ONGs dedicadas al microcrédito: el fin es social

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El gobierno busca promover el desarrollo de un mercado sustentable de microfinanzas, impulsando con un aporte de U$S10.000.000 a instituciones especializadas en otorgar microcréditos.

Con Rosana Fernández, gerente de Créditos de Fundasol

Entrevista emitida el jueves 24/07/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE
El gobierno busca promover el desarrollo de un mercado sustentable de microfinanzas, impulsando con un aporte de U$S10.000.000 a instituciones especializadas en otorgar microcréditos y otros instrumentos para las micro y medianas empresas. Sin embargo, organizaciones como Fundasol vienen trabajando desde hace más de dos décadas en ese terreno, atendiendo a este sector de la economía y sociedad uruguayas.

Alejandro Landoni – Continuamos con el ciclo sobre Microfinanzas. El Programa Nacional de Microfinanzas para el Desarrollo está funcionando en la órbita de DIPRODE en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, está destinando U$S10.000.000 para desarrollar un mercado sostenible de microfinanzas en Uruguay.

No sólo hablamos de microcrédito sino también de seguros, de ahorros y de una larga serie de servicios financieros que son innovadores y adecuados a la realidad de un sector compuesto por unos 200 mil micro y pequeños empresarios, tanto formales como informales.Como ya se planteó en este ciclo, este Programa de Microfinanzas para el Desarrollo no es el encargado de dar los microcréditos directamente, sino que abre algunas líneas de crédito a instituciones que están especializadas en esta materia. Esa es una de las muchas funciones que tiene este programa, que también quiere brindar un marco regulatorio y normativo para las microfinanzas en el Uruguay.

Fundasol es una de las 15 instituciones que están especializadas en microcrédito en Uruguay. Solamente el año pasado, Fundasol otorgó más de 9 mil microcréditos. Si contamos todos los microcréditos que otorgó Fundasol desde el año ’79 (año en que comenzó a funcionar), nos da una cifra que supera los 70 mil préstamos con casi U$S90.000.000 de microcréditos concedidos. Por eso les decíamos que es una institución especializada en el microcrédito.

Fundasol conforma la denominada Mesa de Microfinanzas (integrada también por la cooperativa ACAC, grupo CONFIAR, Corporación Nacional para el Desarrollo, FEDU, FUCAC, FUCEREP, FUAM, FOGAR (Fdo.de Garantía), GRAMEEN URUGUAY, IPRU y SAINDESUR S.A.). ¿Qué es esta Mesa exactamente?

Rosana Fernández – En realidad todo comenzó por el año 2005, no sé si ustedes recuerdan que ese año fue designado por la ONU como el Año del Microcrédito, en virtud de lo cual todas las entidades que estábamos trabajando en microfinanzas en el país o las que estaban queriendo comenzar a trabajar con este tema, nos juntamos para hacer un Seminario. Entonces nos juntamos y comenzamos a trabajar sobre la temática.

Fue un Seminario dirigido a la opinión pública, un poco para poner el tema sobre el tapete, para que se visualizaran las diferencias que implicaba hacer microfinanzas; qué se estaba haciendo; qué cosas estaban todavía por hacer.Fue un Seminario de dos días que contó con panelistas internacionales, gente del Banco Interamericano de Desarrollo, gente de entidades líderes, como FIE.

AL – ¿Qué es la FIE?

RF – Es una ONG boliviana que comenzó hace un par de décadas a trabajar con microfinanzas que hoy por hoy ya pasó a ser parte de una actividad regulada con un desarrollo muy importante en el mercado boliviano.

El origen de la Mesa no fue que las instituciones se agruparan para crear la Mesa, sino que a raíz de la preparación de este Seminario se comenzó a trabajar conjuntamente.Luego de ese trabajo que llevó un par de meses, —armar el Seminario, lo que se iba a presentar, etc.—, se fue generando una especie de comunidad de valores, que de alguna forma después se dio casi naturalmente que las instituciones siguieran trabajando frente a problemas o temas en común.Por ejemplo, luego se decidió continuar con este grupo, ya llamándolo “Mesa”, para oficiar de interlocutor del área privada del Programa Nacional de Microfinanzas.

AL – Las instituciones que están dentro de la Mesa de Microfinanzas actúan como un interlocutor privado ante este programa que es del gobierno.

RF – Exactamente. El fin de la Mesa, —más allá de profundizar y de trabajar en el tema de microfinanzas, compartiendo determinados valores—, es justamente es el desarrollo del mercado. Quienes participamos de la Mesa de alguna forma estamos convencidos de la importancia de las microfinanzas como una herramienta (no la única, pero sí una importante), que puede incidir en la lucha contra la pobreza, que puede incidir en mejorar las condiciones de la población más vulnerable.

En el devenir de los acontecimientos surgieron temas que fueron dándole sentido a la Mesa, por ejemplo: se discutió en este período que terminó en diciembre del año pasado, la prolongación de la nueva Ley de Usura que incluye una categoría; no sé si es tan claro, pero en general, la Ley de Usura pone topes a la tasa de interés.

AL – Unos topes que son bastante altos.

RF – Esta nueva Ley pone topes del 60% en las tasas medias que publica el Banco Central. Se logró que dentro de la categoría que hasta este momento eran categorías de créditos a las familias, o sea, Consumo; hay también una categoría Viviendas y una categoría a Empresas; que hubiera una distinción dentro de las empresas: crédito a MYPES y crédito a otras empresas más grandes. Porque sucedía que en realidad la referencia para fijar estas tasas medias son los Bancos, entonces la mayoría de las empresas a las que prestan los Bancos son empresas grandes que manejan volúmenes altos; entonces los costos operativos en relación a esos volúmenes que se operan son mucho más bajos.

Esto se debe a que el costo de análisis de un crédito de U$S1.000.000, o un costo de análisis de un crédito de $10.000 puede ser muy parecido, entonces en relación al monto que se opera no tiene nada que ver; entonces, fijar condiciones similares desestimulaba a que hubiera una oferta hacia el sector MYPES como crédito de empresas y que las instituciones la atendieran por créditos Consumo con condiciones no apropiadas en plazos ni en tasas.

AL – Ahí Fundasol tiene una gran experiencia en el tema de microcréditos. Microcrédito no quiere decir crédito chico sino que quiere decir que se trata de un crédito otorgado con otra tecnología.

RF – Cuando hablamos de microcrédito nosotros no nos referimos sólo al monto, sino que nos referimos a una forma de trabajo. En general, los solicitantes de este tipo de crédito es gente que trabaja por su cuenta, artesanos, gente de oficio; en algunos casos formales pero otros informales.

Es gente que si se quisiera hacer una evaluación como se hace tradicionalmente desde la Banca, mirando Balances, mirando documentación; es imposible. La única forma de poder dar crédito, de poder evaluar la capacidad de pago de esta gente es trabajando en el campo. Muchas veces la información la recabamos nosotros mismos. El Oficial de Crédito va a visitar al microempresario y a parte de la información que haya podido presentar tiene que hacer una evaluación in situ y muchas veces, lo que podría parecer un Balance muy simple de la empresa, lo hace en el momento.

AL – Cuando usted se refiere a que se hace trabajo en el “campo” se refiere a que se realiza trabajo en la calle.

RF – En aquellos lugares donde está ubicada la empresa.

AL – Que no es trabajo de mostrador, ni de escritorio.

RF – Exactamente. Yo creo que el Oficial de Crédito que es una figura clave en esta metodología de microfinanzas es muy poco el tiempo que está en el escritorio, más allá de arreglar sus papeles, hacer algunas llamadas telefónicas o coordinar visitas muchas veces. La mayor parte del tiempo está en la calle visitando a los microempresarios, allí donde estén.

AL – Recuerdo que en una entrevista anterior que le realizamos, usted contaba que el Oficial de Cuenta que está en la calle se convierte en un asesor privilegiado para el pequeño empresario que pidió ese microcrédito, porque lo acompaña permanentemente y lo asesora muchísimo acerca de cómo puede hacer para mejorar su negocio.

RF – Exactamente. La experiencia que va acumulando el Oficial de Crédito es clave. Un Oficial puede manejar 200 o 300 clientes, luego que tiene por ejemplo 10, 20 o 30 almacenes, ya sabe perfectamente cuáles son los puntos fuertes y débiles que puede tener ese tipo de negocio. De alguna manera con su experiencia y con el vínculo que fue generando con el microempresario que es clave a la hora del repago, se transforma en su asesor. Va a hacer una inversión y antes lo consulta para saber qué le parece. Muchas veces nos pasa que nos preocupa mucho el destino del dinero, nos importa que la inversión que va a hacer, —por lo menos en términos razonables—, esté bien. Que lo que va a hacer lo ayude a mejorar y no que lo hunda.

Por ejemplo, a menudo nos ocurre que viene un quiosco pequeño y quiere poner una fotocopiadora. El primer consejo es que no compre la fotocopiadora; primero arriéndela, alquílela, vea cuántas copias hace y sacamos las cuentas de si le conviene comprarla o seguirla arrendando.Y ese tipo de cosas es lo que hace la diferencia entre un crédito Consumo que se obtiene en el momento en forma más ágil y posible pero que después la tasa es mucho más cara y a quien le da el crédito no le importa si le va bien o si le va mal. Esa es la diferencia.

AL – ¿Cómo se arregla lo de la tasa de interés? Nosotros tenemos un crédito de monto pequeño o moderado, que implica un gasto enorme para la entidad que lo da porque tiene que abandonar el local, el escritorio y llegar a la gente en el barrio y estar allí, incluso hay temas de garantías que también adolecen este tipo de pequeños empresarios de los que estamos hablando. Todo esto me da que la tasa de interés tendría que ser muy importante.

RF – Bueno, hay temas de escala. Los componentes de la tasa de interés, por un lado está el costo del fondeo, luego el costo operativo que es lo que decimos, que en relación a los montos es mucho más caro.

AL – El fondeo es el dinero que se le da a la institución.

RF – Exactamente. Fundasol toma préstamos; por ejemplo la Corporación Nacional para el Desarrollo a través del Programa de Microfinanzas para volcar a la gente tiene un costo de ese dinero que toma prestado. Por poner un ejemplo, el costo operativo —el costo del Oficial dentro de toda la estructura administrativa—, y puede haber también un costo incobrable que es el dinero que no vuelve por un préstamo que no se paga.Después también hay un plus que en nuestro caso en el que el fin de lucro prácticamente no existe, pero puede haber un plus de utilidad en aquellas instituciones que sí tienen un fin de lucro. Hay determinada tasa de interés.

Como le decía al principio, hoy por hoy las tasas están realmente bajas. ¿Cómo se pueden hacer sustentables esas tasas? Únicamente por un tema de volumen, de escala. Para eso hay que manejar muy bien el tema de las concentraciones, hay que tener un Oficial asignado a una zona geográfica para reducir los tiempos de traslados y de optimizar, porque en la medida que va a visitar un barrio; esta persona va a visitar nuevas solicitudes y va a hacer seguimiento de morosos y de paso ve el crédito que dio la semana pasada si compró la máquina o no; está en contacto con los todos los comerciantes y artesanos de la zona. Eso se logra concentrando en un área geográfica y con escala, con volumen.

AL – El Programa Nacional de Microfinanzas que puso en práctica el gobierno para crear un mercado de las microfinanzas en nuestro país no va a otorgar el dinero directamente a la gente, sino que lo va a hacer a través de instituciones especializadas. Por el programa se llegó a una definición a través del Banco Central de lo que son las microfinanzas, lo que es un microcrédito en el Uruguay, una definición que antes no existía—. Se quiere atender un mercado de 200.000 micro empresarios, de los cuales, 80.000 son trabajadores informales. Todos están incluidos en este Programa y la idea es tratar de formalizar el trabajo.Microfinanzas es más que microcrédito, abarca otros conceptos como seguro y ahorro.

¿Qué significan los conceptos de seguro y de ahorro en términos de microfinanzas?

RF – En general en todas partes y creo que en Uruguay vamos por el mismo camino, lo que ocurrió es que se comenzó con pequeños créditos para llegar a este sector de micro y pequeñas empresas muchas de ellas incluso informales. Luego, ambos conceptos están asociados al problema al que nos enfrentamos al trabajar con créditos que es el problema de la vulnerabilidad.

¿Qué riesgos afectan a una familia humilde con bajos ingresos? Básicamente los mismos que afectan a cualquier familia; problemas de salud, problemas de eventual muerte, algún siniestro; el problemas es que esta gente no tiene herramientas adecuadas para prepararse para esas eventualidades.

Por ejemplo el ahorro; el ahorro es como el auto seguro natural, si una familia de bajos ingresos pudo además de cubrir sus necesidades básicas, generar un ahorro ante una enfermedad, tiene cómo responder en ese momento. Piensen en un jefe o jefa de hogar que es un artesano o que vende en una feria, ¿qué pasa si se enferma?, ¿si tiene una fractura o una enfermedad que le impide moverse en un par de meses? ¿Qué sucede? No sólo va a tener mayores costos por la atención médica y por medicamentos, sino que tampoco va a poder generar ingresos. ¿En qué termina eso? En que va a incumplir con su crédito, termina en que para sobrevivir si pudo comprarse alguna máquina o alguna herramienta la va a terminar malvendiendo, y después va a estar todavía en peores condiciones como para defenderse o volver a trabajar.

Esto pasó en general en todos los lugares en donde se han desarrollado las microfinanzas, imagínense países como Bolivia, Perú, Ecuador; en general las entidades comenzaron ofreciendo crédito y luego se dieron cuenta de que había otros productos que eran de interés para este sector y que de alguna forma las microfinancieras, las instituciones que estaban trabajando en esto, eran como el vehículo natural para llevar o adecuar productos de este tipo al sector.

AL – Si me hablan de microseguro puedo tener una idea de lo que es, pero ¿microahorro qué significa?

RF – Microahorro es en realidad permitir que esta gente pueda ahorrar. Mira ese sistema financiero y dice: ¿por qué no?Piensen en los montos, piensen en gente que tiene ingresos muy bajos, entonces ¿cuál puede ser la capacidad de ahorro? Los mínimos nada más que imponen las entidades en regular que por un tema administrativo.

AL – ¿Un Banco por ejemplo?

RF – No los tengo exactamente en este momento, en un momento eran U$S500 y no sé si eran $ 5.000. Esos mínimos pueden ser cifras importantes para un microempresario.

AL – Inaccesibles.

RF – Además hay otras barreras de tipo social. Entrar al Banco, lo que implica ir al Banco, no es un tema tan simple. No es tan simple para un señor que hace ladrillos, por ejemplo, en una capital departamental, entrar en el Banco. Implica todo un tema de darse una ducha, de cambiarse la ropa, de ir y esperar y de perder un día de trabajo por ejemplo. Se vio como un segmento a atender que implicaba reducir la vulnerabilidad de esta gente que eran sus clientes, y al mismo tiempo una forma de generar ingresos para poder seguir trabajando o poder ir ampliando su cartera de crédito también.

AL – ¿Ese microahorro dónde lo pondrían?

RF – Yo no sé, en nuestra realidad creo que estamos cerca, —o por lo menos esa es mi opinión personal—, de desarrollo de microseguros que de microahorro, porque captar ahorro implica inmediatamente tener una regulación en protección de los ahorristas, entonces en la medida que hay regulación hay mayores gastos administrativos. Es un tema que hay que pensar muy bien, y no descarto (personalmente, no digo que sea la opinión de todas las entidades), que pueda hacer una alianza con alguna institución ya establecida.

En materia de microseguros algunas instituciones ya estamos empezando a hablar del tema como una forma de ampliar la gama de servicios y porque lo vemos a diario. O sea, que muchas veces cuando tenemos un caso incobrable, analizamos el caso a profundidad y lo que pasó fue: problemas de salud, de muerte, etcétera, no falla la voluntad de pago sino acontecimientos a los cuales no puede responder la familia.

AL – Este tema de las Microfinanzas si bien ustedes lo están trabajando hace tiempo, no deja de ser nuevo en el Uruguay. Hay instituciones que están muy especializadas pero son pocas.Días atrás estuvo el Tomás Alonzo, el director de la Corporación Nacional para el Desarrollo, y nos decía que ellos habían investigado o ido a visitar a 150 instituciones y sólo habían seleccionado a 15, que hoy estaban en un período de madurez como para dar microfinanzas. A su vez se da el hecho de que este mercado no está estudiado, según nos decía el propio Tomás Alonzo.

¿Cómo se las arregla Fundasol como institución en particular en este tema?

RF – Uno de los temas planteados desde la Mesa de Microfinanzas al Programa de Microfinanzas es un Observatorio. Un Observatorio que informe sobre la oferta pero también que informe sobre la demanda.En general, a nivel institucional, a nivel de Fundasol nuestra clientela ha crecido en función de los referidos. O sea, una entidad sin fines de lucro que tiene grandes recursos para hacer grandes inversiones en publicidad, la mejor publicidad es el referido. El cliente que recomienda a otro acercarse a Fundasol. Más allá de algunos acuerdos o algunas alianzas estratégicas con centros comerciales, con algunas oficinas de desarrollo de Intendencias Municipales con las cuales estamos trabajando de forma tal que nos faciliten la llegada a localidades del Interior.

AL – En microcrédito a nivel internacional si uno piensa en Muhammad Yunus, el economista bengalí fundador de esto hace muchos años, opera mucho la presión social; es decir, la presión de los vecinos, de los familiares a esa persona que tiene el crédito para que cumpla. ¿Eso funciona acá?

RF – Sí. Más allá de las diferencias culturales, que obviamente no es lo mismo en Bangladesh, no es lo mismo en Bolivia, no es lo mismo en Uruguay, hay diferencias culturales que son evidentes; la presión social siempre es importante. Nos sucedió hace poco con una Intendencia con la que empezamos a trabajar a raíz de las inundaciones, que había subido un poco la morosidad y decidimos ir a visitar uno a uno de los beneficiarios, y el problema de la morosidad se solucionó en dos o tres idas. Pero lo gracioso era que parábamos el vehículo identificado con el logo de Fundasol y el cliente atrasado que no se había puesto al día salía a ver a dónde íbamos y concluía que donde íbamos la persona estaba atrasada, entonces todos los vecinos salían a ver y a controlar…. funciona.No es lindo que en una comunidad pequeña, sabiendo que es un fondo especial que hay que cuidar entre todos los vecinos de la localidad, saber que lo señalen con el dedo y digan “aquél no cumplió”.

AL – Es algo similar a lo que pasa con los Gastos Comunes en los edificios, donde se distribuyen las planillas que especifican quién pagó y quién no, y el que no pagó queda a la vista de todos los demás.

Usted decía que las instituciones que están trabajando en microfinanzas tienen el compromiso de ver esta herramienta para intentar que la gente salga de la pobreza, para tratar de lograr desarrollo local y desarrollo de esa persona, de esa familia, de esa pequeña comunidad. Sin embargo hay casos, incluso en el Programa Nacional para Microfinanzas para el Desarrollo del propio gobierno uruguayo, intenta que inversionistas pongan dinero en microfinanzas y eso es algo que llama mucho la atención.

Usted me decía que Fundasol es una ONG que no tiene ningún afán de lucro y por lo tanto nuestras tasas de interés tienen que ver con los costos que tiene otorgar un micropréstamo, pero no porque vayan a ganar algo, que obtengan un lucro por ese crédito que dan a las personas. ¿Cómo se explica que se plantee el microcrédito como una forma de inversión si, a primera vista al menos, no habría posibilidad de generar ganancias?

RF – Es muy difícil resumir todos los conceptos que usted mencionó en pocas palabras. Al principio le decía que cuando se fija el precio de la tasa de interés había que partir de costos de fondeo, de costos operativos, de costos por incobrabilidad y luego un plus que es la utilidad. Yo creo que la distinción está en ¿dónde está el fin? Esa utilidad puede ser de distinta magnitud, pero puede tener como fin la reinversión en el mismo programa social, o puede tener como fin el pago a los inversionistas. Hay dos grandes vertientes.

AL – ¿Se puede cuantificar esa utilidad?

RF – Sí, es un tema delicado. A nivel internacional en general lo que sucedió fue que muchas ONG dieron el salto de que toda la actividad microfinanciera pasara a entidades reguladas que captaran capitales inversionistas para desarrollar el mercado a volúmenes importantes, asegurándoles altas tasas de rentabilidad. Estamos hablando por ejemplo de rentabilidades hasta a veces en moneda dura, en dólares de 30 o 40% anual, cosa que personalmente me parece esas tasas de interés, sabiendo que salen de la población más carenciada; para mí el fin pasa a ser un medio, pero bueno, también son microfinanzas.

Creo que la distinción está en ver las microfinanzas con un fin productivo tratando de incidir en la generación de empleo, en la mejora de condiciones como fin. Y el otro, es un tema de trabajar con los pobres muchas veces también es muy rentable y puede ser ganancioso, pero eso no es el caso de las instituciones como las ONG que tienen un fin social.

Desgrabación: Martha Ziman

Edición: Lic. Cecilia Álvarez

2 Comentarios

  1. Estimados señores/as

    A nombre Coac desarrollo Andino reciba un cordial saludo desde la provincia de chimborazo país ecuador. y por entermedio de su digna institución que posibilidades existe que nos puedan apoyar con un financiamiento de micro finanzas,

    un cordial saludo

    Angel Buñay
    GERENTE

    • Estimado Sr., Producción Nacional es una productora de contenidos periodísticos. No otorgamos microcréditos. Puede dirigirse a la institución que entrevistamos. Saludos!