«Los inversores no confían en Montevideo»

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Para el edil blanco Daniel Graffigna, candidato a alcalde por Montevideo e impulsor de la candidatura de Javier de Haedo, «hay que mejorar la estrategia para cambiar inversiones».Daniel Graffigna, edil del Partido Nacional por Montevideo

En la primera entrega del ciclo Montevideo Productivo conversamos con el edil capitalino Daniel Graffigna, pertenece al Partido Nacional y apoya a la candidatura de Javier de Haedo a la Intendencia de Montevideo por el sector Alianza Nacional. Para estas elecciones Graffigna no apuesta por ser reelecto como edil departamental sino que es candidato a alcalde por Alianza Nacional por el Municipio B, que abarca los barrios Ciudad Vieja, Centro, Cordón, Barrio Sur y Palermo y el Parque Rodó.

Alejandro Landoni — ¿Cuáles son las propuestas de su sector para el Montevideo productivo?

Daniel Grafigna — En primer lugar creemos que hay que abrir el departamento al mundo, pero hay que mejorar la estrategia que se tuvo hasta el momento a los efectos de cambiar inversiones. Tenemos que generar equipos de trabajo en la Intendencia de Montevideo integrados por expertos en la materia a los efectos de que logren identificar cuáles son los nichos atractivos para los inversores.

Digo esto, porque a pesar de que la intendencia tiene comisiones asesoras y comisiones que estudian los proyectos en todo lo que tiene que ver con los impactos), lamentablemente a pesar de que al país le ha ido bien a nivel internacional -felizmente Uruguay captó una cantidad de inversiones muy importantes-, en Montevideo se ha dado un proceso inverso.

Por ejemplo: se presentó un proyecto muy interesante en la Rambla y Ciudadela, donde hoy está afincada una estación de servicio estatal, y ahí se iba a hacer un edifico de 40 pisos; un estacionamiento subterráneo donde está la Plaza España; se iba a recuperar el Mercado Central. Nosotros desde el Partido Nacional, acompañamos con mucho gusto el proyecto porque evidentemente a una zona deprimida como es la Ciudad Vieja la iba a potenciar y le iba a dar trabajo a mucha gente. Lamentablemente cuando se licitó ese proyecto no se presentó nadie.

También pasó lo mismo a la altura de la embajada de Alemania. Allí se iba a construir un hotel para el cual incluso la Junta Departamental votó una excepción a la altura…

A.L. — ¿Dónde está la embajada de Alemania?

D.G. — En la Rambla a la altura de la calle Salto. Era un proyecto muy interesante, contiguo a donde está un hotel que se instaló hace poco en Montevideo.

Hace pocos días el Director de Desarrollo Económico de la Intendencia de Montevideo nos informó que ese llamado quedaba sin efecto y que los inversores se habían retirado.

A.L. — Hace un tiempo usted dijo que en su criterio los inversores habían perdido la confianza en la Intendencia de Montevideo.

D.G. — Evidentemente si seguimos analizando lo que significó el llamado a licitación para la remodelación del Parque Rodó —que en diciembre del año pasado se declaró desierto; tampoco se presentó nadie—; el Kibon, Punta Brava, el ex cine Carrasco, el Parador del Cerro, son todos proyectos que la intendencia presentó en algún momento o los expuso a nivel internacional y los inversores lamentablemente da la sensación de que confían en el país porque se ha invertido, pero no confían en Montevideo, porque todas y cada una de las licitaciones que mencioné fueron declaradas desiertas.

A.L. — ¿Eso no podría explicarse por la crisis internacional que ha producido un cambio en las condiciones?

D.G. —Puede incidir, pero lo increíble es que incide sobre Montevideo pero no incide sobre el resto del país… entonces, en algo le estamos errando. Nosotros en su momento incluso llamamos a comisión al director Polakof, a los efectos de encontrar alguna alternativa;… a todas luces hay algo que está mal.

Por eso en nuestro programa de gobierno nosotros hablamos de generar grupos de trabajo que estén orientados a los efectos de cubrir claramente dónde puede invertir el privado, y también es cierto que a veces las licitaciones se preparan mal. Creemos que hay que trabajar fuertemente en ese sentido para que en definitiva se invierta en el departamento, porque las inversiones le agregan mucho al departamento.

Por ejemplo, el tema del Parque Rodó desde el punto de vista turístico es un atractivo muy interesante para la ciudad; la mano de obra que se generaría… son todos proyectos importantes que lamentablemente quedaron sin efecto.

A.L. — ¿Qué le parece que estuvo mal? Usted dijo que capaz que las licitaciones están mal… ¿las presentaciones están mal?; ¿dónde a su criterio se estaría errando?

D.G. — Creemos que inciden varias cosas, evidentemente algo de responsabilidad puede tener el municipio, tal vez no se presentan de forma adecuada las licitaciones. Tal vez no se sabe direccionar bien a los inversores, porque más allá de que la intendencia ha realizado el trabajo -me consta que el director Polakof se ha preocupado y ha tratado de encontrar inversores en todas partes del mundo- por ejemplo, en lo que tiene que ver con el Parque Rodó en la Junta Departamental se mencionó por parte de este director, que se había estado en contacto con gente que se dedica a este tipo de negocios en Europa y Sudamérica, pero lamentablemente no se cristalizaron, entonces capaz que uno de los problemas es no encontrar inversores adecuados. Quizás los equipos técnicos necesitan otro tipo de profesionales que hoy no están trabajando o no están empapados en estas problemáticas y hay que apostar a mejorar lo que hay.

Sobre el trabajo de las comisiones que se dedican a los estudios de impacto ambiental me parece que es fundamental poner tiempos acotados, porque si un inversor está tres o cuatro años rogándole al municipio que le permita invertir me parece que eso no es lo adecuado, por eso nosotros hablamos de plazos máximos de entre 60 y 90 días para que la intendencia haga los estudios necesarios y en caso de que el municipio no se pronuncie, el proyecto o la inversión quede firme.

A.L. — Eso está en uno de los puntos del plan de gobierno. ¿No le parece muy poco tiempo entre 60 y 90 días? ¿No sería un peligro para la ciudad de Montevideo plazos tan cortos en proyectos que de pronto son muy complejos?

D.G. — Claro. Tal vez sea parte de la idiosincrasia del uruguayo demorar y pasar meses y meses sin pronunciarse, pero en algún momento hay que marcar algún punto de inflexión, porque si no lo que ocurre es que algunos inversores se van y la inversión que de pronto iban a hacer en nuestro departamento la hacen en otro, o la hacen en otro país y eso es más grave todavía.

Las consecuencias que esto tiene, basta con remitirse a los hechos para ver cuáles son.

A.L. — ¿Cuál es la posición de Alianza Nacional a propósito de los parques tecnológicos en la capital del país?

D.G. — En el caso de Montevideo si bien es cierto que representa la posibilidad de que pequeñas empresas logren radicarse y empezar a trabajar, el caso del Parque Tecnológico e Industrial del Cerro derivó en una comisión investigadora en la Junta Departamental. Lamentablemente la experiencia en Montevideo no es buena, ya que hubo empresas que robaban luz a UTE; empresas que evadían los aportes de los trabajadores y que tienen cuantiosas deudas con el Banco de Previsión Social; empresas que contaminaban…

Nos da la sensación de que si bien la idea es buena, hay que aumentar los controles para que no ocurra lo que pasó en nuestra capital. En definitiva la idea es interesante, pero si no controlamos bien, los resultados para Montevideo son deficientes.

A.L. — Se está planificando un segundo parque industrial para Montevideo en la zona de La Teja. Allí se instalaría un parque con características distintas al que está instalado en el Cerro. ¿Cuál es su posición como edil? Usted viene trabajando en este tema hace ya varios años.

D.G. — Para nosotros todo lo que signifique mejoras para el departamento y trabajo para la gente, lo hemos votado siempre en la Junta Departamental. El tema es que después los errores, las omisiones o la negligencia a la hora de administrar dineros e instituciones públicas de parte del municipio, termine en circunstancias como las que narraba anteriormente.

Creo que si los controles se ejercen de otra manera, si se pone personal idóneo… tengo enormes reservas sobre algunas personas que han estado al frente del Parque Tecnológico Industrial del Cerro que desde el punto de vista técnico me parece que no reunían las condiciones necesarias para estar al frente de esa institución.

A.L. — ¿Lo dice por el por el Director del Parque?

D.G. — Sí, el secretario ejecutivo era el cargo.

A.L. — Ember Martínez.

D.G. — Ember Martínez. Cuando concurrió a la Junta Departamental así se lo hicimos saber y los resultados están a la vista. No pongo en tela de juicio la moral del señor, pero sí es inadmisible que dentro de una institución del Estado se evadan aportes al BPS; se pague por debajo del laudo en el caso de algunas empresas; se robe luz o se contamine los cauces de agua que pasan por la zona. Eso no se puede permitir.

También es cierto que hay empresas como Envidrio que funcionan ahí mismo y lo hacen de manera eficiente.

A.L. — ¿En caso de que su sector gane la Intendencia de Montevideo cuál sería la relación con Adeom? Con los distintos gobiernos de izquierda ha sido conflictiva…

D.G. — En caso que el próximo intendente de Montevideo sea Javier de Haedo la relación va a ser de mutuo respeto, pero siempre el sindicato defendiendo a los trabajadores como corresponde y el Partido Nacional gobernando, porque en definitiva la ciudadanía vota al intendente para que gobierne y no vota a un sindicato para que gobierne la Intendencia de Montevideo.

La relación va a ser la que tuvimos siempre. Desde la Junta Departamental también en infinidad de oportunidades hemos recibido distintas delegaciones de Adeom y hemos trabajado sin problemas a pesar de las enormes diferencias que tenemos con el sindicato municipal aquí en Montevideo.

A.L. —A veces algunos vecinos de Montevideo ven que hay como “una pulseada” por el poder dentro de la intendencia entre las autoridades elegidas por la población y el propio sindicato.

D.G. — Entiendo que en muchas circunstancias se aceptó, por parte del ex intendente Ricardo Ehrlich, presiones del sindicato. Recuerdo un caso bien gráfico que a mi entender eso marcó un punto de inflexión en la relación y fue cuando le patearon la puerta del despacho. Esas cosas no se pueden permitir; es una falta de respeto.

Evidentemente tengo discrepancias con el ex intendente en su accionar, pero es una excelente persona que siempre estuvo dispuesta a recibir a los trabajadores y a la oposición también, y me parece que ahí sí, cometió un error garrafal. No se puede permitir ese tipo de actitudes bajo ningún concepto.

A.L. — ¿Qué se debió haber hecho ese caso?

D.G. — El intendente tendría que haber gobernado porque para eso lo eligió en su momento una amplia mayoría, sin dejarse presionar por el sindicato que muchas veces presionó y logró sus cometidos. Nosotros no estamos de acuerdo con ese tipo de actitudes y no las permitiríamos tampoco.

A.L. — A veces se habla de Adeom como “el malo de la película”, pero lo cierto es que es un sindicato que tiene mucho peso realmente en la interna municipal. Usted dice que “nos trataríamos con respeto” y pienso que todos los sectores dirían lo mismo. ¿Cómo se podría profundizar un poco más en ese concepto?

D.G. — De repente lo que puede haber pasado en algún momento, fue que el diálogo debió de haber sido más fluido, porque a veces la gente se conforma con que la escuchen. En algunas circunstancias capaz que se impusieron medidas en alguna división del municipio, por parte de algún director en particular y eso de repente molestó al sindicato.

Por eso nuestra apuesta es a conversar y encontrar puntos de encuentro porque por ejemplo nosotros de la oposición teníamos enormes diferencias en muchos temas con el Ejecutivo Departamental, pero sin embargo muchas veces conversando logramos puntos de encuentro.

Pudimos acompañar a la bancada del Frente Amplio en muchos de los proyectos que se votaron. En algunos casos ellos estuvieron de acuerdo con nosotros también y sin embargo la relación de fuerza era dispar porque son 20 ediles del Frente y 3 del Partido Nacional y de todas maneras se puede acordar.

A.L. — En el caso de los inspectores de tránsito usted está promoviendo que ellos dejen de cobrar un porcentaje de las multas que aplican, que significa entre el 35% y el 40% de la recaudación total de las multas. Hay un dato que se conoce del año 2007 que en Montevideo se han aplicado 250.000 multas y en función de lo que informó usted ayer concretamente, los inspectores de tránsito estarían cobrando sólo por multas un extra de US$ 390 al mes.

D.G. — Así es. Creemos que la participación de los inspectores en las multas logró desviar el resultado que se esperaba, que era mejorar el relacionamiento referido al tránsito en Montevideo.

Los inspectores tienen que ser vistos como alguien que está para aportar; como un aliado del conductor y de la ciudadanía en general. Eso ocurre en otras partes del mundo pero lamentablemente en Montevideo se invirtó y hoy ellos son parte del problema. Evidentemente están “en pie de guerra” con la ciudadanía.

Creo que fue muy fuerte ver el video que circuló en varios canales de televisión; responsabilidades compartidas, a mi juicio, por los inspectores; no todos, porque hay gente que hace su labor en forma correcta; hay responsabilidad también del municipio que convirtió a la División Tránsito en una oficina recaudadora. En el año 2008, Montevideo recaudó US$ 7 millones solamente por concepto de multas de tránsito, de los cuales entre el 35% y el 40% se les asigna a los funcionarios del departamento.

Creo que no está bien premiar o entregar una parte de la recaudación a los inspectores de tránsito por multar y me parece que si cada vez se cobran más multas; si cada vez se recauda más dinero por concepto de multa y lamentablemente cada vez hay más accidentes de tránsito y una cantidad importante de ellos con consecuencias fatales; me parece que el resultado que se buscaba no es ese.

No tengo dudas que las autoridades municipales querían mejorar y superar los conflictos que hay en el tránsito pero lamentablemente no lo lograron.

A.L. — Le preguntaba esto vinculado al tema anterior que es con la relación con Adeom… Usted decía que había que dialogar y tratarse con mutuo respeto, pero a veces es bravo sacarle derechos adquiridos a los funcionarios y más cuando son funcionarios públicos.

D.G. — Por eso, nosotros en la propuesta que hacemos decimos que de aquí en más no hay que premiar por multar, pero los derechos adquiridos hay que conservarlos. Tendrá que ser la División Recursos Humanos y la División Jurídica de la Intendencia de Montevideo quienes encuentren las alternativas a los efectos de no perjudicar a los trabajadores y no comprometer al municipio en una futura demanda, porque tenemos una historia triste para el departamento: la demanda laboral que entabló Adeom contra la Intendencia de Montevideo costó US$ 40 millones.

Entonces, de aquí en más premiar por multar a mi juicio no se puede permitir, pero de todas maneras los derechos adquiridos hay que respetarlos.

A.L. — Dentro del plan de gobierno de su sector político se dice que hay que aumentar la proporción de las inversiones en el presupuesto municipal pero no subiendo los impuestos, sino que este aumento de las inversiones se va a producir con los ahorros que se van a generar en las remuneraciones, en pagar menos remuneraciones o en bajar las remuneraciones), y gastos de funcionamiento de distintas áreas de la intendencia. ¿Qué quiere decir ahorrar plata en el rubro de las remuneraciones?

D.G. — Y… mejorar la gestión.

Montevideo es uno de los departamentos que invierte menos. Se recaudan por año casi US$ 400 millones de los cuales entre el 85% y 87% va a para pagar salarios y gastos de funcionamientos.

Sería interesante que a medida en que se van jubilando los funcionarios municipales, no se aumenten las plantillas; no llenar las vacantes es una forma de que sin sacarle ningún peso a ningún funcionario; sin reducir en nada el salario, comprometer menos recursos en lo que tiene que ver con el pago de la masa salarial.

A.L. — ¿O sea que no llenar las vacantes sería uno de los pasos?

D.G. — Esa es una de las alternativas. También a nuestro juicio se pueden recuperar recursos que hoy se destinan a gastos de funcionamiento. Es fundamental mejorar la gestión. No es buena la gestión en Montevideo.

Basta con compararla con intendencias de otros departamentos y además si nos fijamos en lo que significa fundamentalmente la periferia del departamento vemos que ahí donde tendría que estar presente en mayor cuantía el municipio — porque están los montevideanos que menos tienen—; es donde está más ausente el municipio.

Entonces, mejoramos la gestión en beneficio de quienes menos tienen y hay que tratar a nuestro juicio a corto plazo, no pueden pasar más de 2 años, para que Montevideo destine menos recursos para gastos de funcionamiento y para pagar salarios.

A.L. — Otro punto que ustedes ponen en el programa de gobierno tiene que ver con revisar anualmente todas las exoneraciones, los privilegios y subsidios que se otorgan desde la Intendencia de Montevideo a emprendimientos y a toda la gama de instituciones y organismos que los reciben.

D.G. — Voy a dar un caso que no sé si la ciudadanía está muy al tanto de esto, pero por ejemplo cuando vienen muchos artistas internacionales, se exonera de los impuestos que deben de pagar al municipio. Nunca se hace de una forma clara y en muchas circunstancias no se hace lo mismo con artistas nacionales. De repente es ínfimo en el presupuesto, pero es una muestra de una cantidad de recursos que se destinan en cuestiones que de repente no son para el ciudadano común esenciales.

Por ejemplo, el subsidio al boleto cuesta US$ 1:500.000 por mes y en contrapartida recibimos un servicio que no es bueno porque es uno de los boletos más caros de América Latina; porque las quejas que llegan a la Junta Departamental son enormes referidas a que en las horas pico, la gente viaja como ganado uno arriba del otro; los recorridos en algunos casos pasan cuando quieren o los dejan de a pie.

Entonces si hoy en día le decimos a los montevideanos: “Miren, ustedes están aportando US$ 1:500.000 por mes para subsidiar el boleto” y comparan con el servicio de transporte colectivo que tenemos; seguramente muchos de ellos estarán pensando si es rentable. Nosotros decimos que está bien que se subsidie el boleto porque sino el costo sería muy alto — de todas maneras es caro—; pero vamos a exigirle un poquito más a las empresas de transporte.

A.L. — Prácticamente ha sido crítico en todos los ítems que hemos tratado desde todo punto de vista, sin embargo cuando en las encuestas vemos que el partido de gobierno mantiene la preferencia de los votos y de hecho, por más que no se puede hacer futurología, es difícil pensar que no gane en la próxima elección.

A su vez, Alianza Nacional tiene este slogan que es “Despertá Montevideo” que ha caído mal en algunos sectores, porque da la sensación de que la gente no se está dando cuenta de algunas cosas.

¿Si la gestión es tan mala en todos los ámbitos, cómo explica entonces que los montevideanos sigan apoyando al Frente Amplio en Montevideo?

D.G. — Dos cosas: en primer lugar, Montevideo siempre ha sido un bastión de la izquierda. Creemos que hay muchos compatriotas que votan con “la camiseta puesta”. Sabemos de muchísimos integrantes del Frente Amplio que son altamente críticos con la gestión. El mismo Presidente de la República en el libro “Pepe Coloquios” dice que lo de Montevideo es una tragedia. De esa manera definió a la administración frenteamplista en la capital de la República.

En realidad si supiera qué es lo que pasa… la gente cuando recorremos los barrios y los más humildes son tremendamente críticos, por ejemplo, con los Centros Comunales Zonales y después, evidentemente muchos de ellos votan al Frente… si supiera qué es lo qué pasa seguramente haríamos lo necesario y suficiente para que se le diera la oportunidad al Partido Nacional.

Montevideo nos ha sido esquivo. Históricamente ganamos una sola vez, pero hoy las encuestas también marcan que el Partido Nacional va a pisar muy fuerte en Montevideo; se va a convertir en el segundo partido no tengo la más mínima duda; y nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo porque recorriendo el departamento vemos y lo comprobamos con nuestros ojos en el lugar de los hechos que lo que decimos de los problemas que tiene Montevideo, coinciden con la realidad.

Si usted recorre la ciudad, el mantenimiento vial sabe lo qué es; la recolección de residuos es un desastre, es una mugre por todos lados. Entiendo también que tenemos mucha responsabilidad los ciudadanos, pero la intendencia no hace bien su trabajo. En fin, distintas cuestiones que tienen que ver con el municipio: la iluminación es una de las más pobres de las ciudades de América Latina. Es parte de la realidad, nadie lo puede negar.

Luego, si la gente nos dice que el Centro Comunal no le responde, que se cayó una rama del árbol y la tuvieron que juntar los vecinos; que se quemó la lamparita y no se la cambiaron nunca y después vota al Frente Amplio, bueno… eso es cuestión personal de cada uno y yo no soy quién para tildar de nada a quien venga y me plantee los problemas que tiene su departamento que no le da solución en municipio y después lo vota. Ese es un problema individual de cada uno.

Yo voy a seguir defendiendo mi verdad y tratando de convencer a a todos los montevideanos que pueda que nos acompañen y que despierten porque a veces da la sensación que estuviéramos dormidos.

A.L. — El edil Graffigna se está candidateando para alcalde por el Municipio B. La candidata del Frente Amplio Ana Olivera —que es prácticamente seguro que va a ganar en la próxima elección—; señaló que los alcaldes que se votan en mayo deberán cumplir con el programa de gobierno departamental tal como lo establecen las normas.

Si le toca ganar la alcaldía en el Municipio B, ¿se va a atener al programa del Frente Amplio?

D.G. — No, de ninguna manera porque eso no dice el decreto.

Si la ciudadanía confía en mí a los efectos de que me convierta en alcalde por el municipio B, no voy a seguir el programa del Frente Amplio; tengo mi propio programa y mis propias ideas y lamentablemente si la realidad indica que la Sra. Olivera es la intendenta y si tengo la suerte de ser alcalde, voy a defender mis ideas y mis principios y ella defenderá los de ella.

Ese posicionamiento de la Sra. Olivera coincide con la matriz ideológica de la cual viene: un pensamiento totalitario. Sobre lo que no tengo dudas es que si el intendente fuera Javier de Haedo y el alcalde del municipio fuera un ciudadano frenteamplista, evidentemente ese ciudadano frenteamplista podría sin dudas llevar adelante su programa de gobierno para el municipio B.

 

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