Segunda terminal pone en «riesgo casi de muerte» a TCP

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Para Katoen Natie si la empresa naviera Maerks obtiene la concesión TCP perdería su principal cliente, ya que los contenedores de Maerks son el 65% de la operativa de TCP.

Fernando Correa, gerente de Katoen Natie

Según Fernando Correa, gerente de Relaciones Institucionales de Katoen Natie, grupo propietario del 80% de las acciones de Terminal Cuenca del Plata (TCP), el contrato de gestión firmado en 2001 con el Estado uruguayo establece como objetivos de TCP la competencia con los muelles públicos y los puertos de la región, por lo que la incursión de una nueva terminal en el mismo puerto estaría violando dicha disposición.

En diálogo con Producción Nacional, Correa señaló que en caso que la empresa naviera Maerks, una de las interesadas en la segunda terminal, obtenga la concesión, TCP perdería a su principal cliente, ya que los contenedores de Maerks significan el 65% de la operativa de TCP. Esto, por tanto, pondría en “riesgo casi de muerte” a TCP.

 

Alejandro Landoni – La empresa belga Katoen Natie está evaluando a esta hora las acciones que va a tomar contra el Estado uruguayo luego de que el Poder Legislativo aprobara la ley que habilita la construcción de una segunda Terminal de Contenedores en el Puerto de Montevideo. Katoen Natie es propietaria del 80% de las acciones de la Terminal Cuenca del Plata, el otro 20% pertenece a la Administración Nacional de Puertos (ANP).

Hay una larga polémica sobre este tema. El gobierno entiende que el Puerto debe instalar una segunda Terminal de Contenedores por problemas de capacidad futura, y a su vez, sostiene que pueden llamar a la concesión de una segunda terminal porque el Puerto trabaja bajo el régimen de libre competencia.

Desde el otro lado, la empresa Katoen Natie ha insistido que el Puerto no tiene la capacidad necesaria para albergar a las dos terminales, es decir que el crecimiento futuro en los movimientos de contenedores no hacen posible ni rentable tener dos terminales funcionando en el Puerto, y aseguraron además que de aprobarse la ley iniciarían acciones legales.

El miércoles pasado el Parlamento aprobó la ley con votos de todos los partidos políticos, y ahora el Poder Ejecutivo se propone promulgarla en las próximas horas.

 

La empresa había anunciado que apenas se promulgara esta ley, iba a pedir un Arbitraje Internacional, e incluso se había señalado la posibilidad de hacer también un juicio civil contra el Estado uruguayo. ¿Ya se ha tomado alguna decisión?

 

Fernando Correa — Sí, dado los acontecimientos que han venido sucediendo, todo indicaba que la ley iba a seguir adelante, el grupo Katoen Natie venía planificando, y no es ninguna novedad desde un tiempo a esta parte, se venía trabajando en la única instancia que le quedaba por delante para defender lo que ellos entienden que son sus derechos: recurrir a un Arbitraje Internacional, una posibilidad enmarcada en el Tratado de Protección de Inversiones bajo el cual está radicada la inversión de Katoen Natie en Uruguay.

En ese sentido, se preparó la carta de aceptación de arbitraje, llevó casi seis meses de preparación la recolección de documentos y pruebas, que es lo que inicia el proceso que desemboca finalmente en un arbitraje, y para su presentación lo que se necesita esperar es la promulgación oficial de la ley, desde el punto de vista formal, para que al otro día los abogados de grupo inicien el proceso. Luego de eso, se inicia una instancia de conciliación obligatoria.

 

A.L. — ¿Dónde van a presentar el arbitraje? ¿Ante el Banco Mundial? ¿La Cámara de Comercio de Londres, o la Corte Internacional de París?

 

F.C. — Eso todavía hoy no está definido. Es una instancia que se definirá en los próximos días o luego de concluida la conciliación obligatoria. Si en la conciliación no se llegara a un buen término, luego los abogados decidirán.

A la fecha, oficialmente no está concretamente definido en qué foro se va a realizar el arbitraje.

 

A.L. — ¿Primero hay una conciliación?

 

F.C. — Es una conciliación obligatoria de seis meses, en la cual las partes están obligadas a sentarse en una mesa y a tratar de encontrar un acuerdo para evitar el arbitraje. Si no fuera posible esa instancia, entonces se iniciaría el proceso.

Eso por un lado. A nivel de acciones locales se están manejando varias hipótesis y varias posibilidades. Hoy no puedo hablar concretamente — más allá de que se entiende que estarían dentro del marco de la Ley de Sociedades y las actitudes o responsabilidades que debe de tener un accionista en una sociedad —; no puedo hablar de si hubo violación o no, pero básicamente se iría por esa línea. Hoy lo que sí está pronto es la fase del Arbitraje Internacional.

 

A.L. — Claro. Se había anunciado que este juicio que se podría hacer aquí contra el Estado uruguayo podía alcanzar los 500 millones de dólares. ¿Hay una cifra ya decidida?

 

F.C. — La cifra no es exacta, pero sí podemos afirmar que son varios cientos de millones de dólares en cuanto al perjuicio que se le puede ocasionar a Katoen Natie y frente a lo que se llama la “Legítima expectativa”, que está dentro del Tratado de Protección de Inversiones.

Para sacar cuentas, la concesión es hasta el año 2031 y la facturación del año pasado de Terminal Cuenca del Plata fue de US$ 54 millones.

Pero exactamente no podemos decir cuál es la cifra de reclamo. Sí hoy podemos afirmar que son varios cientos de millones. Pueden ser más o menos de 500, pero es una cifra importante.

 

A.L. — ¿Le sorprendió a Katoen Natie que haya habido legisladores de todos los partidos que hayan aprobado esta ley con todo lo que se discutió en el Parlamento; las idas y vueltas; los cambios que se fueron desarrollando al proyecto?

 

F.C. — No nos sorprendió, pero lo que sí podemos observar es que el fondo de la discusión no era lo que Katoen Natie estaba reclamando, y pudimos concordar que lo que se estaba diciendo en el propio debate o lo que se debatió en la comisión, no era que Katoen Natie estuviera en contra, porque Katoen Natie no está en contra de la competencia.

Cuando se dice que se necesita una ley para generar un monopolio, está claro que Katoen Natie no tiene el monopolio en el Puerto de Montevideo ni lo va a tener, entendemos como que no se conoce al detalle lo que es el contrato de gestión que tiene Katoen Natie en la concesión, o sea, no es Katoen Natie, es Terminal Cuenca del Plata, empresa de la cual Katoen Natie es dueño del 80% y la ANP es propietaria del otro 20%; pero sí, el Decreto Reglamentario que es el contrato de TCP con la ANP — con el Estado uruguayo —, define bien cuál es el área de competencia de TCP, y queda bien establecido que esta terminal que es especializada en contenedores, que es el único tipo de carga que puede movilizar, deberá competir con las muelles públicos de forma tal que se cumpla con la Ley de Puertos, y competir especialmente con las terminales de la región, Río Grande y Buenos Aires. Ese es el mercado relevante el cual TCP por el Contrato de Gestión está obligado a desarrollar.

Además, en ese Contrato de Gestión para que se logren esos objetivos -el contrato dice a título expreso que “A los efectos de interpretación actual y futura de este contrato se deberán tener en cuenta esos dos objetivos”- se le pone a TCP otra obligación además que es cumplir con un número de movimientos mínimos a cumplir durante los 30 años de concesión. Para poner un ejemplo, para el año 2009 TCP deberá movilizar obligatoriamente 212.000 contenedores, que es aproximadamente el 60% de lo que se espera que movilice todo el Puerto de Montevideo. Esos mínimos van incrementando año a año y en caso de tres años de no cumplimiento de estos mínimos, cae la concesión.

El grupo belga Katoen Natie está haciendo una inversión en TCP en infraestructura y en equipos por más de US$ 188 millones, y en todo este proceso el contrato y las obligaciones (especialmente lo que refiere a los volúmenes mínimos obligados), no se han cambiado; siguen vigentes, a la vez que se le está poniendo una Terminal Especializada de Contenedores en frente cuando las proyecciones aceptadas por la ANP señalan que no existe un mercado relevante para que las dos empresas puedan cumplir con esos volúmenes mínimos. De hecho, el 60% ya es mucho más de la mitad, pero si tenemos en cuenta que uno de los principales interesados en esta segunda terminal, la empresa naviera Maerks, que significa el 65% del movimiento de TCP, se instala en esa segunda terminal; por un lado TCP pierde el 65% de sus movimientos, lo que haría imposible que cumpliera con sus mínimos, y además, la otra terminal no tiene volúmenes mínimos exigidos.

Entonces, está claro que primero: hay un cambio en las condiciones; está claro que TCP no va a poder cumplir con los mínimos frente a una Terminal Especializada que no tenga las mismas condiciones de competencia que TCP, pero además, no le permite generar el flujo de fondo para repagar los préstamos que Katoen Natie y el Estado uruguayo obtuvieron para las obras de infraestructura que está llevando adelante.

 

A.L. — En caso de que salga esta segunda terminal, ¿ustedes ya advierten que no van a poder repagar los préstamos?

 

F.C. — Claro, según los flujos de fondos estimados por la ANP, que son del año 2006, está claro que si TCP pierde como cliente a Maerks los flujos de fondo no dan.

 

A.L. — ¿Si pierden como cliente a Maerks?

 

F.C. — Claro, primero, Maerks no es prisionero de nadie. Viene a Montevideo porque Montevideo tiene todo lo que sabemos en cuanto a ubicación y gestión.

También es cierto que la productividad y la forma de gestión de TCP ha impulsado el crecimiento del Puerto de Montevideo en base a la carga de contenedores, pero si le damos la posibilidad de que haya una terminal enfrente donde no tenga exigencia de volúmenes mínimos, Maerks podría cambiar de terminal, o podría ser propietaria de esa nueva terminal, y eso es poner innecesariamente en un riesgo casi de muerte a TCP, que no va a poder cumplir con los mínimos y no va a poder repagar los préstamos. Pero además, todas las inversiones que se hicieron, al caerse el contrato de concesión por no cumplir los mínimos, se perderían también.

Entonces, es una situación bastante delicada. En los últimos dos años Katoen Natie ha intentado que se la escuche y que se entienda en qué posición de debilidad está quedando TCP, pero no TCP Katoen Natie; es TCP, el Estado uruguayo en un 20% y el grupo belga en un 80%.

 

A.L. — Usted decía que le sorprendió que no se discutieran los temas que ustedes consideran que son de fondo. Pero el hecho el hecho de que todos los legisladores votaran esta ley ¿no causó sorpresa en Katoen Natie?

 

F.C. — Para nosotros no es un tema desde el punto de vista político. Lamentablemente, la discusión se tornó política, y esa es un área en la que nosotros no actuamos. Nosotros actuamos en un área técnica y comercial y vamos a los objetos de fondo de lo qué es el Contrato de Concesión, lo que son las factibilidades comerciales y lo qué es el mercado.

Esa discusión en el Parlamento no se dio, entró en un área de discusión en la cual a nosotros no nos compete opinar, y tampoco nos sorprendió en el sentido de que lo que se discutió y lo que era conceptual está claro: nadie está en contra del monopolio, nadie está en contra de la hegemonía de una empresa, pero hay que entender cómo funciona la competencia portuaria, que no es solamente intraportuaria; cuáles son las condiciones y si TCP tiene una serie de obligaciones, pesadas obligaciones que se le impusieron, como contrapartida tiene una serie de derechos. Esos derechos deben de ser contemplados y eso es lo que el grupo belga está reclamando.

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