional dialogó con algunos cooperativistas sobre su realidad y las perspectivas de esta unión.

 

Alejandro Landoni – El pasado 19 de setiembre un grupo de nueve colectivos de clasificadores de residuos de cinco departamentos del país, conformaron una Federación “libre, abierta y horizontal”. Estos trabajadores están buscando que otros clasificadores se organicen y que también que se los vea como agentes medioambientales, que ustedes saben que son fundamentales a la hora de generar las llamadas industrias del reciclaje.

Esta noticia es importante para la producción nacional ya que esto constituye, a nuestro criterio, un paso importante en un proceso de organización que hasta hace poco tiempo era realmente impensable y que está viviendo este sector particular de nuestra sociedad. Como ustedes saben el programa “Uruguay Clasifica” del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), sostiene que hay 20.000 uruguayos que obtienen ingresos de la recolección de residuos, y es un sector que, —según dice el Ministerio—, vive en las peores condiciones de exclusión social.

Para hablar de ese proceso tengo varios invitados. Propongo empezar con el Sr. Ponce de León de la Cooperativa “Juan Cacharpa”, una Cooperativa que era vista por el mismo Ministerio como un símbolo de la organización que estaban tratando de hacer.

Miguel Ponce de León — En la Cooperativa somos 14. En un principio fue muy duro. No conocía a nadie con una Cooperativa, era la primer Cooperativa que se hacía en el Uruguay hecha de clasificadores.

A.L. — ¿En qué año empezaron?

M.P.d.L. — En mayo de 2005.

A.L. — Hace poquito. Fueron un poco los abanderados de todo esto.

M.P.d.L. — Sí. A raíz de esto ahora se empezaron a formar más Cooperativas de Clasificadores y estamos dando charlas en el Interior sobre cómo se forma una Cooperativa. Ahora estamos trabajando bien; al principio fue muy duro pero ahora vivimos de la Cooperativa y estamos pasando un momento bueno.

A.L. — Recuerdo cuando fuimos con TV CIUDAD a hacer el programa “Producción Nacional”, fuimos a una Cooperativa de Viviendas en la Cruz de Carrasco donde están ustedes, y donde ustedes formaron un “Circuito Limpio”. Allí los vecinos los esperan un día a la semana con los residuos ya preclasificados.

M.P.d.L. — Sí.

A.L. — O sea que lo siguen trabajando.

M.P.d.L. — Aparte ahora tenemos otro liceo más que levantamos también de noche. Ya son tres liceos y tenemos la Johnson y Johnson.

A.L. — Paola Correa está en “Independencia de la Mujer”, que es una Cooperativa de los Clasificadores que está al lado de “La Cacharpa” y que tiene la particularidad de que todas son mujeres.

Paola Correa — Sí.

A.L. — ¿Cómo fue esa experiencia?

P.C. — Nosotras queríamos hacer algo aunque no sabíamos qué, y decidimos a juntarnos con los compañeros de trabajo y le preguntamos a un integrante de “Juan Cacharpa”, Eduardo, si no sería una competencia para ellos que nosotras hiciéramos clasificación, y al decirnos que no empezamos a juntar y desde el 2006 que estamos trabajando en la Cooperativa.

A.L. — ¿Cuántas mujeres hay en la Cooperativa?

P.C. — Actualmente somos cinco, y también hacemos “Circuito Limpio” en una Cooperativa de Vivienda a la que vamos dos veces por semana y también tenemos otros trabajos puntuales. No podemos decir como La Cacharpa que vivimos de eso porque todavía no lo hemos logrado, pero….

A.L. — Pero se están organizando de a poco. ¿Es un ambiente muy machista el de los clasificadores?

P.C. — No, no sé.

A.L. — ¿Tienen problemas ustedes por ser mujeres?

P.C. — No, con los clasificadores no tenemos problemas. Pero sí a la hora de vender siempre te quieren “pasar”; darte menos precio por ser mujeres. Son cosas que a los hombres no les pasan.

A.L. — ¿A la hora de vender lo que recolectaron?

P.C. — Sí.

A.L. — Es difícil esa situación. Si hay algún marido de ustedes, o alguna otra persona que quisiera integrarse a la Cooperativa, ¿podría integrarse aunque fuera hombre?

P.C. — No, por ahora no. Si quiere tiene que vestirse de nena…

A.L. — O sea, que uno de los fundamentos es que sean mujeres.

P.C. — Claro, porque para que pudieran trabajar los hombres, tendríamos que cambiar el nombre de la Cooperativa y no queremos.

A.L. — Eulogio Mora pertenece a la Cooperativa de “La Usina 5”.

Eulogio Mora — Sí, Cofeca. Hace un año y medio aproximadamente se formó como Cooperativa. Fue una ardua lucha porque nosotros como clasificadores individuales desde el 2002 que estábamos trabajando, y fue difícil formarla porque en sí el clasificador que trabaja en forma individual siempre desconfía: “Yo trabajo más que vos, así que vos no podés trabajar…” Esos fueron los problemas que tuvimos justamente para poder formarla, por el hecho de trabajar siempre en forma individual y considerar que uno hacía más que el otro. Fue difícil, pero ahora hace un año y medio que estamos como Cooperativa y está saliendo. Cambiamos el sistema de trabajo, porque trabajamos todos en conjunto. Somos 98, pero los que están asiduamente son 70.

A.L. — Son un montón.

E.M. — Son una cantidad y fue difícil, por eso fue que se demoró en formalizarse como Cooperativa.

A.L. — ¿Es difícil por qué?

E.M. — Porque el clasificador vive diariamente y con el sistema de Cooperativa se vende por semana. El clasificador que trabaja individual trabaja para diario; trabaja y vende el mismo día. Fue difícil formalizarse como Cooperativa por el hecho de que el clasificador no puede estar sin plata un día sólo. Fue difícil por el hecho de que hay que esperar una semana para cobrar; porque se paga por semana. Se acopia toda la semana y los sábados se vende, por eso fue difícil, porque el clasificador está acostumbrado a tener plata todos los días.

A.L. — ¿En el caso de las otras Cooperativas también es por semana o es por día?

P.C. — En el caso de “Independencia de la Mujer” es por mes.

A.L. — O sea, que peor todavía.

P.C. — Nosotras el mes pasado estuvimos dos meses sin vender, y cuando vendimos agarramos $ 400.

A.L. — ¿Y eso por qué es?, porque son pocas y no consiguen lugares para obtener…

P.C. — Porque en realidad, no tenemos muchos lugares para ir a trabajar y tenemos una camioneta que está bastante jodida, entonces también nos deja trancadas con el poco trabajo que tenemos. Entonces no podés cumplir y eso te tranca.

A.L. — ¿Y en “La Cacharpa” cómo hacen?

M.P.d.L. — Cada 15 días.

A.L. — Cada 15 días, digamos que han ido extendiendo el plazo.

E.M. — Seguro, al principio se vendía una vez por semana. Ahora se está vendiendo una vez cada 15 días para poder completar bien los viajes de cada uno.

A.L. — Con nosotros también está el Sr. Jorge Meoni, que es misionero laico, fue testigo del proceso de la federación y es asesor del Mides. ¿Usted está justamente en la zona de Cruz de Carrasco?

Jorge Meoni — Así es, desde 2004, fecha en que volví al país estoy viviendo en la Cruz de Carrasco, en un asentamiento mejorado en la zona.

A.L. — ¿Cómo ve todo este proceso? J. M. — Este proceso el de “Juan Cacharpa” y de “Independencia de la Mujer” son los que he acompañado desde el principio.

A.L. — ¿Ustedes están bien cerca?

J.M. — En todas las reuniones al inicio, y ahora estamos haciendo reuniones quincenales con cada Cooperativa, y lo que apoyamos es en la organización. El proceso de las Cooperativas en general, o de los colectivos o de las formas asociativas de clasificadores, como decía Mora, es difícil porque el clasificador está acostumbrado a hacer “la diaria”. Es algo individualista. En el caso de “La Cacharpa” aprendió de las experiencias de Brasil, —cuando estuvieron algunos de los integrantes en Brasil junto con otros compañeros de UCRUS visitando las Cooperativas de allá, trajeron la idea, y con “Independencia” fueron viendo que había posibilidad de ser Cooperativa y que funcionaba bien, a pesar de que la clasificación la venían haciendo desde chicas con sus familias.

A.L. — Ese es otro de los temas, el trabajo infantil que es algo que uno ve mucho en la calle. ¿Cómo es en el caso de ustedes? En “La Cacharpa” sé que no se puede, que está prohibido, los niños no pueden ir a trabajar.

M.P.d.L. — No, ahí no. Lo que pasa es que yo por ejemplo hace 36 años que soy clasificador; tengo 46, desde chico que estoy en esto. No pude estudiar y no quiero que los chiquilines vayan a trabajar ahí. Quiero que vayan a estudiar. Tratamos que menores “no”.

A.L. — ¿O sea que usted empezó a los 10 años?

M.P.d.L. — A los 10 años.

A.L. — Y ustedes que son mujeres ¿cómo hacen con los chiquilines?

P.C. — A nosotros se nos complica pila pero tratamos de no llevarlos a trabajar afuera, ni en el galpón de acopio. Tenemos que hacer lo posible para que los niños no estén ahí. En mi caso, mi nene sale de la Escuela y va para la Fundación “Don Pedro”, donde hace actividades y se queda hasta las 17:30, entonces no está conmigo. Y así cada madre busca la solución para su hijo. No pueden estar en el galpón trabajando.

A.L. — Lo que pasa es que muchas veces uno no tiene con quién dejar a los chiquilines, y bueno, a veces el chiquilín está ahí y ayuda y de repente empieza así. ¿Puede ser o no?

J.M. — Generalmente para el clasificador que lleva los residuos a su casa, toda la familia es quien está conviviendo con los residuos, con la separación, con el acopio de los materiales, con la venta… es una cosa cotidiana. En el caso de los colectivos de clasificadores o los clasificadores que trabajan juntos en otros lugares, como ya están separados del hogar es más fácil que no vayan los menores o los niños a trabajar.

A.L. — En el caso de la Cooperativa de “Felipe Cardozo” ¿cómo es?

E.M. — Los niños no trabajan. Cuando recién iniciamos, en los primeros convenios que hicimos con la Intendencia, ya desde el vamos no podía haber menores. Había gente, madres que tenían botijas chicos que los dejaban en un lugar lejos del lugar de trabajo… Por ejemplo, el caso de una compañera de trabajo que dejaba al botija en una carretilla; pero en el lugar de trabajo nunca se trabajó con menores. Hubo casos que menores a los que les faltaban 3 o 4 meses para llegar a la mayoría de edad, tampoco entraban hasta que no cumplieran la mayoría. Estamos de acuerdo.

A.L. — El pasado 19 de setiembre, estos nueve grupos de cinco departamentos del país, conformaron una Federación de Clasificadores. ¿Que van a hacer en esta Federación?

E.M. — Al principio nos pareció un poco raro, porque si bien sabíamos que habían varias Cooperativas nunca pensamos que nos íbamos a juntar todas y hacer lo que hicimos. Después pasados los minutos nos dimos cuenta de que en realidad es una cosa muy importante para poder intercambiar cosas que pasan en las Cooperativas, en los adelantos que tienen. También podemos pensar más para adelante y decir vamos a juntar todas las cosas y venderlas en boca industrial. Esa es una mejora bastante grande para todas las Cooperativas.

A.L. — Eso sería muy importante para todos. ¿Qué expectativas tienen los demás sobre esta la Federación?

P.C. — Yo expectativas tengo muchas, pero una de las principales para nosotras es la de intercambiar información sobre los clasificadores y apoyarnos entre nosotros mismos. Eso nos va a ayudar a cada Cooperativa.

M.P.d.L. — Creo que es muy importante que los clasificadores se unan en todo el país para aquellos que no tienen Cooperativa y aquellos que no tienen experiencia en estar integrando una Cooperativa, darles información sobre cómo educar a los propios compañeros que no tienen Cooperativa y hacemos un gran conjunto de cooperativistas de todo el Uruguay para educarlos en cómo trabajar en Cooperativa y pedir ayuda en sí a las organizaciones. Hay mucha gente, por ejemplo “Independencia”, que tiene la camioneta rota, y se defiende con eso. Al haber una unión de clasificadores puede generar algo en concreto, arreglar o conseguir algo.

A.L. — El camión de “La Cacharpa” es un milagro ¿no?

M.P.d.L. — Sí.

A.L. — Ese no vive roto, pero “casi”.

M.P.d.L. — Sí, y a pesar de eso cuando la Cooperativa “Independencia de la Mujer” nos solicita el préstamo del camión, lo prestamos para hacer los levantes también. Nos damos una mano.

A.L. — ¿Por qué crearon una Federación? Ustedes tienen un Sindicato, —no sé si todos los que están acá pertenecen a él—, que es UCRUS (la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos), que se hizo conocido por las marchas de los carritos que fueron hasta la Explanada del Municipio. ¿Por qué crear una Federación y no hacer esto mismo dentro del Sindicato, dentro de la Unión?

M.P.d.L. — Porque esto es Cooperativa y los otros son clasificadores, si bien yo voy al Secretariado de UCRUS, pero queremos unir las Cooperativas. Los clasificadores de carrito también nos importan, pero no están como nosotros agrupados, unidos, sino que son todos individuales y eso es mucho trabajo. Si bien las Cooperativas apoyamos todos los problemas que tienen los clasificadores, también queremos tratar que las Cooperativas tanto de Montevideo como del Interior se junten, para que después se vaya sumando cada clasificador que trabaje individual para que vea que esto da resultados.

A.L. — Esta Federación, Meoni, no tiene que ver ni con los Sindicatos ni con la religión, ni con la política…

J. M. — Exactamente, la primera cosa que teníamos que aclarar era que no estábamos formando otro Sindicato, porque los clasificadores como trabajadores ya tienen su herramienta sindical que es UCRUS y se la respeta como tal. No es religioso, ni tiene ningún partido político. Dejar bien en claro eso, para que no hayan malos entendidos… Aquí la idea es que los colectivos de clasificadores, ya sean Cooperativas conjuntas o Cooperativas de hecho, puedan unirse, intercambiar experiencias, capacitarse, juntarse con otras redes que hayan en este ramo similar en otro país. La idea básica es la unión para enfrentar las situaciones que, —como dijo hoy Miguel Angel—, pueden ser: gestión de proyectos, intercambios para mejorar las experiencias como dijo Mora o Paola, es decir que es variable.

A.L. — ¿El tema de la educación por ejemplo? Vi en las estadísticas del Ministerio que las personas que trabajan en la clasificación de residuos muchas veces no terminaron la Escuela. Justamente ustedes en la “Juan Cacharpa” tienen una Escuelita que abrieron para el barrio. ¿La educación es una de las preocupaciones que tienen en la Federación o no?

J.M. — Por ahora en la Federación lo que se hizo fue: juntarnos un día, los clasificadores trabajaron solos por un lado; los apoyos técnicos trabajaron solos por otro lado y al final se sacó un documento donde se decía que se formaba la Federación, la Red de Cooperativas (todavía no está definido bien el nombre) y, como tuvimos dificultades por cuestiones de tiempo por el paro de transporte que hubo ese mismo día, tuvimos que acortar los tiempos y sacamos un documento corto donde dice que resolvimos trabajar juntos y que no es sindical, político partidario, ni religioso, y que dentro de 60 días aproximadamente en el departamento de Florida nos volvemos a reunir. El asunto es que para cualquier tipo de estas reuniones se necesita dinero para transporte, para la alimentación.

A.L. — Y también dejar de trabajar ese día.

J.M. — Exactamente. Eso es mucho sacrificio para mucha gente. No sólo para clasificadores, sino también para gente que pueda financiar parte de eso. Tenemos que conseguir recursos para reunirnos, quizás cada 60 días con un delegado de cada emprendimiento asociativo podamos seguir reuniéndonos. En el próximo iremos a ver más claramente: cuál es el nombre que se le va a poner, —que en definitiva no es lo esencial de esto—; cuáles son los principios y valores que van a regir a esa Red o Federación y cada cuánto nos vamos a encontrar.

A.L. — Una de las cosas que destaco de este proceso del cual ustedes son los protagonistas es el hecho de que como clasificadores estén tomando la palabra; estén tomando un lugar en la sociedad. De hecho, en el sector había una exclusión terrible. No sé cómo lo viven ustedes. ¿Cómo es este cambio? ¿Usted nos decía que trabajaba desde los 10 años como clasificador?, ¿se acuerda cómo era antes y qué diferencias ve a cómo es ahora?

M.P.d.L. — Antes cuando empezamos a hacer una Cooperativa para mí era una maravilla porque nunca había trabajado en grupo, siempre había trabajado en forma individual y trabajaba muchas más horas que ahora (de mañana, de tarde, de noche) y a veces no tenía ni para comer. Hoy por hoy es una maravilla lo que estamos haciendo, estoy orgulloso de la Cooperativa que tenemos. Me gusta que la gente también se organice porque yo después de tantos años de trabajar solo, ahora estoy pasando bien. Y como todos los clasificadores yo he pasado hambre cuando era chico… para mí es una maravilla.

A.L. — ¿Y ustedes cómo lo ven?

P.C. — Creo que ahora por ejemplo la gente no le tiene tanto miedo a los clasificadores como antes. Nosotras ahora hacemos puerta a puerta y nos abren la puerta, la dejan abierta y nos invitan a pasar a levantar los residuos. Antes ibas a tocar una puerta como clasificador y te sacaban corriendo. Está como más reconocido.

A.L. — Ayuda mucho el uniforme… “La Cacharpa” tiene… ¿El trabajo de ustedes es un poco distinto en Felipe Cardozo?

E.M. — En Felipe Cardozo es una plataforma de trabajo: vamos y venimos todos los días al mismo lugar a trabajar. Hay clasificadores, yo he salido a la calle también y veo esa diferencia actualmente por el medio televisivo. Yo a veces escucho qué opina la sociedad sobre los clasificadores, y es muy distinto a muchos años atrás.

A.L. — Hay mucha gente que piensa: “en mi casa pasan los clasificadores, sacan del contenedor, dejan todo tirado, hacen mil basurales”. No es el caso de ustedes que trabajan de otra forma ¿no? Esa gente trabaja directamente en los contenedores. Ustedes tienen un sistema distinto. ¿La mala imagen que dejan los demás los afecta mucho en el trabajo de ustedes?

M.P.d.L. — Ese problema no es… el clasificador sale a la calle no sale a tirar una bolsa de basura al costado del contenedor. Eso son otras personas que sacan. Tenemos un problema grandísimo que hay en Montevideo que es el famoso “clasificador de la bolsita”.

A.L. — ¿Cómo es eso?

M.P.d.L. — Algunos clasifican caminando, no tienen carro, no tienen nada. También están estos famosos “Pasta Base” que sacan todo y se van, clasifican lo que quieren ellos y dejan todo tirado. Hay que reconocer que el clasificador, —el que sale a trabajar en la calle—, no sale a hacer mugre. Viene, clasifica lo que tiene que clasificar y corre de un contenedor a otro. Nosotros no vamos a poner a todos los clasificadores en la misma bolsa. El que sale  a trabajar sale a trabajar, y no a ensuciar, ellos saben bien que tienen que cumplir con los estatutos, el reglamento porque la Intendencia no le da puesto…

J.M. — En el caso de “Independencia de la Mujer”, quizás Paola pueda dar mejor la experiencia, cuando empezaron a salir a la calle, salían con una escoba y una pala para empezar a recoger…

P.C. — Porque también hay mucha gente que te pasa con el auto y por no tocar el contenedor, te tira la basura. Hay gente que tira la bolsita desde arriba de los departamentos para no bajar hasta ahí y siempre la culpa se la come el clasificador. Nosotras hacíamos eso, salíamos con una escoba y una pala y cuando pasábamos por un contenedor y veíamos basura la juntábamos, porque al pasar por ahí ya fuiste vos, entonces siempre tratábamos de dejar limpio lo que hacían los demás.

A.L. — ¿La próxima reunión es en 60 días entonces en Florida?

J.M. — Así es, tenemos que definir el lugar pero la gente de Florida, —hay una Cooperativa en Sitio Pintado—, nos está esperando a todos los que vayamos, ya sean clasificadores, representantes de las Cooperativas o algunos apoyos técnicos que nos van a acompañar.

A.L. — Los que nos están escuchando y quieran ayudarlos en algo, —de pronto con alguna donación—, o que quieran trabajar con ustedes ¿a dónde pueden llamar?

J.M. — Nos pueden llamar al número 5256576 que es mi casa, y después a los teléfonos que les puedan dar los compañeros.

P.C. — Les doy el de una compañera que es el 5221387.

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