«La Universidad tiene una concepción amplia del sector productivo, que trasciende la empresa privada»

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La coordinadora de la Unidad de Relaciones y Cooperación de la UdelaR, Mariana Mendy, puso ejemplos de vinculación de la universidad con sindicatos o cooperativas.

Mariana Mendy, Relaciones y Cooperación de la UdelaR con el sector productivo

Entrevista realizada el 11/08/2009 en Producción Nacional en radio AMLIBRE

La Universidad de la República posee una Unidad dentro de los Servicios de Extensión, la Unidad de Relaciones y Cooperación, que se encarga de entablar puentes con el sector productivo. A través de la identificación de problemas en el campo de la producción, la Universidad busca interactuar con los actores relacionados y encontrar soluciones en conjunto.

 

Algunos de los objetivos de esta unidad son, entre otros, definir los actores; definir los problemas; apoyar a las organizaciones productivas, desde empresas recuperadas hasta gremios e incentivar la construcción de proyectos cooperativos.

 

En el cierre del ciclo sobre Vinculación entre la Academia y el Sector Productivo, la coordinadora de la Unidad de Relaciones y Cooperación del Servicio de Extensión de la UdelaR, la socióloga Mariana Mendy, explica su visión sobre el relacionamiento de estos dos sectores. Además, Mendy menciona ejemplos concretos de trabajos que la Unidad desarrolla junto con sindicatos, el Pit-Cnt o cooperativas, actores sociales que, “en el conjunto de las relaciones de producción, son los que están más desfavorecidos”.

 

Alejandro Landoni — ¿Cuándo se creó esta Unidad?

 

Mariana Mendy — La Unidad tuvo muchos avatares institucionales. Se creó en el año 1992 y en ese momento dependía directamente del Rectorado, después por el ’94 pasó a depender de la Dirección General de Relaciones y Cooperación y a fines de 2006 pasamos a ser parte del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio, que es nuestra actual pertenencia institucional y la que creemos más adecuada de acuerdo a las funciones que tenemos.

 

A.L. — La Universidad de la República tiene en la Extensión uno de sus pilares básicos y de hecho se han realizado experiencias desde hace varias décadas, sin embargo a nivel productivo los distintos actores reconocen que hay falencias. En este ciclo lo han reconocido desde los dos lados; las personas vinculadas a la investigación universitaria, así como también las personas que han venido del sector productivo.

De hecho a veces se habla de que llegan a hablar idiomas totalmente distintos y de ahí es que surge la figura del Vinculador.

¿Cómo lo ve Usted? ¿Se habla en lenguajes distintos?

 

M.M. — Esa pregunta es complicada. A veces sí, pero depende del enfoque que uno adopte.

Evidentemente que trabajar en áreas distintas de actividad implica hablar lenguajes distintos, pero eso no significa que no pueda haber entendimiento.

En nuestro caso, y lo hago extensivo a todo el Servicio de Extensión, a las distintas Unidades que hay además de la nuestra; ese entendimiento hay que construirlo. Entonces, aplicar metodologías que permitan dialogar; definir los problemas y generar conocimiento y soluciones a partir de problemas.

Como que no nos situamos en un enfoque desde la oferta: “tenemos esto para ofrecer y a usted le sirve o no”, ni desde la demanda, en el cual el actor productivo dice: “Necesito a, b, y c” y el actor universitario prepara ese pedido.

Creemos hay una actividad de construir ese diálogo permanente, que lleva tiempo; lleva años.

 

A.L. — Es bien interesante. De hecho para la Universidad eso es un gran desafío.

Recuerdo que ni bien asumió el actual Rector Rodrigo Arocena que estuvo en Producción Nacional, decía que la Universidad de la República tiene muchos pilares, que eran las Facultades, y que faltaban las vigas, ese conocimiento transversal a distintas disciplinas, que en el caso de la Universidad no sólo son distintas disciplinas, sino que son distintas Facultades; cada una con su presupuesto; cada una con sus problemáticas y con sus profesores y que faltaba unirse.

Justamente ahora, la Universidad está haciendo un gran esfuerzo en ese sentido.

 

M.M. — Sí, está haciendo un esfuerzo importante en el sentido de apostar a la interdisciplinariedad. Días atrás cuando conversamos hablamos del PIM (Programa Integral Metropolitano), que es una de los ejemplos más claros de apuesta al intercambio y a generar una cosa nueva a partir del trabajo de disciplinas distintas.

 

A.L. — ¿Cómo encaran ese trabajo? Usted decía primero dialogar, definir problemas y buscarle las soluciones. Bien interdisciplinario.

 

M.M. — Claro, lo que tratamos que en función de los actores con los que trabajamos…

 

A.L. — ¿Cuáles son los actores?

 

M.M. — Básicamente grupos de trabajadores; sindicatos; hemos trabajado también con empresas recuperadas; con cooperativas.

En el Servicio Central de Extensión, además de nuestra Unidad hay un Programa que es bien interesante que es una Incubadora de Emprendimientos Asociativos y de Economía Popular, que también es una experiencia de trabajo con el sector productivo bien interesante.

¿De qué actores estamos hablando? De aquellos actores que en el conjunto de las relaciones de producción, son los que están más desfavorecidos.

 

A.L. — ¿Eso es una definición?

 

M.M. — Eso es una definición conceptual. Cada modalidad de trabajo y cada enfoque tiene un marco conceptual atrás o algunas ideas a partir de las cuales uno plantea el trabajo.

 

A.L. — ¿No trabajan con una empresa privada?

 

M.M. — Sí, hemos trabajado. Eso no implica negarse. Implica que los actores acuerden trabajar en determinada forma. Construir el conocimiento.

Por ejemplo, en el caso de una empresa recuperada, o de un conjunto de trabajadores que quieren por ejemplo definir un proyecto porque piensan que su empresa está por cerrar y quieren ver cómo pueden armar un proyecto para continuar con ese emprendimiento; lo que tratamos es de generar en conjunto las capacidades para que esos actores puedan ir definiendo sus problemas, y obviamente que no los van a solucionar a todos, pero por lo menos puedan encontrar las vías de, y saber dónde están las respuestas a las preguntas que se hacen, porque si no es como una protección permanente: Si nosotros lo hacemos por ellos cualquier avatar de la vida hace que mañana no se tenga más contacto o lo que fuera y quedan desprovistos de esta herramienta.

La idea es que estos actores puedan fortalecer sus capacidades de hacerse preguntas, buscar soluciones…

 

A.L. — ¿Cómo se acercan estos grupos en particular a la Universidad de la República? ¿Sale de ellos o van ustedes? ¿Los visitan; identifican áreas? ¿Cómo se da esa relación?

Le pregunto porque en el sector productivo son muy pocos los que ven en la Universidad un lugar para ir a buscar soluciones. Muchos se acercan y las encuentran, pero cuando uno tiene un problema que quiere solucionar en su empresa, en su cooperativa o en su sindicato, pocos son los que dicen: “Voy a preguntarle a los que más saben que son los de la Universidad de la República”. ¿Cómo lo vive usted?

 

M.M. — En primer lugar, está el mito de que los que más saben son los de la Universidad de la República, pero creo que todos tenemos “saberes” de alguna parte de los procesos productivos; de la realidad productiva y la cuestión es justamente poder encontrarlos.

Nos pasa que es difícil porque es parecido a “qué es primero, ¿el huevo o la gallina?”, porque en realidad tenemos una trayectoria de trabajo en la cual uno genera toda una serie de relaciones por ejemplo, con lo que son sindicatos y empresas recuperadas. Por ejemplo, allá por el 2003 llegaron a la Unidad algunos trabajadores de Funsa, y a partir de eso se planteó un trabajo y seguimos trabajando con diversas empresas recuperadas.

Cuando pasé a formar parte de esta Unidad, la Unidad ya tenía una trayectoria de trabajo con sindicatos y con grupos de trabajadores. Yo asistí al período en el cual generalmente vienen y vienen cada vez más en forma diferente. Al principio venían mucho en esa tesitura: “Necesitamos que nos resuelvan tal problema”.

La mayor parte de las veces no los podemos resolver y otras veces lo derivamos a otros Servicios Universitarios cuando son cuestiones muy puntuales, y ahora como que han adquirido esta metodología de trabajo.

¿Cómo generamos un espacio para discutir tal tema? ¿A quién tenemos que convocar?

¿Cómo hacemos para armar? Tienen esa actitud de construir que es un poco nuestra metodología: “Tenemos que construir una realidad distinta en base a que el sector productivo tiene todos esos problemas”.

Usted señalaba el tema de los distintos lenguajes y del divorcio y creo que eso es parte del problema productivo; que todos los actores productivos tienen problemas y no se termina de conformar un sistema más aceitado.

Es difícil, no sé si en algún lado habrá un sistema súper aceitado porque también pasa que hay ejemplos internacionales donde el trabajo de Extensión hacia las empresas es solamente ese: estar conceptualmente vinculado a un trabajo a partir de demandas de empresas y con empresas y empresarios, y nuestra Universidad — más allá de todos estos problemas —, tiene una concepción amplia del sector productivo que trasciende a la empresa privada.

 

A.L. — Sí, de hecho en esto se ve participación de los trabajadores, los sindicatos, las cooperativas, las empresas recuperadas.

 

M.M. — Claro, pero más allá de nuestra Unidad y el Servicio Central de Extensión, por ejemplo, en la línea de llamados a proyectos de investigación con el sector productivo de la Comisión Sectorial de Investigación Científica, donde tiene que intervenir un actor productivo, la numeración de actores productivos trasciende la empresa privada, y además teniendo en cuenta que en Uruguay por ejemplo, las empresas locomotoras (o que deberían ser más locomotoras de desarrollo), son públicas.

El sector productivo uruguayo es particular.

 

A.L. — Estábamos en la parte del diálogo, Usted dijo que en la Unidad de Relaciones y Cooperación con el sector productivo de la Universidad, primero dialogamos, después definimos los problemas y después buscamos las soluciones. Se hace en forma participativa con los grupos que se acercan.

Definir los problemas… ¿Cómo se tramita en la interna de la Unidad a quién le dan la atención; a quiénes no; qué tipos de servicios les pueden dar?

 

M.M. — Generalmente vienen, se plantea un problema. Digamos, el venir es un llamado o efectivamente venir y a continuación vamos nosotros hacia el lugar del problema, y ahí ya empezamos a construir una relación.

Muchas veces se trata de demandas muy puntuales que sabemos que hay Servicios de la Universidad de la República que los pueden resolver sin ningún problema. Ahí estamos en el caso de actores productivos con capacidad para definir… “Tenemos determinado problema”, y es muy claro que ese es el problema y ahí se ve, porque puede ser campo de diversas disciplinas el problema que tenga. Puede involucrar conocimientos de Química, Ingeniería, Arquitectura y hasta de Historia, de todo.

En otro caso, vienen diciendo “Tenemos algún problema”. Concretamente un proyecto que tuvimos nosotros en el ’96 con una empresa que estuvo en este programa, Urutransfor.

Nuestra Unidad hizo un proyecto muy interesante con las empresas hace muchos años.

La demanda era: “Tenemos problemas de relaciones laborales. ¿Qué hacemos?”. Vinieron los empresarios y los trabajadores y tuvimos muchas reuniones y en realidad, era un tema de organización del trabajo. Había una organización del trabajo, un problema claramente social, que no daba cuenta de la potencialidad productiva que tenía esa Unidad Productiva.

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