El proyecto Cuenca del arroyo Carrasco apunta al desarrollo educativo, productivo y medio ambiental de la zona, donde están muy cerca las zonas más ricas y más pobres del país.
Con Gonzalo Reboledo y Silvana Nieves, jefes del Plan de Recuperación de la Cuenca del arroyo Carrasco
Entrevista emitida el lunes 08/06/09 en Producción Nacional — 1410 AM LIBRE
La cuenca del arroyo Carrasco es una extensa zona, que abarca unos 200 km2, en la cual habitan 330.000 personas. Los especialistas sostienen que la región concentra las mayores inequidades del país. Allí se encuentran desde las empresas más ricas y prósperas, hasta la gente más pobre que vive en el sur del país. Las Intendencias de Canelones y de Montevideo, con dinero proveniente de la Unión Europea, van a desarrollar un proyecto para transformar esta cuenca que tiene todo tipo de aspectos a tratar, desde lo social, lo productivo, el medio ambiente, etcétera.
Esta zona involucra a diversas localidades. Del lado de Canelones incluye: Toledo, Suárez, Colonia Nicolich y Paso Carrasco, entre otras, y del lado de Montevideo incluye: al propio barrio de Carrasco, Manga, Punta Rieles, Villa García, etcétera. En esta zona está: Zonamerica, el Aeropuerto de Carrasco y el Parque Roosevelt. En la cuenca de Carrasco la mitad de la población no ha superado la educación primaria; el 45% de los habitantes no tiene saneamiento; 45.000 personas están viviendo en asentamientos irregulares, mientras que en el otro extremo — siempre dentro de la región del arroyo Carrasco —, 1/3 tiene alto poder adquisitivo. El 11% de las exportaciones del país nacen de esta zona, en tanto que 4 de cada 10 trabajadores que residen en esta área están ocupados en empleos informales.
Con esta situación como telón de fondo es que este proyecto busca transformar la cuenca del arroyo Carrasco, va a crear una serie de articulaciones laborales, va a fortalecer los servicios de salud, va a levantar una red de espacios para jóvenes y adolescentes e intentarán redimensionar el territorio, entre otras cosas, en un lapso de tan sólo dos años y con la ayuda de unos 3:300.000 euros donados en parte la Unión Europea y en parte el Estado uruguayo.
Para profundizar sobre este Plan de Recuperación de la Cuenca del arroyo Carrasco Producción Nacional entrevistó a Gonzalo Reboledo y Silvana Nieves, responsables del proyecto y representantes por la Intendencia de Montevideo y por la Intendencia de Canelones respectivamente.
Alejandro Landoni— ¿Esto nace de un acuerdo entre las dos Intendencias del año 2006, donde se creó como una suerte de Agenda Metropolitana?
Silvana Nieves — Sí, ciertamente. Agenda Metropolitana, que depende de Presidencia de la República, es una herramienta que también trabaja con el departamento de San José y estas tres Intendencias piensan el territorio como área metropolitana. En este caso en particular, ya había antecedentes importantes como son el boleto metropolitano y algunas otras cuestiones de impacto social, y para el marco del proyecto del Plan Cuenca de Carrasco específicamente la Intendencia de Montevideo y de Canelones financian juntas a una Consultoría para tener un diagnóstico más actual de la situación de la cuenca del arroyo Carrasco.
De ahí surge el plan estratégico, (PECAC), donde en términos generales los intendentes firman este resultado. Si bien no es el PECAC el único insumo que tiene el proyecto para su desarrollo, sí es un diagnóstico muy actual de la situación en todos los órdenes del territorio. A nosotros nos gusta contar que uno de los atractivos más grandes que tiene es que tanto Montevideo como Canelones están desarrollando políticas de territorio desde las diferentes Direcciones de los Gobiernos Departamentales junto con los Gobiernos Locales desde hace mucho tiempo, y se sensibilizan ante la cuestión de que muchas veces los límites jurisdiccionales los ponen las instituciones y no los sentires de la gente.
Entonces, en el marco del programa Uruguay Integra, los Fondos Concursables de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), hay un 60% que es financiado por la Unión Europea y un 40% por el gobierno nacional, se entiende que es una muy buena oportunidad de pensar y articular juntos en uno de los desafíos más innovadores que es el área metropolitana, con una gestión bidepartamental, donde dos gobiernos departamentales puedan aunar fuerzas en las necesidades y en los potenciales de su gente sin los límites departamentales que establecen las jurisdicciones.
A.L. — Me llamó la atención los números que leímos para empezar esta entrevista, ya que en la zona este uno ve la zona balnearia, y en la zona balnearia se pueden hablar de los problemas de la Ciudad de la Costa, pero en esencia vemos un grupo de gente que vive la gran mayoría en una buena posición, pero cuando leemos que en realidad en la Cuenca del arroyo Carrasco y en la zona este — aunque no tan cerca de la costa —, el 45% no tiene saneamiento, situación que también incluye a la gene que vive del lado de Canelones y que también hay 45.000 personas que viven asentamientos y que hay un 38% de trabajadores que son informales… son cifras que asustan.
Gonzalo Reboledo — Me parece interesante su reflexión porque hay dos cosas que tenemos que aclarar cuando hablamos de la Cuenca del arroyo Carrasco: la primera, es que uno tiende a circunscribir al arroyo Carrasco a la desembocadura, pero hay que explicar es una superficie que va hasta Toledo, Puntas de Manga. Son 205 km2, es una superficie bien vasta y bien extensa con una diversidad importante. Hay tres franjas bien delimitadas que nos dan el ordenamiento de la ubicación de la población en función de la propiedad o en función de lo que vale el terreno o la tierra. Una primera franja que va desde la Rambla hasta Avda. Italia, ahí hay un poder adquisitivo alto. Una segunda franja, que va desde Avda. Italia hasta Camino Carrasco, donde hay un poder adquisitivo mediano y al norte de Camino Carrasco, donde comenzamos a tener lasdificultades más grandes en cuanto a poder adquisitivo y a nivel socio-económico. Eso para el lado de Montevideo; en el lado de Canelones es una situación más agravada porque los márgenes son menos tangibles, la correlación es mucho más difusa y empezamos con niveles más preocupantes de problemáticas mucho antes que en Montevideo.
A.L. — Igual se puede hacer una semejanza con el norte de Av. Giannattasio.
G.R. — Exactamente, ahí se ha construido a los efectos de poder administrar de forma eficiente el territorio, espejos entre los Comunales que participan en este proyecto por el lado de Montevideo (Comunales 8, 9 y 10) y las Juntas Locales que participan en este proyecto por la parte de Canelones que son: Paso Carrasco, Colonia Nicolich, Barros Blancos, Suárez y Toledo. Esto es el correlato que existe entre los Comunales y las Juntas Locales de uno y otro lado. Nosotros tenemos como uno de los grandes desafíos de este proyecto, intentar dotar de una nueva forma de administrar el territorio, teniendo en cuenta la realidad por sobre los límites geográficos o departamentales. La realidad permea mucho más el territorio que lo que las Administraciones están posibilitadas o por lo menos mandatadas a hacer.
Entonces, esta diversidad de la que usted daba cuenta, nos desafía a nosotros para empezar a entender que esta diversidad y esta problemática no es de Montevideo o de Canelones; es una realidad de esa región y de esa zona y si nosotros — las Administraciones —, no empezamos a tomar en cuenta a la realidad como un hecho, creo que vamos a empezar a perder más eficacia o eficiencia de la que estamos teniendo. Entonces, ese es el desafío.
A.L. — ¿En estos dos años cuáles son los objetivos que tienen planteados? Por ejemplo, está el tema de articular lo laboral y lo productivo y también hablan de crear redes. ¿A qué se refieren?
S.N. — Dando continuidad a lo último que decía Gonzalo, estos objetivos o acciones puntuales que menciona ahora, son de alguna manera la recolección de datos de lo que tenemos de la participación ciudadana a través de los Gobiernos Locales. Decía al principio que este no es un proyecto que esté innovando en políticas de intervención de territorio con grandes estrategias o con propuestas que los vecinos no hayan escuchado, todo lo contrario; son el reforzamiento o el empujón con algo de dinero que vuelve más tangible la posibilidad de seguir desarrollando las políticas de intervención que los Gobiernos Departamentales venían teniendo, lo innovador es hacerlo sin los límites; hacerlo en una cogestión bidepartamental, pero en realidad, el sistema de redes, la construcción de participación ciudadana, el desarrollo sustentable, la cohesión, los grandes lineamientos que tiene el proyecto son los lineamientos políticos institucionales que sin lugar a dudas Montevideo y Canelones acordaron desarrollar en sus territorios y que vienen desarrollando a través de sus Gobiernos Locales en cada una de estas localidades que hemos nombrado, e inclusive hasta a nivel barrial, y que el proyecto recoge e intenta generar identidad metropolitana donde a pesar de las dificultades de colectividad entre una localidad con otra, podamos juntos pensarnos también en intercambios, en propuestas, en estímulos donde — por poner un ejemplo—, la gente de Manga conozca y se sienta identificada con un perfil y un sentir de la gente de Colonia Nicolich, por buscar dos extremos.
Ahí es donde todas las políticas de intervención van a estar todo el tiempo transversalizándose y buscando de alguna manera, respetar la identidad no sólo de cada uno de los departamentos (el sentir montevideano y el sentir canario) y generar un tercer sentir que implique esta cuestión de área metropolitana.
A.L. —Hay 45.000 personas que viven en asentamientos, ¿cuáles son los objetivos de este plan para esas personas?
G.R. — Primero, voy a complementar la repuesta anterior. Con respecto al tema del trabajo que es un tema que preocupa (y en esta zona especialmente); tenemos varias estrategias.Hay una primera estrategia que está vinculada al medio ambiente. Tenemos estrategias de supervivencia que hace varios años que se vienen desarrollando en la zona que tiene fuerte impacto negativo en el medio ambiente.
A.L. — Hay una gran cantidad de clasificadores que viven a la vera del arroyo Carrasco y que tiran de residuos.
G.R. — No sólo del Carrasco, también del Chacarita y de todos los afluentes que tiene el arroyo Carrasco.
A.L. — También está el tema del humus; de sacar turba y ahí (como en el tema de los clasificadores), hay gente que tiene empresas formales que les compra y están en “la línea gris” de lo informal a lo formal, también hay muchos viveros que compran, que trabajan y que trafican con esta tierra también, y me imagino que habrá fábricas e industrias que están echando los desechos a estas aguas. O sea, que el tema medioambiental es un tema muy complejo.
G.R. — Conociéndolo no me sorprende que esté tan informado del tema y me viene muy bien su diagnóstico porque es parte de la respuesta. Nosotros allí tenemos instalada una estrategia de supervivencia en la que la parte más delgada es la gente que vive en la informalidad, pero quienes los empujan o quienes están detrás de esa informalidad son los que realmente les sacan el provecho económico a esto y son los que presionan para que esto no se modifique.
Entonces, tenemos un primer desafío que consiste en que cuidando el medioambiente, tratando de preservar este recurso natural raro en nuestro país, porque no existen humedales o zonas con esta riqueza o variedad en abundancia en nuestro país; tratando de cuidar eso tratar de formalizar a la mayor cantidad de gente que vive de esta forma, para que puedan insertarse en un sistema legal o formal, en un mercado que necesita que esto suceda de esta forma. Va a haber gente que quede fuera de esto, porque no todos van a poder seguir viviendo en la forma en la que lo están haciendo, entonces va a haber un primer perjudicado que será el empresario que les compraba a un precio despreciable insumos que él vendía a precios importantes, no sólo en el mercado nacional porque también exportan la turba. Y va a haber un segundo perjudicado que es de todo el universo de población que vive de esto, habrá una parte que no va a poder seguir viviendo de esta forma. Estamos trabajando en el diagnóstico de cuántos son y el impacto que eso tiene para ver cuántos pueden seguir viviendo de esto, y vamos a formalizar a los que sin perjudicar el ecosistema puedan seguir trabajando de esto.
Otra parte; en estos momentos estamos haciendo contacto con empresas de la zona, — que como usted bien decía aquí se produce el 11% de las exportaciones —, viendo cuál es la mano de obra que ellos necesitan para capacitar a estas personas en ese tipo de tareas e insertarlos laboralmente en la zona en la que viven.
Aquí tenemos una primera estrategia: tratar de resolver un problema de contaminación y de empobrecimiento del medioambiente formalizando a la gente que vive de esta forma y tratando de incorporar al mercado laboral formal a otro porcentaje de esta misma gente. La segunda, son los clasificadores. La forma en la que hoy se clasifica y los métodos que están utilizando son perjudiciales en primer lugar para ellos mismos, porque van en contra de su salud; impactan negativamente contra el arroyo y sus afluentes y fomentan en trabajo infantil porque hacen la clasificación en sus propios hogares.
En este momento, nosotros estamos desarrollando una estrategia; estamos comprando maquinaria para incorporarle valor agregado al producto que ellos hacen, que hoy se los compran empresas que lo hacen; tratando sacar ese trabajo de sus propias casas y llevarlo a un lugar diferente para que exista un lugar de la casa y de la vida privada y un lugar del trabajo, donde sean cosas distintas y los niños vivan en su hogar con sus padres en un contexto distinto al del trabajo y además que se les incorpore valor agregado. Esta es una segunda estrategia, es decir que queremos volcarlos también al mercado formal e incorporarles valor agregado para que no dependan de intermediarios como pasa hoy en día. Ya hay experiencias de esto, no estamos innovando sólo queremos incorporar más gente a esta experiencia.
Y hay una tercera estrategia que tiene que ver con los ladrilleros. Esto es ya más al norte (no están recostados al sur y a la desembocadura del arroyo), pero tenemos una cantidad importante de ladrilleros que sufren estas consecuencias negativas del medioambiente y ahí tenemos una cantidad importante de niños trabajando en sistemas familiares de producción. Ahí vamos a tratar de incorporar, darles cursos de Administración de Pequeñas Empresas y tratar de cooperativizarlos, y obviamente, dotarlos de estrategias para que no tenga que trabajar toda la familia en este método de supervivencia.
A.L. — Hace unos días hubo cuestionamiento de parte de algunos ediles de la oposición y de algunos medios de prensa por el valor de los sueldos que se pagan a los asesores que trabajan en el programa, entre $ 30.000 y $ 52.000, pero también cuestionaron los criterios de selección de los técnicos que trabajan. Ustedes que son los jefes del proyecto, ¿cómo fueron elegidos para esta desarrollar esta tarea?
S.N. — Tanto Gonzalo como yo somos los únicos funcionarios de contratación pública; nosotros cumplíamos funciones dentro de nuestras Intendencias y somos una contraparte directa al proyecto en sí mismo. Respecto a los asesores de los que habla la nota, es un llamado que realiza la OPP para el programa Uruguay Integra, donde genera bolsas de técnicos de diferentes profesiones y es la misma metodología para los ocho proyectos que ganaron en primera instancia y para los siete que fueron en esta segunda instancia seleccionados. Quienes tuvieron la oportunidad de escuchar en el lanzamiento las acotaciones que se hacían respecto a ésto tienen toda la información pública a disposición. Es un llamado que está presentado en un banco de datos en la OPP y fue absolutamente legítimo.
A.L. — Los costos son sueldos que la Unión Europea fija o avala. Son sueldos que están entre $ 40.000 y $ 52.000 por mes más o menos.
G.R. — Van desde los $ 20.200.
S.N. — Sí, pero son sueldos que no quedan en la mano, son metodologías diferentes a la del prototipo de los funcionarios públicos o la de algún otro trabajador. Son contrataciones de obra, lo que implica que el técnico tiene que hacerse cargo contra factura de todos los gastos de impuestos estatales lógicos que tiene cualquier trabajador. No es la plata que le queda al técnico en la mano ya que paga IRPF, 20% de IVA, etcétera.
A.L. — Con respecto al cuestionamiento de cómo habían sido elegidos, veo en esta nota que salió en el diario El País la semana pasada dice: “El jefe del proyecto es Gonzalo Reboledo, es dirigente de la Corriente Popular liderada por el embajador en Chile Carlos Pita. Una de las asesoras contratadas que es la que gana $ 22.200, es una de las hijas de Pita y el secretario administrativo que es asesor de este proyecto, fue suplente de Pita en las últimas selecciones”.
G.R. — Aquí adhiero al dicho de un amigo mío que decía: “No hay mentira más grande que una verdad a medias”. Es una verdad a medias, por lo cual es una mentira enorme. Primero, si bien es cierto que la secretaria del proyecto es una de las hijas del embajador en Chile, también es cierto que ingresó por los métodos que describió Silvana y no es asesora, es secretaria. No es cierto que haya otra persona que sería el suplente de Pita en las últimas elecciones porque el suplente de Pita en las últimas elecciones era yo. No sé a quién se refiere el periodista, capaz que está confundiendo y se refiere a mí mismo.
A.L. — La nota fue escrita por Eduardo Barreneche en El País y el periodista se refiere al secretario administrativo.
G.R. — Hay dos secretarias administrativas, una es la que ya nombramos y la otra es una compañera que es pase en Comisión, por lo que no sé a quién se refiere. Pero de todas formas nosotros teníamos una base de datos que nos envió la OPP, de esa base de datos elegimos a los mejores candidatos que teníamos para elegir y no tengo problema en reconocerlo; todos los que fueron seleccionados fueron seleccionados con este nivel de transparencia porque es la fórmula que nos brinda la OPP y que está aprobada por el PNUD, la misma fórmula que tienen los ocho proyectos que fueron aprobados así fue como los elegimos, esto es público. El expediente fue al Tribunal de Cuentas que no realizó objeciones.
A.L. — ¿De quién puede ser el interés de pasar esta información a la prensa?
G.R. — No sé de quién es el interés, lo que sí me parece que estamos perdiendo minutos preciosos en los cuales podemos decirle a la gente las cosas que vamos a hacer en la cuenca, me parece que ahora nosotros estamos en una tarea militante, tratando de conseguir la mayor cantidad de voluntades posibles para que nos ayuden con esto, porque en dos años no les vamos a cambiar radicalmente la vida a las personas que viven allí. Esto es un proceso de largo aliento que se inicia con esto y me parece que dedicarle cinco minutos está bien, pero dedicarle más tiempo a esta parte… No sé de quién es, realmente no quiero seguir indagando en esto, hecha la aclaración; los documentos son públicos, el periodista seguramente tuvo acceso a los mismos y no siguió profundizando.
Esto pasó el viernes, de hecho me hizo una nota que nunca la publicó donde aclaré lo que estoy aclarando ahora. Lamento que yo no haya tenido la misma oportunidad de salir con las respuestas que le acabo de dar en el mismo medio y con la misma extensión, pero esto corre por cuenta por quien hizo el artículo. No tengo problema en seguir hablando de esto, pero me gustaría sinceramente contar todo lo que tenemos para hacer.
A.L. — ¿Pero podría llegar a haber un interés de alguien o de algún grupo en poner piedras en esto?
S.N. — Nosotros cuando repensamos este tipo de estrategias que apuestan a la participación ciudadana y al desarrollo local, estamos convencidos que en dos años de mucha vulnerabilidad, que este compromiso lo asuman dos Gobiernos Departamentales absolutamente convencidos de que valen la pena, van a tener muchísimas piedras en el camino. Nuestro enfoque está puesto en que el proyecto brille en sí mismo por lo que es, es una oportunidad para ambos gobiernos sin lugar a dudas es especial, importante y que permitirá un desarrollo que va más allá de las voluntades personales.
Nosotros hasta ahora no hemos mencionado que tenemos socios y colaboradores en este proyecto, socios que no son de talla menor como el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Desarrollo Social y la propia Administración Nacional de Educación Pública.
A.L. — Esto engrana con políticas nacionales.
S.N. — Por eso mismo, la articulación de todas esas políticas en territorio son algo que nos alienta y nos hace pensar en un país que está poniendo las energías en articular sus políticas a beneficio del territorio, y siempre cuando hablamos con los socios y conversamos determinadas políticas de intervención, decimos que los compromisos no son con las personas, son o con los Ministerios o con los Entes Públicos, o con las Organizaciones no Gubernamentales (que lo estamos haciendo), o con los Gobiernos Locales que también lo estamos haciendo. ¿Qué está significando esto? Que estamos apostando a más, a que sean compromisos institucionales y no personales.
A.L. — Quedó planteada la pregunta del primer bloque: hay 45.000 personas que están viviendo en asentamientos, ¿qué solución les van a dar a esta gente?
S.N. — La mayor cosa que decimos con humildad, es que 3:000.000 de euros y 24 meses de ejecución no pueden nunca tener la soberbia de plantearse mejoras sustanciales a 45.000 personas. Lo decimos porque nos parece honesto con la gente, con los vecinos y con la población a la que las Intendencias se deben. Lo que sí, generalmente fotografiamos es esta cuestión de decir es que hay mucha de esta población, — de la que estamos convencidos de que vamos a poder mejorar su calidad de vida —, y hay mucha otra de la que estamos convencidos de que les abrimos una ventana nueva donde podrá ver algunas cosas que no ha tenido oportunidad por su condición de vida de apreciar.
Insisto, estamos absolutamente convencidos porque así es como entienden las Intendencias que funciona esa cuestión, de que esa respuesta la va a dar el ciudadano en la media en que se involucre, se comprometa y que defina nuevas opciones de vida. No hay recetas en esto; no tiene todas las alternativas el proyecto y por sobre todas las cosas tiene el gran desafío de la sostenibilidad y la sustentabilidad del mismo y eso implica de alguna manera que no es el Plan Cuenca del arroyo Carrasco el que resuelve con estos 3:000.000 de euros y 24 meses, la vida de esta gente. Es el compromiso y el involucramiento de esta gente con el proyecto en sí mismo y con la sostenibilidad que deberán darles nuestros Gobiernos Departamentales.
G.R. — Solamente quiero contar una estrategia que tiene que ver con estas 45.000 personas. Los Talleres Metropolitanos de la Construcción y el Hábitat; este es un programa que se está empezando a desarrollar en los próximos días, es un proyecto que trata de involucrar a la propia gente que va a ser en algún momento realojada, a aprender las artes y los oficios de la construcción. La gente va a empezar a aprender a construir primero los materiales con los que van a construir sus casas y después van a terminar construyendo sus casas y no sólo sus casas sino el entorno en donde van a ser realojados: plazas, salón comunal… compartir con los vecinos con los que va a vivir por mucho tiempo y la idea es que exista una apropiación del propio vecino que va a ser realojado, del lugar donde va a vivir.
A.L. — ¿Ya se sabe dónde van a ser realojados?
S.N. — Seguro que va a ser en la localidad de Paso Carrasco.
G.R. — Todavía estamos tratando de resolver un problema que tenemos con el terreno.
A.L. — ¿Algunas de estas personas o todas?
G.R. — Algunas.
S.N. — Por eso insistimos en que no hay solución en número y además la mejora de calidad de vida es una definición que nosotros apostamos a que cada uno de los ciudadanos la mida según su vara. Por lo tanto estamos convencidos de que como responsabilidad departamental hay acciones concretas que son de responsabilidad institucional y otro montón que son de sensibilización a la población, para que asuma la responsabilidad de su vida y de las generaciones que le siguen.
A.L. — ¿Los que quieran comunicarse con el Plan de Arroyo Carrasco adónde lo pueden hacer?
S.N. — Estamos ubicados en Couture y Costa Rica en La Vaquería que es un edificio que es Patrimonio Histórico: es un reciclaje que hace el proyecto para tener en Carrasco sur una centralidad y que va a ser en nuestro despliegue en el 2010 de usufructo del Gobierno Local y los teléfonos de contacto son: 6048600 y 6048650. Las puertas abiertas para todos los vecinos.