Una pantalla para audiovisuales

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Con la intención de generar un espacio de venta y promocionar las producciones audiovisuales uruguayas, un grupo de jóvenes desarrolló Mercado Virtual de Contenidos Audiovisuales.Luis González Zaffaroni, Director Ejecutivo de DocMontevideo

En la industria audiovisual existen muchas trabas para vender productos nuevos. Básicamente hay gente que está especializada en mirar y en evaluar constantemente las distintas ofertas y es común que las negociaciones para adquirir productos audiovisuales sean un auténtico laberinto, principalmente para una producción como la uruguaya, que, aunque en los últimos años ha crecido enormemente, sigue siendo marginal dentro de los grandes mercados audiovisuales.

Para buscar sortear estos obstáculos y también para promover un diálogo más fluido entre compradores y productores hay una nueva idea en el mercado que busca utilizar los servicios de Internet. El proyecto apunta al desarrollar una herramienta informática que permita facilitar la comercialización de contenidos audiovisuales en la Web.

Esta idea se piensa aplicar en el encuentro DocMontevideo del año que viene, que es un encuentro internacional que busca tender puentes entre televisoras y productores independientes de documentales.

Además, esta idea acaba de ganar el concurso Emprendedores en Cultura y Nuevas Tecnologías que organizaron Ingenio, la Dirección de Industrias Creativas del Ministerio de Educación y Cultura y la Dirección de Pequeñas y Medianas Empresas del Ministerio de Industrias. Para conocer sobre este proyecto de Mercado Virtual de Contenidos Audiovisuales vamos a conversar con su autor Luis González Zaffaroni. González es también el Director Ejecutivo de DocMontevideo.

Alejandro Landoni — Es difícil para los que no estamos en este negocio entender cómo se comercializan estos contenidos audiovisuales. ¿Nos podría sintetizar las principales características que tiene este proceso de comercialización?

Luis González Zaffaroni — La forma hoy en día de comercializar los contenidos puede ser, pensando en televisión, a través del contacto en la televisión; o sea la persona de adquisiciones de contenidos en la televisión, se comunica con esa persona tanto vía mail como por teléfono, luego se envía material para que esa persona visione y luego de la aprobación empieza todo el trámite burocrático interno del canal.

A.L. — Si se me ocurre hacer una producción para la televisión, no es barato; o sea que yo ya tendría que tener asegurado previamente dónde lo voy a difundir, sino más que difundirlo, me voy a fundir.

¿Cómo es esa parte?

L.G.Z. —Sí, a veces lo puede tener y muchas veces va juntando Cartas de Intención de Compra en el proceso de desarrollo de un proyecto, pero esas cartas se efectivizan luego de que está la pieza terminada y que realmente la visionan y deciden si les interesa o no.

Luego también otra de las formas de acceder al comprador es a través de el circuito de festivales y los mercados que están anexos a esos festivales. Por lo general, en las grandes muestras internacionales hay un espacio que es para comercialización de documentales, ficciones tanto de cine o de televisión. También el recorrido que tenga una película o un documental por los festivales luego repercute en la posibilidad de ventas que tiene.

A.L. — Imaginemos a una persona de una cadena importante al cual todo el mundo le quiere vender, tiene centenares y quizás miles de minutos de audiovisuales para ver y tiene su tiempo acotado porque estamos hablando de un espacio concreto. ¿Cómo se arregla esa parte? ¿Qué es lo que suele pasar?

L.G.Z. — Es una de las dificultades en todos los encuentros o mercados, y es que esa persona se traslada desde su país de origen a ese otro país o a esa otra ciudad y se aísla en lugares en donde hay pantallas y pueden visionar y van visionando de a siete minutos más o menos y van haciendo una selección a grosso modo.

A.L. — ¿Sólo siete minutos iniciales, o son siete minutos de cualquier lado?

L.G.Z. — Por lo general con las personas europeas que yo he hablado, se manejan así, es la realidad, y luego miran el fast forward y si el impacto inicial y las credenciales que tiene ese documental, película o contenido “x”, es buena porque por ejemplo, ya circuló por pantallas que son prestigiosas o porque ganó ciertos premios o por “x” motivos, ya lo va juntando dentro de los que le interesan.

Luego pasan a otra instancia donde los visionará más tiempo y luego hasta que lo vean completamente y lo decida el conjunto de ejecutivos del canal que son los que toman esa decisión.

A.L. — ¿Así que en tan sólo siete minutos y con el fast forward después se juega la suerte del audiovisual que hicimos con tanto cariño y con tanto dinero?

L.G.Z. — Sí tuvo la suerte de que llegó además a las manos de esa persona, porque está eligiendo entre un montón de ofertas.

Por otro lado en los mercados y en los festivales, las relaciones humanas que se generan son muy importantes, porque una persona que tiene sobre su escritorio un pendiente de cien contenidos para ver, que él mire uno antes que otro quizás es porque usted le dijo algo que lo convenció y le prestó un poco más de atención y cariño al suyo, o le cayó simpático. Esa es la realidad.

Después si la película ganó premios y fue descollante en festivales, es mucho más fácil, pero para el resto, la realidad es esa.

A.L. — Justamente usted inventó — o está desarrollando —, una herramienta informática que permite mejorar esa visualización de contenidos audiovisuales. ¿Cómo funciona?

L.G.Z. — En realidad parte un poco de experiencias que hay en la vuelta que se están empezando a desarrollar pero que en Latinoamérica todavía no están implementadas, y es un poco ganarle tiempo al visionado y no centrarlo dentro del espacio del mercado, sino que el interesado en comprar pueda verlo antes y pueda aprovechar el mercado para establecer los vínculos y el encuentro con las personas y definir o profundizar otra relación y no perder todo ese tiempo para mirar el material que le llega en ese momento.

A.L. —¿Por qué no le manda un DVD por correo para que lo tenga antes de llegar a esa instancia? ¿Por qué complicarse la vida con una herramienta informática a desarrollar?

L.G.Z. — Para responderle a esa pregunta, esto está muy vinculado a la experiencia que hicimos en DocMontevideo, que es un encuentro que se hizo este año. El tema con el envío de los materiales es que tiene el costo del envío; tiene el problema de la Aduana; además, cuando la otra persona lo recibe en muchos casos tiene que pagar para poder retirar el material de Aduana.

A veces no hay interés del canal o de la otra parte de pagar eso para poder recibir el contenido y hay una pérdida de tiempo también. Además, uno no envía a un sólo lugar, se envía a por ejemplo 30 lugares y son 30 envíos internacionales con este problema y luego tiene que asegurar si a la persona le llegó, si lo vio, si lo tiene en la mesa, si lo perdió, si pasó algo o se lo llevó otra persona.

Entonces, un poco la propuesta de crear esta herramienta es tener una plataforma para visionado de contenidos que están a la venta a partir de tener una red de potenciales compradores que pueden estar interesados en estos contenidos.

A futuro, el desarrollo de este software y de esta plataforma se va a hacer escalonado. La primera etapa más básica va a ser para un visionado con un sistema de seguridad y con clave para que solamente sean los potenciales compradores los que puedan acceder al visionado de ese material, pero luego en sucesivas etapas se va a ir complejizando la plataforma y va a permitir más opciones y en el futuro esperamos que pueda existir un modelo base de contrato on line y que la compra se pueda llegar a hacer …

A.L. — Por internet.

L.G.Z. — Y en alta calidad. O sea, que en esta primera etapa los contenidos van a estar en baja calidad con compresión.

A.L. — ¿Van a estar completos?

L.G.Z. — Sí, pero hacia donde vamos y hacia donde va todo el mundo, también Internet está siendo una pantalla de exhibición y en la medida en que la velocidad de transferencia de datos va aumentando, perfectamente se va a poder tener el contenido en alta definición, descargarlo en el lugar donde se realiza la compra y cerrar todo el proceso; sorteando un intermediario y estableciendo un vínculo más directo entre el que produce y el que exhibe.

A.L. — ¿Cuál es el intermediario que se evitaría?

L.G.Z. — Creo que a través de esto el productor en sí mismo podrá colocar los contenidos directamente, sino siempre hay un distribuidor o un agente de ventas, que para acceder a ciertos lugares va a seguir siendo necesario, porque sabe negociar y tienen los contactos para llegar a los lugares en donde uno no llega y además maneja un paquete de cantidad de contenidos de películas, documentales, etc. que le permiten ir a un montón de eventos de mercado y distribuir los costos entre todas las producciones, porque si uno para vender tiene que viajar muchas veces en un año, al final lo único que logra es pagar las cuentas de los viajes, con suerte.

A.L. — O sea que en una primera etapa este mercado virtual de contenidos audiovisuales va a subir los contenidos en forma completa pero en baja resolución y le va a dar una clave a las personas que quieran acceder y de esa forma se garantizan que no les copien los contenidos.

L.G.Z. — Y la información complementaria que está vinculada al proyecto como por ejemplo, los premios que ha recibido, algunas fotos.

El material de promoción que por lo general tiene toda película, se pueda poner vinculado.

A.L. — ¿Ustedes como promotores de esta idea qué ganan? ¿Cobran algún tipo de comisión?

L.G.Z. — No, en esta primera etapa no.

Lo que se cobra es lo mismo que en el mercado, el ingreso y la subida del material al sitio. Es como pagar la entrada para un mercado. Es lo mismo.

De hecho este año organizamos un espacio de negocios en DocMontevideo, de venta de contenidos, y la gente que se inscribió a ese espacio paga un ingreso y nosotros hicimos envíos de materiales a los distintos compradores que iban a venir. Ahora es sortear y manejar la misma dinámica.

A futuro, si el proceso de ventas se puede hacer completo, supongo que sí, que una de las formas será cobrar un porcentaje de las transacciones que se puedan hacer a través de esta plataforma, pero para llegar a eso hay un largo camino que es desarrollar el software, posicionarlo y tener los interesados de ambas partes que es el mayor desafío hoy.

El modelo de negocios o de sustentabilidad de esto se irá viendo en el desarrollo, porque también hay otras opciones.

A.L. — ¿Qué es DocMontevideo?

L.G.Z. — Es un encuentro de televisoras latinoamericanas que trabajan el género documental entre otros, y que lo que buscan es construir puentes entre el productor independiente y las televisoras y dar formación, espacios de debate y también comercialización de contenidos audiovisuales.

A.L. — ¿Es un emprendimiento?

L.G.Z. —Es un emprendimiento, es un evento que acontece en julio. Este año realizamos la primera edición y ya estamos preparando la siguiente que será en el 2010.

Surge en un comienzo como una iniciativa privada pero que luego encuentra el respaldo de distintos actores públicos: el Instituto de Cine y el Audiovisual y de la Intendencia de Montevideo a través de la Unidad de Gestión Audiovisual y se termina co-organizando también con el apoyo de la Cámara del Audiovisual a través del subsidio del Programa de Apoyo a la Competitividad de Conlomerados.

A.L. — ¿Cuánta gente participó en el DocMontevideo de este año?

L.G.Z. — Fue en julio de 2009 y se realizó en el teatro Solís y contó con cerca de 200 participantes; 40 extranjeros; 24 televisoras de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa y también planteando como un espacio nuevo para ver qué era lo que acontecía estos meetings de negocios para venta de contenidos, que utilizaron una dinámica bastante particular que con un amigo y colega — que también trabajó en esto — participamos en una actividad vinculada al Festival de Berlín, y que tiene unos espacios para conocer gente en donde se realiza como un “juego de la silla”, donde uno va pasando de lugar en lugar. Reprodujimos eso, pero en este caso con escritorios donde cada televisión tenía su mesa y los productores iban circulando y de esa forma logramos que en tres horas los 19 productores uruguayos concertaran 250 entrevistas y se lograra una intención de compra de US$ 110.000 en contenidos.

A.L. — Con un viejo juego… hasta escolar, pero aplicado a esta ronda de negocios. Una auténtica ronda…

L.G.Z. —Sí, totalmente. Es algo que nos dejó muy contentos a todos los que participamos, formamos parte e hicieron posible esto, porque también abre una posibilidad nueva que hoy no estaba presente y comienza a construir un mercado que hoy no está todavía definido que es el mercado en Latinoamérica y la compra de contenidos dentro de Latinoamérica por televisiones y fundamentalmente comprometiendo a las televisiones públicas en este proceso.

Pasado el encuentro hemos seguido el vínculo con distintos productores y viendo cómo se va dando el proceso de esa venta, que por lo general lleva por lo menos seis meses, porque después que se aprueba el interés de compra tiene que entrar dentro de la partida presupuestaria del canal y es un largo camino, pero sí tuvimos feedback muy positivos que si uno se arriesga a pensar en el futuro, nos permitirían poder asumir como productores ciertos riesgos; no dependen tanto de apoyos y subvenciones y poder invertir sabiendo que luego teniendo las ventas, uno puede recuperar, sobre todo en el modelo de Series.

A.L. — ¿De Series de ficción?

L.G.Z. — De documental es más fácil; de ficción son más caras.

El mercado latinoamericano y sobre todo de televisoras públicas su rango de compra oscila entre los US$ 750 y los US$ 5.000 la hora, pero si usted va sumando ventas en distintos países y quizás tiene una serie que tiene diez capítulos, en el volumen se convierte en algo que puede ser sustentable la producción y a su vez que pueda generar un beneficio, o por lo menos un ingreso a la productora para arriesgar con otro proyecto.

A.L. — ¿El premio que acaban de ganar es de US$ 10.000?

L.G.Z. — Sí.

A.L. — Es una cifra muy interesante para el Uruguay. ¿En qué lo piensa invertir?

L.G.Z. — Va todo para poder desarrollar esta herramienta.

El presupuesto que nosotros manejábamos era de aproximadamente U$S 30.000 pensando también en la promoción y en el posicionamiento internacional del software y esa otra parte vamos a ver cómo se cubre de otra manera.

Pero con esto, hace posible que se produzca y que comience a existir y teniendo la experiencia de DocMontevideo tenemos el espacio idóneo como para poder probarlo y para poder mejorarlo.

A.L. — Estuvimos hablando siempre del Uruguay, ¿pero en esencia usted puede subir un contenido de cualquier lado para que lo vea cualquier posible comprador de cualquier parte del mundo?

El producto no tiene porqué acotarse al Uruguay.

L.G.Z. — Claro.

A.L. — ¿Ya existen este tipo de herramientas en el mundo?

L.G.Z. — Existe una que fue un poco un referente para el armado de esta que se ha desarrollado recientemente —se lanzó para este año —, en el Festival de Amsterdam, el Festival del Documental —, que todavía no prevé la comercialización directa a través de ese software, pero es cuestión de tiempo que eso suceda.

Tampoco se ponen los contenidos en alta definición, pero es como un camino natural viendo un poco las experiencias que están pasando y también están muchos sitios que hoy se están desarrollando en Internet que son como de Pay Per View (pagar para ver), y se están viendo películas que uno estaría viendo por televisión; están visualizando a Internet como una plataforma de exhibición.

El tema de esto es cómo hacer que esa plataforma realmente funcione. Ahí la experiencia y el aval de DocMontevideo y los contactos que ya tenemos con las televisoras que están interesadas y que vimos qué cosas les interesan; una vez que está armada esa red, luego va a ser más fácil que empiece a funcionar.

A.L. — Claro. ¿O sea que por ahora la comercialización o la difusión de esto van a estar vinculado a los contenidos uruguayos?

L.G.Z. — Bueno, estamos viendo que para el año que viene en DocMontevideo puedan participar delegaciones de otros países y en ese caso también estaría abierto a delegaciones de otros países. En los primeros feedback que tuve cuando hicieron la entrega de los premios, un poco desde el LATU van a hacer el seguimiento del proceso de desarrollo del proyecto y también sugerir diferentes modelos de aplicación de esto y también una de las opciones es que esto es un servicio que se puede ofrecer a otros festivales, y que luego de creada la plataforma se puede poner diferentes fechas para que se vinculen con otros mercados. De hecho también se puede cambiar, según por qué festival entre, la forma en que se ve la plataforma y que lo incorpore el propio mercado como algo de ellos.

A.L. — Claro, una suerte de personalización… caracterizarla para cada festival.

L.G.Z. — Sí, en relación a esto existe un portal de Internet que brinda un servicio para festivales por el tema de las inscripciones, donde uno tiene que estar enviando materiales a montones de festivales. En esta página usted registra su corto, porque es para cortometrajes, con la sinopsis en distintos idiomas, los festivales en los que pasó, y ellos le van avisando a su mail cuándo vienen los distintos festivales y reenvían esa información a cada uno sin que tengas que hacer cada vez un formato adaptado a cada festival. Se ahorra tiempo, igualmente tiene que imprimir eso y enviarlo por carta también, pero….

A.L. — Los que quieran tener más información pueden entrar en www.docmontevideo.com y ahí se pueden contactar con nuestro invitado.

 

Foto: Margarita Brum.

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