Parques Eólicos: una apuesta al desarrollo de la industria nacional

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La Dirección Nacional de Energía proyecta la reconversión de la matriz energética nacional, una iniciativa que demandará varios años y que apunta al desarrollo de la energía eólica.

Con el Ing. Daniel Pérez, Coordinador del Programa de Energía Eólica del Ministerio de Industria.
Entrevista emitida el miércoles 03/09/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

Los cambios en el comportamiento del clima -con extensos períodos de sequías- y el aumento del precio del petróleo ponen al país ante una difícil situación en cuanto a la generación de energía. Uruguay es básicamente dependiente de las usinas hidroeléctricas y de los combustibles, lo que hace que el tema energético se haya posicionado como uno de los aspectos centrales de discusión. Ante esta situación la Dirección Nacional de Energía proyecta la reconversión de la matriz energética nacional. Una iniciativa que demandará varios años y que tiene como uno de sus componentes el desarrollo de la energía eólica.

 

Alejandro Landoni – Tras varios años de letargo, Uruguay está abocado a discutir cambios en su matriz energética.

Estas modificaciones no sólo tienen que ver con la instalación de la energía nuclear, sino también con la aplicación de otro tipo de energías alternativas.

Vamos a conocer el Programa de Energía Eólica, una iniciativa del Ministerio de Industria que tiene como fin desarrollar un marco de políticas y regulaciones para la energía eólica en Uruguay. Otro de los objetivos es obtener información que le permita a los privados y al propio Estado la búsqueda de nuevos proyectos.

En este marco, se está dando impulso a una nueva industria nacional, que está vinculada a la generación de energía con el viento.

El Programa de Energía Eólica está dentro de la Dirección General de Energía e Industria y está financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente.

Participan varias instituciones: el Programa Nacional de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la UTE, Intendencias Municipales, la Universidad de la República y también hay industriales y emprendedores privados.

¿Cómo podría definirnos las tareas que se llevan adelante en el Programa?

Daniel Pérez – Cuando diseñamos la forma de trabajar el proyecto, nos dimos cuenta que al área de energía eólica es necesario encararla desde distintos aspectos. Lo importante es tener en cuenta cómo ha sido el desarrollo de la energía eólica en diferentes lugares del mundo y las características de lo qué es la energía eólica o el aprovechamiento en la forma de generación eléctrica de la fuente eólica.

Tiene ciertas particularidades que la hacen muy interesante desde el punto de vista industrial. Se abarca muchas ramas de las actividades industriales, como por ejemplo la industria del software para las comunicaciones y para el control de los aerogeneradores; y obviamente la metalúrgica -tanto la metalúrgica de presión como metalúrgica pesada-, hablamos de torres del orden de los 70 o 100 metros en el caso de los grandes aerogeneradores que es un poco el estado del arte actual.

Luego también podemos nombrar la industria de la construcción -de la construcción civil y la construcción vial-. Tenemos un ejemplo muy cercano en el sur de Brasil, que es el Parque de Osorio, el mayor parque de generación eólica de Sudamérica, las torres de aerogeneradores fueron hechas de hormigón, —a diferencia de la mayoría a nivel mundial—. Se está aprovechando las características de la zona qué es el material más adecuado o uno de los más adecuados para la construcción de las torres.

También podemos hablar de la logística, ya que existen muchas empresas que se dedican a ese tema.

En el caso de la electrónica; electrónica de potencia o sea, todo el equipamiento de rectificación e inversión de corriente eléctrica. Debido a cómo ha avanzado la industria eólica de gran escala en los últimos años que es intensiva en la utilización de esta industria. Y obviamente la electricidad de potencia por ejemplo: la fabricación de transformadores o conductores, y ni qué hablar de lo más específico que hay de la industria eólica que es la fabricación de astas o palas de los generadores. En este último caso estamos hablando de una industria más compleja, de materiales compuestos que tal vez requiere un desarrollo un poco más largo que el resto de las industrias que he mencionado y que de alguna forma deberían adaptarse en el Uruguay. El concepto es que no es necesario arrancar de cero, porque ya existen grandes capacidades en nuestro país desarrolladas en todas estas áreas.

A.L. – ¿Hay una gran variedad y muchas posibilidades para las empresas de distintos rubros que quieran insertarse en este proceso? ¿Cómo se determina hacia dónde va a apuntar Uruguay? Porque me imagino que hoy es difícil conseguir aerogeneradores, dicen que cuando se los quiere importar se demoran años en poder conseguirlo.

D.P. – Años.

A.L. – O sea que ahí existe un mercado; seguramente existen grandes empresas que tendrán costos bajos, lo que hace difícil que la industria nacional logre llegar a esos precios. ¿Cómo piensan hacer?

D.P. – Existe una coyuntura a nivel mundial en donde los plazos de entrega de los generadores son efectivamente muy largos. Por suerte recibimos muchas consultas de emprendedores uruguayos. Se podría decir que semanalmente recibimos más de un interesado en comenzar el desarrollo de una empresa de generación a nivel industrial de energía eólica.

El país tal como lo ha hecho a través del Ministro de Industria y Energía, lo que hace es fijar metas seguras de incorporación de potencia eólica en este caso.

Se ha hablado de que al 2015 la meta es tener 500 megawatts instalados de energías renovables.

Estamos hablando de unos 250 o 300 megawatts de eólica y el resto probablemente de biomasa.

Fijando estas metas, lo que se hace es bajar las incertidumbres para el emprendedor y de alguna forma también «afinar el lápiz», pensando: «Yo tengo unas metas o unas posibilidades de desarrollo en el Uruguay y en la región».

Porque como decía anteriormente, respecto de la coyuntura mundial, la región no está liberada de esta situación.

En cualquier otro país de la región también sufren los mismos problemas con los plazos de entrega.

Están los casos de empresas que se asocian con proveedores locales, —que es muy común en los últimos años en el mundo—, cuando se han desarrollado industrias eólicas.

Por ejemplo se puede citar el caso de Brasil, en el cual se han instalado por lo menos dos empresas: IMPSA Argentina que ha instalado una fábrica en Brasil y utiliza proveedores de Brasil y de Argentina.

Es un proceso en el que -probablemente en el primer año- no sea posible la incorporación de un gran porcentaje de componente nacional en los equipamientos que se instalen en el Uruguay. De cualquier manera el gobierno, cuando seleccione quién sea el emprendedor que lleve adelante los Parques Eólicos va a tener en cuenta, —y eso se lo decimos a todos los que se entrevistan con nosotros—, qué porcentaje de componente nacional nos ofrece. Hay sectores de las industrias nacionales que pueden intervenir y que son competitivos.

A.L. – ¿Cuándo se va a poner en práctica esto que nos comentaba? En las licitaciones que realizó UTE todavía no había ninguno de estos componentes, ¿o ya estaban incluidos?

D.P. – Las licitaciones que hizo UTE, fueron dos etapas de una misma licitación. Resumiendo: el decreto 77 del 2006 del Poder Ejecutivo, encomendó a UTE una licitación de 60 megawatts de energías renovables en las cuales 20 correspondían a eólica, 20 a biomasa y 20 a minihidráulica.

A.L. – Que no se presentó nadie

D.P. – Exacto. Sin embargo, existía flexibilidad ante la falta de presentación de proyectos para estas fuentes, ya que se podía cubrir el cupo con otras fuentes.

Así que se asignaron 30 megawatts de biomasa en Centrales que se están construyendo en el momento. Por otro lado, 6 megawatts de eólica de los cuales 4 ya están instalados (en la empresa «Nuevo Manantial» en Rocha), y 2 ya están en construcción en una empresa en Montevideo.

En esa licitación se tuvo en cuenta, en el comparativo de precios (era una licitación por precios), el porcentaje que correspondía a la industria nacional. Concretamente se bajaba un 10% para el comparativo de precios.

De esa forma se logró promover el componente nacional en la licitación.

Ahora, hoy podemos decir que el incentivo fue un poco tímido.

Si bien no tenemos la definición al 100% de cuál va a ser la metodología que vamos a aplicar, sí sabemos que vamos a poner en la balanza -en las ofertas que se reciban- el porcentaje que se vaya incorporando a medida que se desarrolle el proyecto de incorporación de potencia eólica.

Es claro que para nuestro país una incorporación de 200 o 250 megawatts de potencia eólica no se puede hacer en un año, pero sí se puede asignar o programar y luego hacerlo escalonadamente a lo largo de un período de 5 años.

A.L. – Usted decía que hay más de un interesado por semana en instalar una empresa vinculada al desarrollo de este tipo de energías, lo que demuestra interés empresarial.

D.P. – Sí, sin duda. Existe la figura del Emprendedor Eólico, que es la persona que hace las prospecciones del viento en el lugar. O sea, monta torres de medición de viento, luego hace sus evaluaciones económicas, tiene sus contactos con los fabricantes de aerogeneradores y luego gestiona contratos, —que en general son a largo plazo—, para la venta de energía.

De esa forma el emprendedor ofrece el montaje, la operación y el mantenimiento, o a veces terceriza el montaje, la operación y el mantenimiento.

El Emprendedor Eólico muchas veces viene desde el Exterior; otros se asocian con empresarios nacionales y se entrevistan con nosotros que les hablamos en los mismos términos en que estamos hablando en estos momentos.

Pensamos que a mediados del año que viene va a estar ya en rodaje la decisión de la asignación de esta potencia eólica para los próximos 7 años.

A.L. – La energía eólica es una energía limpia, sin embargo, algunos dicen que hay que tener en cuenta algunos aspectos. Por ejemplo, la contaminación visual.

En Uruguay no estamos acostumbrados, estamos hablando de que se van a construir aerogeneradores que tienen 75 metros de torre. Imaginen el tamaño de las aspas de esos molinos. ¿Hacen ruido?, ¿qué pasa con los pájaros que tienen sus rutas migratorias planteadas?, ¿que pasa con las sombras que generan?, ¿cómo se accede a esos terrenos en los cuales se van a «plantar» esos aerogeneradores?

¿Se discuten estos temas en los programas de energía eólica?

D.P. – Sí, claro. Me gustaría hacer una encuesta entre los oyentes de cuál es la energía más limpia.

Me atrevo a adelantar la respuesta: la energía más limpia es la que no se genera.

El medio de agua más limpio es el que no se consume.

Cada una de las fuentes de energía tiene sus efectos sobre el ambiente. El tema interesante es que nuestra civilización tiene un consumo intensivo de energía y nosotros estamos viviendo en una civilización que necesita consumir energía para progresar, para generar puestos de trabajo, para progresar en la sociedad. Entonces tenemos que elegir entre una u otra forma de generación de energía eléctrica.

Energía generada en forma inocua con el medio ambiente lamentablemente no existe.

Esos tres o cuatro puntos que me hacía notar, son efectivamente los puntos que se tienen en cuenta cuando las autoridades medioambientales -en nuestro caso el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y de Medio Ambiente-, tienen en cuenta en la Evaluación de Impacto Ambiental para aprobar o no un emprendimiento eólico.

A.L. – ¿Hace ruido un aparato de este tipo?

D.P. – Hace ruido, pero hace menos ruido que lo que hace un monte de eucaliptus.

El mismo viento cruzando un monte de eucaliptus hace más ruido que un aerogenerador de tres palas.

Nosotros no estamos acostumbrados en Uruguay a ver este tipo de aerogeneradores, tal vez estamos acostumbrados a ver otros más chiquitos que se utilizaron desde hace mucho tiempo en el campo, que giran a alta velocidad.

Estos aerogeneradores giran a muy bajas velocidades, digamos 20 rpm. El ruido que puede producir el aspa contra el viento se minimiza. No se elimina, pero es mínimo.

Por eso, una de las bondades de la utilización de este sistema es que es compatible con la explotación agrícola y ganadera. Las vacas, los caballos, las ovejas, cualquier animal no tienen ningún problema. Existen fotos muy interesantes de vacas y ovejas pastando en la base de las torres de los aerogeneradores, o sea que el único espacio que utilizan es la circunferencia que ocupa la base.

A.L. – Un oyente nos preguntaba a propósito de este concurso que está en marcha para crear un aerogenerador nacional de pequeño porte. Hay plazo hasta el 7 de noviembre para presentarse. ¿Cómo nos podría sintetizar las bases del concurso?

D.P. – La explotación eólica si algo tiene de notable, es que es explotable a muy diferentes escalas.

Está la escala de la que estuvimos hablando del orden de los megawatts de potencia, y también tenemos la escala de los kilowatts de potencia que es la potencia que consume una casa de familia.

Estos equipos tienen otras dimensiones. Aspas del entorno de un metro o menos, y son construidos con materiales más simples (no deben ser tan robustos), a veces las astas son de madera.

A.L. – En el campo se ven mucho

D.P. – Si claro, por ejemplo para dar electricidad en zonas aisladas de la red se sigue utilizando muchas veces combinados con paneles solares.

La evolución de los costos de la energía, es muy dinámica y en estos momentos la coyuntura amerita que un particular pueda pensar que sistemas de riego; o sistemas en principio independientes de la red de UTE pueden alimentarse de la fuente eólica para hacerlo más económicamente viable.

O sea, pagar un megawatt hora a la UTE, podría llegar a ser -en ciertas condiciones- más oneroso que invertir en un aerogenerador de pequeña escala. Esa energía se puede acumular, por ejemplo en un tanque de agua (en el caso que se utilice para riego), o un termofón (en caso de que se utilice para bañarse o para vestuario, etc.).

Este tipo de situaciones ya no implican el desarrollo de una industria tan especializada y a gran escala, sino de la participación de pequeños talleres, gente que conoce del tema mecánico o aficionados. Es interesante la combinación con gente que conozca mecánica de los fluidos, ya se han entrevistado con nosotros y hemos pensado que vamos a premiar dos proyectos que tengan viabilidad técnico-comercial.

Nuestra idea es que el proyecto se sustente por sí mismo y no que dependa de nuestro premio para ser viable.

Queremos que el emprendedor que presente el proyecto, —por eso dimos bastante tiempo—, haga un estudio de cuál es el mercado que considera va a ser el adecuado, y cómo se va a poder desarrollar tanto a nivel local como a nivel regional. La idea es que nos presente un plan de negocios que nuestro Tribunal -que está integrado en parte por especialistas en viabilidad comercial- considere que efectivamente es de los mejores.

A los dos mejores vamos a premiarlos con un adelanto de 2 mil dólares para que comiencen a construir su prototipo. Luego cuando el prototipo esté construido, vamos a completarle el premio de los 8 mil dólares restantes (en total son 10 mil dólares), para que ellos tengan el espaldarazo inicial para desarrollar ese proyecto que se nos presentó.

A.L. – ¿Dónde se encuentran las bases del concurso?

D.P. – Las bases están publicadas en el sitio web de la Dirección de Energía: www.dnetn.gub.uy

 

Edición: Adriana Fernández

1 Comentario

  1. Esto tiene algo que ver con la inversion de desde U$S 1000 Dólares que no esta nada claro xq uno pregunta en BROU y dicen que hay que tener un depósito en el Bco. de x lo menos U$S 100.000.- (la verdad no entiendo porque si invertir eso o mas tiene que tener ese depósito