Uruguay empieza a ser «foco de atención» a nivel tecnológico

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En tan sólo dos años grupos de estudiantes de la UTU y de Secundaria ganaron seis premios en concursos organizados por la NASA, presentando proyectos innovadores en el área espacial. Los proyectos, promovidos por el programa Uruguay Crea, han generado que Uruguay se convierta, según la coordinadora del programa, Adela Giménez, en “un foco de atención a nivel tecnológico”.

Con la Arquitecta Adela Giménez, Coordinadora del Proyecto Uruguay Crea
Entrevista emitida el jueves 11/09/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

 

Alejandro Landoni – Distintos grupos de estudiantes uruguayos han venido ganando premios en certámenes que organiza la NASA. Por ejemplo, en noviembre del año pasado un grupo ganó un premio con un proyecto que se llamaba “Base Lunar” que es un prototipo, —ellos estuvieron este año aquí en Producción Nacional—, que se está haciendo a tamaño real y que piensan experimentarlo de verdad en plena Antártida mediante un acuerdo con la Base Uruguaya en la Antártida, a partir del año 2010.

Este año ganó un proyecto que se denominó “Ecópolis”, es un emprendimiento estudiantil que consiste en la construcción de un planeta artificial que sería capaz de albergar a 90 millones de habitantes en el cinturón de Kuiper (que no sé si será un planeta o vaya uno a saber qué), este planeta artificial que se construiría en los límites externos del Sistema Solar. Además, un grupo de estudiantes obtuvo un Segundo Premio en las Finales Sudamericanas de otro concurso organizado por la NASA en conjunción con la empresa de aviones Boing, con un proyecto que se llama “Bilu Guidai” que está escrito en lengua charrúa y que significa “Hermosa Luna”.

Como si fuera poco otro grupo, el cuarto, había conseguido otro premio justamente de otro concurso que había hecho esta Agencia Espacial norteamericana en la NASA, cuyo tema central fue el avión del futuro. Aquí, estos muchachos obtuvieron el tercer premio con un proyecto que se denominó “Viento de Dios”, y que contó con la colaboración de un arquitecto italiano que se llama Giorgio Gaviraghi y que es uno de los asesores que lidera a estos grupos.

Esto no es casualidad; es fruto de un esfuerzo que se viene desarrollando a través del programa “Uruguay Crea”, una iniciativa que se está desarrollando para fomentar este tipo de cuestiones entre los jóvenes. Cuéntenos sintéticamente qué es Uruguay Crea y por qué se les ocurrió poner a los estudiantes uruguayos con profesionales, con universitarios, a ponerse a estudiar estos temas que parecen tan alejados de la realidad del Uruguay.

Adela Giménez – Previo a esto, le cuento que hay otro nuevo premio. Acabamos de ganar el primer premio a nivel de Escuelas Secundarias de “Ciudad Marciana”. Ya vamos por el sexto premio en dos años.

A.L. — Es impresionante.

A.G. — Es entre Escuelas Secundarias. El proyecto “Uruguay Crea” básicamente está concentrado en la UTU. La UTU ya es acreedora de cuatro premios en este año.

A.L. — Es impresionante porque Uruguay no tiene una cultura de explotación del espacio, de hecho no tenemos ni un satélite propio. Ahí es donde llama la atención.

A.G. — Claro. Lo que tenemos son espacios de creación impresionantes. Somos un país de creadores, que todavía no nos dimos cuenta. La idea del proyecto “Uruguay Crea” es fomentar entre los jóvenes la cultura de la creación, que no es una cosa que se aprende de un día para el otro. El creer que se puede. El que una idea intuitiva inicial puede ser brillante y después sistematizada puede generar fuentes de trabajo o puede generar una patente industrial. Un espacio importante para eso es justamente lo que es todo el sistema UTU, porque son especializaciones y Bachilleratos Tecnológicos. Por lo cual esto es apoyado, —y quiero agradecerlo públicamente por el director de la UTU, el profesor Wilson Netto—, que nos ha apoyado firmemente.

Esto lo que ha logrado es el diálogo inter-escuelas y el diálogo a través de universitarios; el diálogo con cualquier persona que pueda aportar una idea, porque no es que tu estés diseñando solamente naves sino que además diseña sistemas de vida dentro de la nave.

A.L. — ¿Quién financia “Uruguay Crea”?

A.G. — Las horas docentes de “Uruguay Crea” son financiadas por la UTU (Universidad de Trabajo del Uruguay), a los docentes que estamos a cargo.

A.L. — ¿Y la venida de este arquitecto italiano que es un referente internacional por ejemplo?

A.G. – Él viene por voluntad propia, porque está enamorado de los productos que se han logrado en Uruguay.

A.L. — Mire qué bueno. Eso también es un logro.

A.G. — Claro, el siente que el sentarse con jóvenes y poder dialogar; el sentarse con técnicos… Ahora, por ejemplo en el proyecto del avión, por primera vez jóvenes tomaron contacto con ingenieros y personal de la Fuerza Aérea. Son cosas que en definitiva generan dos procesos: a la interna; el integrarnos con los seres humanos y darnos cuenta que del colectivo va a salir el crecimiento del país. Eso por un lado. Y por el otro, es generar presentismo. Obviamente que seis premios en dos años están generando que Uruguay empiece a ser foco de atención a nivel tecnológico.

A.L. — Ni hablar que sí. Usted me decía que incluso hacen diálogos inter-escuelas, que incluso todos aquellos que tengan una idea para aportar pueden sumarse a “Uruguay Crea”. Eso según escuché decir es un poco “el fuerte” que tiene el programa ¿no? Incluso ustedes juntan gente de distintas generaciones para trabajar.

A.G. — Lo que usted logra a través de técnicas pedagógicas que se llaman de “Tormentas de ideas” es que por un momento la realidad pase a estar en un segundo plano y las personas que participan a cualquier nivel de edad que tengan ajustan sus ideas a sistemas digitales o utópicos, lo cual nos permite que se generen espacios nuevos de pensamiento.

Porque cuando uno está muy metido en un problema relacionado a la realidad, ya los parámetros libres que podés tener en el momento de la creación, los perdés. La gente participa, de repente una persona común y corriente se siente valorada porque puede aportar una idea. Un joven que muchas veces se siente que no es escuchado, entiende que su opinión es valiosa. Eso es lo que determina la posibilidad de hacer integración intergeneracional. El joven que pronto va a ser un ingeniero o un trabajador en el área tecnológica, encuentra dentro del colectivo la posibilidad de expresarse libremente y no sentir que dice algo que nadie lo va a escuchar. Estos son nuestros sistemas pedagógicos que es a mí entender lo que va generando la credibilidad en cada uno de nosotros de que vale la pena crear y vale la pena generar ideas.

A.L. — Después que está la idea planteada me imagino que hay un trabajo docente interesante para guiar a ese grupo para llegar a los proyectos que después son los que ganan los premios…

A.G. — Claro. Por ejemplo, (siguiendo con el ejemplo del avión), después que los jóvenes diseñaron la estructura básica estructural, intervino la Fuerza Aérea y los técnicos dieron sus opiniones. Por ejemplo, “esta ala aquí no sirve a nivel de aterrizaje” o el sistema de motores cómo podría variar. Son cosas que generan un conocimiento importante de forma interdisciplinaria. Hasta vino un piloto y pensaba cómo podía hacer la consola de mando. Eso es lo que genera un tercer premio entre 1.700 escuelas. En el caso que usted nombraba de “Ecópolis” que es una tierra artificial para 90 millones de personas, se tuvo que pensar desde qué perfiles de personas iban a vivir ahí y cómo la sociedad se iba a ir desarrollando.

A.L. — Me imagino los procesos de aprendizaje que hacen estos chiquilines.

A.G. — Y las discusiones son divertidísimas. Los jóvenes lo primero que hacen es decir: “Primera premisa: personas mayores de 40 años no entran a la nave”. Como cosa que después se pasa a discusión, porque dicen: “Bueno, pero en una situación de extrema peligrosidad, una persona con determinada edad qué podría aportar”. Después comienza a tomar validez la experiencia, y todo lo que una persona de edad puede tener, que a veces perdemos la capacidad de valorarla. Ahí, empiezan a aceptar.

A.L. — Los muchachos o algunos profesionales que piensen que tienen cosas para aportar, que quieran comunicarse con ustedes para sumarse a “Uruguay Crea, ¿cómo lo pueden hacer?

A.G. — Lo pueden hacer a través del celular 094331056 o dentro de la UTU Central en Procesos Industriales con el proyecto “Uruguay Crea”.

Le comento que estamos en pleno proceso de desarrollo del prototipo de “Base lunar” Manzana 1 1 y ya en contacto con la Comisión Antártica, con todo los temas de adaptación del proyecto. Este sábado va a haber una muestra en el LATU, donde se van a mostrar todos los proyectos y los mismos jóvenes van a explicar los cuatro premios internacionales que se acaban de lograr.

A.L. — ¿Cuándo es esto concretamente?

A.G. — El sábado a las 15 horas en el LATU.

A.L. — ¿Es con entrada libre?

A.G. —Sí, porque es una Muestra Nacional de Educación. El proyecto es de “puertas abiertas” para todo el Uruguay.

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