Jorge Rodas, dirigente de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), explicó la posición respecto al proyecto de ALUR del emblemático sindicato de cañeros.
Jorge Rodas, de UTAA de Bella Unión
Además de ser un tema recurrente en la campaña electoral, el propio presidente de la República, Tabaré Vázquez, realizó desde Bella Unión, donde se encuentra el proyecto sucro-alcoholero de ALUR, uno de sus actos de rendición de cuentas a la ciudadanía hace pocas semanas.
¿Cuál es el proyecto de ALUR, una empresa que ya está en funcionamiento? Se está trabajando sobre tres líneas agroindustriales. En Bella Unión se trabaja con caña de azúcar y sorgo para producir alimentos — básicamente azúcar —, y también energía; eléctrica y etanol para mezclarlo con las naftas.
La segunda cadena agroindustrial está en Paysandú, donde ya se está produciendo alcohol para la industria y también para la elaboración de bebidas y, también en el sur del país, — en acuerdo con la empresa Cousa —, se va a producir biodiesel en base a girasol; una actividad que según sostienen las autoridades de ALUR está viabilizando la producción de aceite comestible y que además va a permitir generar glicerina y harinas oleaginosas como alimento animal.
Como complemento, ALUR pretende producir biofertilizantes y biogás; actividad que según dijo el gerente de la empresa, Leonardo de León, comenzaría en el próximo mes de noviembre.
Cuando el proyecto esté funcionando en su conjunto, con la elaboración de estos diez productos, ALUR empleará directamente a 4.000 personas.
Algunos hablan loas de este proyecto y otros lo cuestionan diciendo que los más de US$ 1000 millones que puso Ancap en esto, no se va a recuperar.
Alejandro Landoni — UTAA siempre ha apoyado el proyecto de ALUR, sin embargo ustedes también están generando algunas críticas. ¿Sobre qué aspectos manifiestan apoyos y sobre cuáles críticas?
Jorge Rodas — En primer lugar, esto se venía “barranca abajo” hace un par de años atrás. Los gobiernos anteriores habían hecho fila para aniquilar el proyecto azucarero en la zona, lo cual llevó aparejado la pérdida de “montañas” de puestos de trabajo; la precarización de los trabajos en las chacras; la ida en masa de la mayoría de los trabajadores del norte del país, que antes tenían su fuente de trabajo asegurada, hacia la capital o hacia diferentes puntos del país, a otro lado para subsistir.
Apoyamos “de pique” este proyecto; llega un nuevo gobierno que le cambia la cara a toda esa problemática, y en la cual invierte. Luego se comprometió en apoyar todo esto; hacer un nuevo proyecto importante, como es este proyecto en este momento, con el cual todos los trabajadores de Bella Unión estamos totalmente de acuerdo. Lo que sí estamos diciendo es que tenemos “una pata” muy sensible con los trabajadores rurales, en la cual por ahora hasta este momento estamos un poco medios colgados en el tema del proyecto.
A.L. — ¿Están “colgados”?
J.R. — Bastante “colgados” en el sentido del salario, en el sentido de la problemática de la zafralidad. Algo que se viene repitiendo es lo que tiene que ver con salarios. Los salarios muy “menguados” que están teniendo, pero no criticamos lo estructural del proyecto, que lo vemos con buenos ojos y en un futuro no muy lejano, si esto se encamina bien, consideramos que es una muy buena inversión para el pueblo uruguayo que está haciendo el Estado en la zona antes que malgastar por ahí en otras frivolidades. Millones de dólares de todo el pueblo uruguayo que se están invirtiendo en trabajo, en recursos.
Más allá o más acá con todos esos problemas, se está viendo que hay trabajo, el drama que tenemos, las críticas, es que es un proyecto importante en la cual el sector trabajador, todos los trabajadores tenemos que tener nuestros espacios dentro del proyecto, y si hay equidad también que nos llegue a los trabajadores rurales. Eso es lo que nosotros venimos peleando desde que asumió este nuevo gobierno: es la incorporación, que de una u otra manera que se tenga en cuenta a los asalariados rurales que son una “pata” muy importante en todo el desarrollo de este gran proyecto acá en la zona norte del país.
A.L. — Respecto a este tema Leonardo de León hacía referencia, en el programa de Producción Nacional en TV Ciudad, a que existe una Comisión integrada por múltiples actores: desde organismos del gobierno hasta distintos sectores importantes de Bella Unión entre los cuales está UTAA, y decía que en realidad, los trabajadores agrícolas nunca habían tenido tanta participación en el proceso de la elaboración de la caña de azúcar como han tenido en este proyecto.
Sostiene concretamente que ustedes participan de una Comisión con distintas instituciones.
J.R. — Una cosa es una Comisión donde está UTAA y donde está la Asociación de Plantadores, donde está ALUR. Ahora en estos momentos están los Ministerios, están los Ediles de la Junta Autónoma, que se formó hace casi dos años atrás. Veíamos que era importante proteger a la agroindustria en su conjunto para a su vez proteger al conjunto de la sociedad de Bella Unión.
Hace cerca de dos años cuando estábamos dentro de esa Comisión, de repente ALUR se retiró; a la segunda reunión se retira la Asociación de Plantadores y prácticamente quedamos los ediles, UTAA y otro sindicato, y terminamos sin poder avanzar en todo este tema. Ahora se forma esta nueva Comisión hace un par de meses y esperemos que no se retiren.
Parece que maduró un poco más ALUR; se integró en este tema. Sin bien es verdad que en otros tiempos los trabajadores rurales no eran ni considerados y ahora quizás hay una apertura, en cuatro años no hemos tenido la recuperación deseada por parte de los trabajadores rurales, que más o menos estamos en el número de 1.200 a 1.300 de cortadores y en un número de 500 o más de trabajadores por hora. Por ejemplo, los trabajadores por hora que está todo el año redondo en la chacra ganan $34,73 la hora. Es un salario muy menguado y muy tirado abajo. Esa pelea permanente es la que tenemos.
A.L. — Un trabajador agrícola procesa más o menos 2 1/2 toneladas de caña por día.
J.R. — Es el promedio de toda la zafra. Pero sí apoyamos el proyecto, los otros gobiernos de turno se encargaron “de hacer harina” toda esa zona, porque no lo pueden negar ni por un minuto. Este gobierno al menos apoyó, al menos invirtió y hay una inversión millonaria en la zona para el futuro de todo el país, porque consideramos y seguimos pensando que el azúcar es estratégico y este proyecto es estratégico para el país y para defender recursos de azúcar con materia prima nacional. En eso estamos jugados en el sindicato.
Lo que sí decimos es que cuando llega el momento, los trabajadores queremos que se nos tenga en cuenta como se nos tiene que tener en cuenta a los trabajadores rurales, en serio, en todo este proyecto.
A.L. — Una de las preocupaciones que ustedes tienen, es que ALUR es una sociedad anónima. Hoy por hoy es 90% de Ancap y 10% de Pdvsa; se está tramitando que Pdvsa compre un 15% más, y ustedes temen que ALUR comience a cotizar en Bolsa, temen que ALUR cambie de manos.
J.R. — Esa es una inquietud que tenemos porque la empresa puede decir “No, eso no va a ser así”, pero nadie nos asegura que empresas multinacionales e incluso del azúcar que tienen mucho poder a nivel mundial, puedan decir: “Nosotros cotizamos tanto en Bolsa, y tenemos tanto porcentaje de ALUR en este momento, y ya sabemos quiénes pueden ser nuestros delegados”. Entonces, después de que la empresa está saneada, que paga con plata del pueblo uruguayo toda una cosa, ahí vienen estos monstruos y empiezan a absorber el esfuerzo de todo un pueblo.
A.L. — ¿Esos monstruos quiénes serían?
J.R. — Consideramos que hay una empresa internacional muy importante que ha trabajado cuando esto estaba en manos de la cooperativa de productores CALNU, que trabajaban absolutamente vinculados a esta empresa internacional, muy poderosa a nivel mundial.
A.L. — ¿Cuál es el nombre de esa empresa?
J.R. — La empresa Eman, que nadie puede negar que tiene un mercado y que en un momento dado puede también otra vez cotizar en Bolsa.
¿Quién nos puede negar que pueda cotizar en la Bolsa? Entonces, la idea es que hay que pelear el proyecto para el conjunto de la sociedad. Hay que pelearlo y también que sean parte el conjunto de los trabajadores. Si hay riqueza, que se reparta equitativamente en el conjunto, en primer lugar, de todos los trabajadores. Estamos bastante lejos de esa aspiración. Lo que queremos en estos años es lograr ese objetivo para los trabajadores, esa es nuestra inquietud, porque sabemos que los que siguen más jodidos son los asalariados rurales, no solamente en la zona de Bella Unión sino también en todo el país.
En nuestro sindicato no estamos, ni estaremos, y lo dijimos más de mil veces, contra el proyecto. Que quede bien claro eso.
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