En Montevideo se realizan 1,7 de rodajes comerciales, largometrajes, cortometrajes por día; el 80% de ellos son para el exterior.Carlos Pereyra, de la Oficina de Locaciones de la IMM
Al circular por Montevideo, cada vez es más común encontrarse ante un despliegue impresionante de cámaras filmadoras, de pantallas gigantes que están refractando luz, camiones, generadores, a veces simulan que llueve, a veces simulan que hay humedad y tiran vapor, humo en muchos casos, y sobre un montón de gente que está alrededor de algún lugar de la ciudad. Hay generadores eléctricos, hay Inspectores de Tránsito y policías acordonando el lugar.
¿Qué están haciendo? Están filmando. En Montevideo se están realizando 1,7 de rodajes comerciales, largometrajes, cortometrajes por día. El 80% de ellos no se ven en el Uruguay, porque están hechos exclusivamente para el exterior. Esta actividad deja unos US$ 25 millones en el país y está da trabajo al menos a unos 3.000 uruguayos.En medio de la inmensidad administrativa que tiene la Intendencia de Montevideo, hay una pequeña oficina que se encarga de asesorar y de realizar todos los trámites necesarios para que estas Productoras Audiovisuales puedan filmar por las calles de Montevideo.
Es la Oficina de Locaciones, que fue creada en el año 1996 y tiene el objetivo de coordinar todo el “tramiterío” posible para que el productor pueda filmar en espacios públicos y tenga todo centralizado en la misma oficina.
Para profundizar en estos temas charlamos con Carlos Pereyra, integrante de la Oficina de Locaciones Montevideanas de la comuna capitalina.
Alejandro Landoni — Es increíble la cantidad de rodajes que se están haciendo en Uruguay y particularmente en Montevideo. Llama la atención.
Carlos Pereyra — Llama la atención porque es una actividad que no es fácil de esconder. Lo bueno que tiene Montevideo es que tiene una arquitectura muy ecléctica. Han prosperado diferentes estilos a lo largo de toda la historia de la ciudad y eso permite que en toda esa riqueza arquitectónica, Montevideo pueda parecerse a otra ciudad. Por ejemplo, la esquina más filmada de Montevideo creo que es Rincón y Treinta y Tres, donde está el edificio Artigas, porque parece Nueva York.
Si uno se detiene desde la esquina en diagonal a observar el edificio, y se imagina en otro país, puede dar muy bien Nueva York.
A.L. — Esta bueno. Esa era una de las preguntas, ¿cuáles eran los lugares más solicitados?
C.P. — La Plaza Zabala también es una vedette.
A.L. — Que es una plaza muy particular para nuestro país. Muy cerca de ahí se filmó, representando a La Habana, “Vicio en Miami”.
C.P. — Y en “Blindness”, que representaba un país “X”; — en ese caso no importaba —, también se filmó en la zona de la Ciudad Vieja.
Es esa riqueza arquitectónica la que hace que Montevideo sea una ciudad privilegiada, sobre todo porque además es una ciudad de medianas dimensiones. No es una ciudad enorme donde haya que tener demasiados desplazamientos para dirigirse de locación a locación. Cuando se tiene un “company moove”? que es el movimiento de toda esa gente que termina de filmar en un lugar y enseguida se dirige hacia otro, esos tiempos cortos hacen que también sea ideal que tengamos: ciudad, campo, playa… todo muy cerca (a media hora de distancia más o menos), eso hace que sea una ciudad muy atractiva.
A.L. — ¿Cuáles son los otros lugares predilectos?
C.P. — En la Ciudad Vieja: la Peatonal Sarandí; la Avenida del Libertador es muy usada. Por suerte, desde la Intendencia podemos brindar todo ese combo de servicios que tienen que ver con Inspectores de Tránsito, con los permisos que se necesitan para filmar en determinados lugares.
A.L. — ¿Qué pasa si le piden la locación a las 19 horas, que implica todo un trancazo en el tránsito?¿Qué pasa con el uso de ese espacio público, distinto del fin que tiene habitualmente?
De repente, una calle con mucha circulación de tránsito… ¿cómo se arreglan esas cosas?
C.P. — Eso se regula en etapas previas al rodaje. Cuando recibimos la solicitud de parte de la Productora, inmediatamente nos comunicamos y coordinamos con Tránsito y tenemos reuniones con los productores. Muchas veces pueden pedirnos cortes de por ejemplo: en avenida Uruguay y Libertador por donde hay ómnibus interdepartamentales, ómnibus departamentales… entonces, hay que negociar qué día se puede, cuándo es que afecta menos a la ciudad. Tratar de que la actividad se desarrolle con el mínimo de molestias para las personas que, de repente, pueden llegar tarde a trabajar por culpa de ese desvío.Hay que equilibrar todo eso de tal manera que se diga: “Está bien, la actividad se puede desarrollar, pero vamos a desarrollarla un domingo o un sábado de tarde”, que es cuando la ciudad queda un poco más vacía, sobre todo lo que tiene que ver con la parte céntrica.
Muchas veces, por un tema de tiempos de las propias Productoras a veces necesitan filmar un viernes en plena Ciudad Vieja. Se manejan las posibilidades para evitar que las molestias impacten en el público que habitualmente vive en la ciudad.
A.L. — Sobre todo cuando están filmando en una calle y le piden a los vecinos que no salgan o entren a sus casas durante el transcurso del rodaje, ¿cómo se trabaja con el tema de los vecinos?
C.P. — En ese caso, cada productora contrata un “Location Manager”, una persona que se encarga del manejo de las locaciones.Esa persona en una primera instancia se encarga de salir a buscar locaciones de acuerdo a lo que soliciten los guiones tanto de publicidad, cine o cortometrajes que se vayan a rodar. Se trata de hacer esa búsqueda (ese scoutting?), se toman fotografías, se habla con los vecinos, se busca la posibilidad de poder rodar en ese lugar, para tratar de tener el “ok” de los vecinos para que la actividad se desarrolle. Algunas veces — generalmente en publicidad –, se llega a un acuerdo comercial entre privados.
A.L. — Les darán por esa locación algunos pesos o algún producto.
C.P. — Sí, o darle algo a cambio a la persona, algo que pueda estar necesitando.Generalmente, se da con todos pero más que nada con publicidad porque maneja otros presupuestos.Lo que pasa es que también hay que ver que el rodaje de un largometraje y el rodaje de un corto publicitario tienen dinámicas distintas; tienen tiempos distintos, tienen presupuestos distintos.Entonces, depende de cada rodaje. Hay que hacerlos uno a uno y tomar el tiempo necesario para analizar el proyecto que lleva.
A.L. — Los vecinos de una calle muy pintoresca o de una esquina muy solicitada, ¿se pueden negar? ¿Pueden decir que están cansados de que siempre vayan a filmar ahí?
C.P. — Lo que pasa es que allí es un espacio público. El vecino puede hacer una queja; nosotros la recibimos, pero en realidad, lo que nosotros hacemos es dar un espacio público en uso a un privado cobrando de acuerdo a un sistema de precios que se ha implementado desde Locaciones según resolución del Intendente desde el año pasado. Antes era más anárquico.
A.L. — ¿Qué trámites se necesitan a la hora de hacer una publicidad o una ficción en Montevideo?
C.P. — Todo depende del lugar a utilizar. Si se utiliza un espacio público, lo primero que hay que hacer es la solicitud a la Oficina de Locaciones Montevideanas. Nos mandan un mail haciendo la solicitud. Generalmente los productores nos conocen, entonces directamente cae la solicitud y a partir de ahí nosotros comenzamos la apertura de un expediente que va a llevar varios pasos que van a dar con el permiso para que esta Productora pueda filmar.Tiene una cantidad de condiciones.
A.L. — Usted me dice: un expediente, varios pasos…y yo me imagino que están mil años para autorizar.
C.P. — Tenemos un mínimo de cinco días hábiles para cada producción. Hemos llegado a un proceso de depuración de la gestión que nos permite hacer la gestión con un mínimo de cinco días hábiles, que esperamos en un futuro poder acortarlo.Lo que pasa es que los tiempos de la actividad privada no son los mismos que los tiempos de la actividad pública estatal, entonces estamos tratando de llegar a un promedio en donde podamos cortar los tiempos de gestión estatal para acompañar esos cambios que se van dando a nivel social.Porque no es solamente por un tema de comercio. La sociedad cambia a una velocidad que a veces el Estado no…
A.L. — Sobre todo que en este negocio de los rodajes a veces viene la gente del exterior, los directores, los técnicos que encabezan los equipos eléctricos, de gaffer, de producción…
C.P. — Dos días y se van.
A.L. — Exactamente, tienen los equipos para esos dos días, tienen un presupuesto millonario y no pueden ampliarse los plazos.
C.P. — Toda esa pre producción se hace dos semanas antes; vienen trabajando con anterioridad buscando las locaciones, toman las fotos, las envían por mail, los ve el director que puede ser del extranjero, los ve la Agencia, lo ve el cliente que dice si le gusta o no. Es toda una dinámica muy rápida, porque si no le gusta tienen que volver a sacar fotos de otros lugares, es una dinámica muy rápida.
A.L. — Suele pasar que cuando viene el director extranjero tiene que estar todo pronto. A veces el director quiere ver de entre dos o tres locaciones que se eligieron para una toma — que de pronto, dura 10 segundos —, quiere ver las tres. ¿Cómo se hace en esos casos? ¿Se reservan tres lugares?
C.P. —No, lo que ellos hacen primero es el scouting?
A.L. — ¿Qué es el scouting?
C.P. — Es la salida en búsqueda de locaciones. La palabra viene del inglés. Son aquellas personas que salen a buscar las locaciones.
A.L. — Son los que tienen “ojo” para detectar cuál sería un buen lugar.
C.P. — A ellos les dicen: “Tenés que salir a buscar un lugar que parezca Nueva York”, y ellos van.
A.L. — ¿Ustedes tienen un catálogo?
C.P. — Estamos trabajando con la Unidad de Patrimonio de la Intendencia para generar una Guía de Locaciones.
A.L. — ¿De la ciudad de Montevideo?
C.P. — Sí, en principio serían unas 50 locaciones porque es un comienzo, pero es una manera de tener algo fácil y rápido que mostrar que sean lugares comunes para el uso en este tipo de rodajes.
A.L. — Es interesante mencionar que en estos temas Uruguay compite con Sudáfrica, con Argentina y con Chile, por el tema de las locaciones y por el tema de las producciones internacionales para las grandes marcas en el tema de la publicidad.
C.P. — Sobre todo con Sudáfrica. Con Buenos Aires ahora se ha estado filmando un poco menos pero tiene que ver porque coyunturalmente ahora están un poco más caros.Nosotros tratamos de ofrecer garantías para que estas personas que vinieron y filmaron en Uruguay, después quieran volver.Eso es lo importante, que vengan una, dos, tres veces a filmar. Sirve que vengan y que se haga repetidamente y que se sientan como en su propia casa.
A.L. — Usted decía que les llega un mail y lo procesan en un promedio de cinco días hábiles. ¿Qué es lo que toman en cuenta?
C.P. — Posteriormente a eso, se entra a analizar qué lugares son espacios públicos; a qué dependencia pertenecen para en una especie de abanico comenzar a realizar las gestiones para ganar tiempo.De esa manera, aprovechamos el tiempo que para el productor también es necesario. Saber que puede llegar a filmar con el permiso en regla, en fecha.
A.L. — Es decir que si se va a filmar en el Puerto, ustedes hablan con Administración Nacional de Puertos (ANP).
C.P. — Tenemos que hacer las coordinaciones con cada organismo oficial tanto del Gobierno Municipal como del Gobierno Nacional también, el Estado Central o Entes Autónomos.
A.L. — Por ejemplo, si quieren ir a la estación de AFE, hablan con la gente de AFE para que les permitan.
C.P. — Ahora no es de AFE, pero sí tenemos que hacer todos esos trámites. Buscar muchas veces, porque los edificios estatales a veces cambian de manos y a veces tenemos que hacer toda la búsqueda de dónde está, que es bien interesante y divertido y tiene esa impronta de rapidez que también hay que seguir. Luego del scouting cuando llega el director y se eligieron tres o cuatro locaciones a filmar, se salen en una visita técnica donde salen el director, el fotógrafo, la gente de electricidad, los gaffer, etc.
A.L. — Los gaffer son los técnicos que manejan las grúas, que atan las cámaras a las grúas.
C.P. — Ese es el grip, pero sí, ellos se encargan de hacer todo eso. Y si por ejemplo el director dice “¡qué linda locación!”, el fotógrafo le dice que ahí él no tiene sol en todo el día y se complica.En esa negociación interna entre ellos verán qué locación termina sirviendo y qué locación no, y cuál es la que aprueba el director.Luego viene el día de rodaje en vista de las locaciones elegidas, pero nosotros tenemos que llevar el permiso concedido. Son muchas corridas generalmente, pero las cosas salen.
Lo que estamos tratando ahora es que todo esto se haga a través de la Web, a través de un formulario electrónico, lo que implicaría una reducción en los tiempos de gestión muy grande, a dos días hábiles.
A.L. — ¿Cuánta gente trabaja en estos momentos en la Oficina de Locación de la Intendencia en estos momentos?
C.P. — En estos momentos somos cuatro personas: la coordinadora de la Unidad que es Gisella Previtali; una funcionaria administrativa; una funcionaria de Portería que es la que sale con todos los expedientes y corre al igual que nosotros mientras que estamos haciendo las otras gestiones y un pasante de comunicación.
A.L. — ¿Cuánto cobra la ciudad de Montevideo por dar estos lugares públicos para los rodajes?
C.P. — Según una resolución del Intendente del año pasado, — la 5405 —, el precio depende del lugar. Lo tenemos todo sectorizado.Se pidió un informe a Catastro y Avalúo, que dictaminó en base a un uso del espacio de 500 m2, es aproximadamente lo que puede utilizar un rodaje que implique unas 70 u 80 personas entre técnicos y otra tanta cantidad de extras.Por eso, la cantidad de gente que involucra un rodaje y el derrame de trabajo que genera es muchísimo.
A.L. — Claro, porque además de todos los técnicos que nombramos están las maquilladoras, la gente que hace la ropa, que alquila los implementos, desde las propias las cámaras hasta los equipos de iluminación, hasta el que alquila la ropa o la costurera.
C.P. — O la estufa para que los extras estén calentitos.
A.L. — O los servicios de catering.
C.P. — Que es muy importante porque son jornadas muy largas de trabajo (12 horas). Hay que mantener a la gente con buen clima, con buen ambiente, contenta, bien comida, que tenga todos los servicios para satisfacer sus necesidades básicas.
A.L. — Que tengan cuidado con el frío, con el sol.
C.P. — Exactamente.
A.L. — Muchas veces cuando son publicidades se filman simulando temperaturas que no hay, entonces están de manga corta en pleno invierno y a veces están muy abrigados en pleno verano.
C.P. — Exactamente. Eso pasa muchísimo y es bastante complicado.Con respecto a la pregunta de cuánto está cobrando la ciudad, para un espacio público normal, donde se utiliza por ejemplo una calle, lo que hizo la gente de Catastro fue generar una zona donde se cobra un poco más, y una zona donde se cobra un poco menos.
Esto tiene varias patas. La zona donde se cobra más es la zona donde se concentra más público, por lo tanto es donde puede llegar a haber más molestias, y por otro lado, es una manera también de incentivar a que se filme no siempre en los mismos lugares, sino que se abra el espectro de los lugares a filmar hacia las afueras de Montevideo.Entonces, se tomaron los dos ejes de Bulevar Artigas hacia el centro como el sector que implica un sobre costo en cuanto a lo que se cobra, que son tres unidades reajustables por hora efectiva de rodaje.Esto quiere decir que solamente se cobra desde que se prende la cámara hasta el último corte que dictamina el director.
A.L. — ¿Y cómo miden eso?
C.P. — En este momento confiamos plenamente en lo que nos pasan las Productoras.
A.L. — ¿Es una declaración jurada?
C.P. — No, en este caso no.
A.L. — Lo que suele suceder es que por ejemplo, si se va a filmar la entrada de un comercio y es una ficción, hay que sacar toda la cartelería; hay que sacar todos los logos de las tarjetas de crédito, de las marcas comerciales que son conocidas. Eso lleva un montón de tiempo. A veces hay que sacar los autos y poner autos de época, una serie de cosas que no tienen la cámara prendida pero son muchas horas de trabajo.
C.P. — Son muchas horas de trabajo. Lo interesante es incentivar a que se siga filmando y que si bien cobramos, tratamos de cobrar solamente cuando están filmando. Todo lo que es el armado previo de arte y el desarme posterior, no lo cobramos.Es como tener una atención.De todas maneras, el modo que tenemos de controlarlo es a través de los servicios que prestamos por ejemplo, cuando hay inspectores, ellos saben cuándo empezaron y cuándo terminaron.
A.L. — ¿Cuánto recauda la Oficina de Locaciones por estos conceptos?
C.P. — No tengo medido todavía, porque luego de esta reestructura empezamos a cobrar a partir del 1° de enero.A partir del 1° de enero dejamos un tiempo prudencial para que pudieran habituarse y sobre todo a presupuestar algo que antes no se cobraba.Siempre se cobró en realidad, pero antes ese informe, luego de que se había desarrollado el rodaje, iba a Catastro y Catastro informaba por cada uno de los rodajes.
A.L. — O sea que demoraban mil años.
C.P. — Se demoraba mucho. De esta manera se hizo un Sistema de Precios que si bien no es caso a caso, por lo menos facilita bastante la gestión.
A.L. — ¿Qué se hace con el dinero que recauda? ¿A dónde se vuelca?
C.P. — Muchas veces si se utiliza un espacio municipal, se trata de hacer mejoras en ese espacio, pero la gran cantidad de dinero que se vuelca de esto va al Programa Montevideo Socio Audiovisual.Este es un Programa que crea la Junta Departamental en julio de 2004 con el Decreto 30820, por el cual la Intendencia contribuye al desarrollo del cine y del audiovisual en nuestro país, mediante aportes retornables a películas uruguayas.De esa manera se trata de generar un proceso de apoyo al cine a través de este programa.Se han apoyado cálculo que más de 20 películas a través de este programa.
A.L. — Hay todo un auge del cine nacional.
C.P. — En realidad, esto es muy bueno porque por ejemplo nos permite que las locaciones no se cobren si son para una película uruguaya.
A.L. — Eso es importante: a los uruguayos no se les cobra.
C.P. — Cuando es cine, no.
A.L. — Si es publicidad, sí.
C.P. — Sí, pero cuando es cine o cuando son Escuelas de Cine o de las diferentes licenciaturas en audiovisuales, no se les cobran las locaciones, porque la idea es promover que se puedan hacer cosas. Incluso también se aportan servicios de la Intendencia a través de este programa, a través de lo que se genera por locaciones montevideanas.
A.L. — Hemos consultado a algunos productores que conocemos y que trabajan frecuentemente con esta Oficina, y han tenido buenos conceptos hacia el trabajo que están desarrollando.
C.P. — Eso es muy gratificante porque primero que nada queremos tratar de concientizar a la gente de que estas personas también están trabajando. Hay gente que trabaja en una oficina y hay gente que trabaja afuera rodando, y eso es bien importante a la hora de tener cierta contemplación por el otro y que si bien a veces se pueden generar molestias, se está trabajando. Gratifica bastante saber que nos aprecian en nuestro trabajo desde todo lo que tratamos de facilitarle a la industria audiovisual.