Un papel a jugar

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La ONG REPAPEL logró el año pasado donar a escuelas públicas 27.600 rollos de papel higiénico, 4.000 cartulinas y 603 resmas, todos útiles elaborados con papel reciclado.

Entrevista emitida el miércoles 30/07/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

La organización no gubernamental REPAPEL se encarga de recibir papel usado de cerca de 100 empresas y vuelca ese esfuerzo en educación ambiental y útiles para maestros y niños. El sábado 9 de agosto REPAPEL organiza una Jornada de Voluntariado en el parque Villa Biarritz, para recolectar diarios viejos y todo tipo de papel usado. Para conocer más sobre el emprendimiento charlamos con Lucía Beloqui, encargada de comunicación de REPAPEL.

Alejandro Landoni – REPAPEL es una Organización No Gubernamental que desarrolla un programa de Educación Ambiental, centrado en la recolección y reciclaje de papel. Desde 1999 juntan papel de desecho en escuelas y en un centenar de organizaciones patrocinantes, lo trasladan a una fábrica donde se recicla y con él elaboran materiales y útiles de papel reciclado, que regresan a una cincuentena de escuelas públicas. Además se organizan diversas actividades de educación ambiental para maestros y niños.

Según un informe difundido por REPAPEL, el año pasado recolectaron más de 211 toneladas de papel, por un valor estimado de $445.000. Ese papel permitió devolverle a 53 escuelas 27.600 rollos de papel higiénico, casi 4.000 cartulinas y 603 resmas o paquetes de hojas.En este momento, REPAPEL está desarrollando su campaña “Reciclá a Diario” y le pide a las personas que junten diarios en desuso y los lleven a las estaciones Petrobras de Montevideo.

Me gusta ver cómo han crecido en los últimos años. Producción Nacional apoya REPAPEL (no recuerdo hace ya cuántos años). Siempre me alegra cuando entro en Ancap, en algunos bancos, en el Call Center de la empresa Sabre en Zonamérica, en un montón de instituciones —son más de 100—, ver las bandejas y los cajoncitos de cartón donde la gente puede poner el papel limpio, pero que ya no se utiliza más. ¿Cómo es este crecimiento? ¿Cuál fue el trabajo que hicieron en este último tiempo?

Lucía Beloqui – En el 2002 empezó una financiación de la Unión Europea con el fin de que a los tres años REPAPEL fuera una ONG que se sustentara por sí sola. En el 2005, cuando esa financiación se acababa, REPAPEL tenía que hacer una campaña fuerte para buscar nuevos patrocinantes, y sustentarse sólo con el papel donado por estas empresas. Entonces, en el 2005 hicimos eso, hicimos una “cacería” de empresas que quisieran trabajar con REPAPEL y la respuesta fue muy buena, al punto que hoy ya no vamos a buscar más a nadie sino que las empresas vienen a nosotros, y ese fue el gran cambio de REPAPEL.

Somos pocos trabajando, entonces fue una gran ayuda no tener que ir a buscar más. Son sobre todo empresas que están empezando a practicar la responsabilidad social empresarial—, y ven en REPAPEL una buena entrada en este tema, ya que toca varios aspectos además del apoyo a la comunidad, el cuidado al medio ambiente y también las Secciones de Voluntariado, que cada vez más se están llevando a cabo en empresas.

AL – Lo interesante de esto es que ustedes también desarrollan una tarea educativa.

LB – Sí. Más que nada REPAPEL es un proyecto de Educación Ambiental en las escuelas y también en las empresas patrocinantes. La empresa que se incorpora a REPAPEL trabaja mucho con sus funcionarios para que estén al tanto de qué papel se recicla, qué papel no, que hagan una buena clasificación en la interna, y son personas que van adquiriendo el hábito de la clasificación de los residuos, en este caso en el papel, pero son empresas que también clasifican otro tipo de residuos.Son funcionarios que ya están dedicados a este tema. Llevan este tema a sus casas y la idea es que esto se propague.

AL – Es muy sencillo el mecanismo porque en la oficina hay que tener una papelera especial de cartón donde uno en vez de tirar por ejemplo, las hojas de la impresora -que creo que es el caso más frecuente en las oficinas- en el tacho común, lo pone ahí limpio y después forma parte del circuito limpio de recolección que se apila en la organización y después ustedes lo pasan a buscar.

LB – Ese papel se vende y con todo el dinero que se junta lo que se hace es destinar una parte a los fletes, otra parte a toda la parte de Educación Ambiental; talleres en las escuelas, talleres de capacitación docente, y otra gran parte a la compra de útiles escolares de papel reciclado que se entregan a las escuelas.

Lo bueno es que son escuelas conscientes de lo que hacen, porque trabajan el tema de Educación Ambiental en el tema curricular. Entonces, el niño cuando recibe un block con una hoja marroncita sabe porqué tiene pelitos y es marroncita y no es blanca. Entiende lo que es el ciclo del papel, y es básicamente eso. No caer en un asistencialismo sino que el niño participe de lo que después va a tener.

AL – ¿Se “cuelgan” las escuelas con esto?

LB – Muchísimo. Ahora estamos trabajando con 47 escuelas. A partir del año pasado lo que hicimos fue que las escuelas redacten un proyecto de Educación Ambiental para entrar a REPAPEL. Fue un requisito que pusimos para asegurarnos que sean escuelas activas.

Hoy tenemos escuelas en lista de espera, que esperamos poder integrarlas el próximo año. Cuanto más papel recibamos de las empresas, más escuelas vamos a poder entrar al proyecto. Cada vez insistimos más en que sean escuelas que integren a la comunidad, al barrio; que la escuela se transforme en un punto de referencia en el barrio en cuanto a la clasificación de residuos.

AL – Por ejemplo, el equipo de Producción Nacional lleva el papel. Nosotros no tenemos las bandejas de REPAPEL acá porque no tenemos un volumen suficiente como para que se pague y después se lleve el flete. Entonces, lo que hacemos es llevarlo a una escuela pública que está inscripta en REPAPEL, y como nosotros hay un montón de gente del barrio que lleva el papel allí y ahí se ingresa en el circuito.

Me decías que con la plata que recogen, una parte es para los insumos, otra parte es para el área educativa ambiental, otra parte son los propios gastos de la ONG. ¿Hay algún porcentaje que se pueda decir?

LB – Sí. Hay un 40% que va para la compra de útiles escolares, un 10% que va para temas administrativos: alquiler, sueldos, etc.; un 30 o 40% que se va en fletes, y ese 20 o 30 que queda va a la parte de Educación Ambiental.

AL – El costo del flete sigue siendo un porcentaje enorme.

LB – Sí, muy alto.

AL – Recuerdo que en años anteriores era aún más grande porque recogían menos papel.

LB – Ahora, la campaña que hicimos “Reciclá a Diario” la hicimos con Petrobras. Petrobras lo que hizo fue además donarnos vales en combustible para bajar un poco el costo del flete. Este tipo de aportes “en especias” son lo que buscamos de las empresas. No plata porque no es lo que buscamos, sino donaciones “en especias”.

AL – Esto es bueno, porque abre puertas nuevas y distintas. No sólo puede ser papel, sino también puede ser otra cosa. En el caso de los vales de nafta es bien claro.

LB – Medios de Comunicación que nos donan espacios. En esta campaña en especial que se termina el 17 de agosto, El País donó varios espacios de comunicación. Santander donó minutos de televisión. Y así tratamos de mover recursos en ese ámbito.

AL – ¿Cómo va a ser esta Jornada de Voluntariado que están proyectando para el próximo 9 de agosto? ¿Ahora están haciendo la campaña de “Reciclá a Diario” que es sólo de papel de diario?

LB – En las estaciones Petrobras se armaron puestos de recolección, hay un contenedor que lo donó la División de Limpieza de la Intendencia donde la gente puede llevar sus diarios en desuso —todo papel que se pueda reciclar—; específicamente diarios y al final de la campaña se va a sumar al volumen de REPAPEL para devolverle a las escuelas.

En el marco de esta campaña es que el 9 de agosto, el sábado a las 9:30 de la mañana vamos a hacer una gran Jornada de Voluntariado en el Parque de Villa Biarritz donde se van a armar grupos que irán por el barrio a recolectar diarios. Se van a hacer Talleres de Reciclaje de Papel, juegos, etcétera. Está todo el público en general invitado, y a grupos de Voluntariado de empresas.

AL – ¿Cómo es esto de que están asesorando a distintos países para replicar esta experiencia de REPAPEL en México, Venezuela y España?

LB – Fueron instituciones, universidades en el caso de Venezuela, en el caso de Cataluña fue el Ayuntamiento, que se enteraron de REPAPEL a través de Internet y pidieron asesoramiento. REPAPEL es un sistema fácilmente replicable en cualquier lado. España a través del Ayuntamiento hizo un programa piloto en un barrio de Cataluña. En Venezuela fue una universidad la que tuvo la iniciativa y la desarrolló en el entorno y México también fue a través de las universidades.

AL – ¡Qué orgullo para ustedes!

LB – Sí. Además es lo fácil que puede ser replicable algo tan sencillo como puede ser este sistema de recolección y reciclaje. Al igual que está en Montevideo, la idea es llegar al interior del país. Este es un objetivo de REPAPEL que por un tema de recursos y de centralización que hay en Uruguay, que hace que a veces sea bastante complicado, y el papel del interior no puede llegar a Montevideo y se tiene que quedar ahí. Hay todo un tema operativo a resolver que no es fácil, pero ya hay algunas iniciativas que han surgido.

AL – ¿La recolección de papel en desuso puede llegar a ser complicado para ustedes con instituciones grandes, porque muchas lo venden?

LB – Sí. También es real que el precio que le puedan llegar a sacar a ese papel las instituciones públicas (que son las que en general más papel generan), no es tan significativo como para decir: “no, me lo quedo”. Cuando ese dinero tiene un destino por ejemplo, para los empleados, o es un beneficio para la gente de limpieza, entonces ahí sí se torna un poco más complicado. Pero básicamente es una opción: asegurarse que ese papel no va a terminar en el vertedero y que va a tener un fin social. Aunque también si el carrito lo levanta también eso tendrá un buen destino, el tema es qué destino social en el medio, queda ese papel.

AL – Y sobre todo en un circuito limpio y un circuito organizado y formal. Los empresarios o la gente que tenga un emprendimiento y se quiera sumar a REPAPEL así sea, teniendo las bandejitas y los cajoncitos en su propio negocio y directamente yendo a las escuelas a sumarse, ¿cómo hacen?

LB – Pueden entrar a la página web que es www.repapel.org y ahí hay un instructivo. Cualquier persona y empresa puede participar de REPAPEL, si son empresas grandes deben asegurarse de tener lugar para acopiar el papel y que los pasemos a buscar cuando lleguen a unos 300 quilos, y si es una pequeña empresa tendrán o que costear el flete o llevarlo a una escuela pública.A fin de año les enviamos un informe a todos los patrocinantes con el volumen que cada uno donó y qué resultó en útiles ese dinero.

Desgrabación: Martha Ziman

Edición: Lic. Cecilia Álvarez

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