«Ver la cultura como una industria»

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Se lanzaron dos concursos relacionados con la cultura y la tecnología: el segundo Concurso de Emprendedores en Cultura y Nuevas Tecnologías y el cuarto Concurso de Videojuegos y Simulación Educativa.

Con Enrique Estragó, coordinador de proyectos de Ingenio, la Incubadora de empresas del Latu.

Enrique Estragó, coordinador de Ingenio.

El coordinador de proyectos de Ingenio, coorganizador de ambos concursos, explicó en Producción Nacional por qué la apuesta es a convertir la cultura en una de las industrias más importante del país.

Entrevista emitida el viernes 29/05/09 en Producción Nacional — 1410 AM LIBRE

En estos días se están lanzando en nuestro país dos concursos interesantes, apuntando a sectores con franco potencial de crecimiento. Uno es el segundo Concurso de Emprendedores en Cultura y Nuevas Tecnologías. Esta iniciativa busca apoyar a aquellos emprendedores que abordan la cultura como una actividad económica sustentable y que están incorporando nuevas tecnologías en cualquiera de sus formas. Este concurso está organizado por el Ministerio de Cultura, por la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme) y también por la Incubadora Ingenio del Latu.

El otro concurso es el de Videojuegos y Simulación Educativa. Es la cuarta edición y está organizado por Pro Anima — organización que nuclea a varias productoras de animación en Uruguay—, Antel y también la Incubadora Ingenio. Hay muchas empresas uruguayas, que en Uruguay prácticamente ni se conocen, que están trabajando para importantes compañías internacionales, sobre todo en el área de los celulares, de los juegos para computadoras, de las animaciones para películas de televisión o cine y efectos especiales.

Para conocer más sobre este sector y los dos concursos en particular, Producción Nacional entrevistó a Enrique Estragó, coordinador de proyectos de Ingenio, la Incubadora de empresas del Latu. 

Alejandro Landoni — ¿Qué es una incubadora de empresas? ¿Qué es Ingenio? 

Enrique Estragó — Lo que nosotros hacemos es captar proyectos que tienen que tener determinadas características; alto potencial de crecimiento, con un perfil exportador principalmente; con un nivel de innovación importante. A ellos proyectos nosotros les damos una serie de servicios durante el período de incubación. El estándar de ese período en la Incubadora es de dos años y tratamos de potenciar estos proyectos para que cuando salgan de la incubación sean empresas económicamente rentables y que estos emprendedores puedan dedicarse y vivir de estos proyectos. 

A.L. — ¿Qué tipos de servicios les dan?  

E.E. — Son variados, pero los principales y que han sido más valorados por los que ya se graduaron de la incubación son los servicios de Gestión Empresarial. Nosotros capacitamos en cómo llevar adelante una empresa. Los servicios de Asesoramiento y Consultoría en Marketing Comercial. Este año, incorporamos un servicio nuevo que es de Propiedad Intelectual. Dado que estamos trabajando con industrias creativas, con industrias culturales, nos vimos en la necesidad de incorporar este servicio que a su vez es también muy aprovechado por ejemplo, por la gente que trabaja en el sector del software.

A.L. — Es interesante ir a Ingenio y ver cómo se trabaja allí, porque están todas las empresas reunidas en el mismo local y se aprecia una sinergia importante. Sobre todo se contagia mucho el entusiasmo de unos a otros y también se comparten algunos contactos. ¿Cómo se selecciona una empresa que quiere trabajar en Ingenio?

E.E. — Hay un proceso de selección que es bastante estructurado. En la página web de Ingenio www.ingenio.org.uy hay un formulario de presentación donde básicamente se hacen ciertas preguntas sobre el proyecto que quieren presentar para la incubación y los interesados tienen que contestarlo en no más de diez carillas; se trata de un resumen del proyecto que se va a presentar. Presentan eso, lo analizamos, les hacemos algunos comentarios y el proceso de selección termina con un Comité de Selección que está integrado por empresarios de primera línea, por directores de organismos nacionales e internacionales que colaboran con la Incubadora. Ese Comité evalúa el proyecto y toma la decisión de si es aceptado o no para la incubación.  

A.L. — ¿Cuántas empresas hay ahora trabajando en Ingenio?  

E.E. — Tenemos dos modalidades de incubación, una es física y otra es remota. En este momento, el total de empresas que tenemos en incubación son 19. Con incubación física estamos en las 8 o 9 empresas, y el resto son con incubación remota.  

A.L. — Es decir, que no están en el local pero igual reciben los servicios.  

E.E. — Exactamente.  

A.L. — ¿Las empresas tienen que pagar algo? ¿Se tienen que comprometer a algo?

E.E. — Sí. Hay una forma por la cual el incubado tiene que retribuir todo lo que Ingenio le da. Todos estos servicios que brinda la incubadora tienen un costo para Ingenio (para el Latu), y se les exige que devuelvan los costos. Nosotros no buscamos la rentabilidad de la Incubadora, sino que lo único que buscamos es recuperar los costos en los cuales incurre la Incubadora. Para ello, diseñamos un sistema que nos pareció el más justo y el que mejor se adapta a la situación de un emprendedor.

Ese sistema se divide en dos partes: primero, durante el período de incubación, el incubado paga una cuota de incubación. Para la incubación física son un poco más de $ 4.000 y para la incubación remota son un poco más de $ 2.000 mensuales. Una vez que la empresa termina con la incubación, hay dos posibilidades. Una es que la empresa fracase, porque hay casos en que fracasan. Si es así, no se les cobra ni un peso más. Después están las empresas que son exitosas, las que siguen funcionando, y a ellas se les cobra un 3% de su facturación mensual hasta completar un monto —que nosotros tenemos estipulado—, que es el costo de incubación por proyecto: para incubación remota unas 255.000 unidades indexadas (US$ 28.000 o US$ 29.000) y, para la incubación física 421.000 unidades indexadas (no llegan a los US$ 35.000).

El aspecto más importante de esto es que no hay un período de tiempo fijo. Se puede pagar en dos años, en tres, en diez, en veinte y va de acuerdo al ciclo de cada empresa. Los meses que una empresa vende mucho va a pagar mucho — porque es un porcentaje de su facturación —; los meses que vende poco, paga poco y si algún mes no vende nada, no paga nada. No tenemos tasas de interés. Esto evoluciona con la evolución de la unidad indexada, según el nivel de la economía nacional. Es independiente de la cantidad de tiempo que pase. El otro punto que también es interesante es que nosotros vamos a riesgo. Nosotros nos jugamos la vida en cada proyecto.  

A.L. — Claro, porque si el emprendedor no puede salir adelante ustedes se quedan sin cobrar.  

E.E. — Sin cobrar ese componente que es el más importante de nuestros costos.  

A.L. — Antes de ayer se lanzó el segundo Concurso de Emprendedores en Cultura y Nuevas Tecnologías, un certamen que está organizado por el Ministerio de Cultura, Dinapyme y también por la Incubadora Ingenio. Hay premios muy importantes; el más importante es de US$ 10.000, y la posibilidad de ingresar directamente en Ingenio. ¿Cuál es el objetivo que tiene este Concurso de Emprendedores y Nuevas Tecnologías?  

E.E. — El objetivo principal es ver a la cultura como una industria. Buscamos proyectos de empresas, emprendimientos en cultura. Estos emprendimientos a su vez tienen que tener un componente tecnológico, una vinculación con la tecnología relativamente importante. De esa forma, buscamos complementar lo que hace Ingenio (que en su momento nació como una Incubadora Tecnológica), con un sector sumamente importante que es el sector cultural, que hoy en día no está del todo desarrollado en nuestro país. Estamos convencidos de que hay un potencial muy importante en nuestro país para tener emprendimientos culturales sumamente viables.

En el mundo entero la industria cultural mueve millones; en nuestro país recién está empezando a generarse esa conciencia de emprendimiento cultural. Básicamente lo que buscamos es alguna forma de que estos emprendimientos culturales puedan distribuir o difundir sus productos o servicios por las nuevas redes digitales —a través de los celulares, televisión digital, Internet, etc. —; es decir que tienen que tener un componente tecnológico importante. Este año, le agregamos un nuevo matiz a esto; también vamos a aceptar y a contemplar proyectos que generen insumos para producir cultura.  

A.L. — ¿Cómo es esto?  

E.E. — Es decir, yo tengo una empresa que no genera cultura, pero sí genera insumos para que otra genere cultura. Entonces, ese emprendimiento sería contemplado dentro de este concurso.

A.L. — Pónganos un ejemplo.  

E.E. — Por ejemplo, la empresa Musitelli es una empresa que básicamente da insumos para que otros generen cultura.  

A.L. — Los camiones de Musitelli se ven en todos los rodajes. Alquila desde el enchufe más chiquito para una instalación eléctrica, hasta el foco, la grúa, el camión para llevar los rollos con las películas, etc. Todo lo que uno necesita para un rodaje de ficción o de publicidad. ¿Hasta cuándo y quiénes se pueden presentar?  

E.E. — La recepción de los proyectos se puede hacer hasta el 14 de setiembre a las 16 horas, y las bases de cómo tienen que presentar todo las encuentran en www.ingenio.org.uy. Quiero resaltar que este Concurso de Emprendedores en Cultura y Nuevas Tecnologías actúa como puerta de entrada a Ingenio. El que es premiado por este concurso, ya ha sido automáticamente seleccionado para ser incubado en Ingenio, y eso es un premio muy importante a tener en cuenta. Otra innovación que este año vamos a implementar es una experiencia que sacamos del Concurso de Videojuegos que venimos realizando desde hace ya algunos años, y que nos ha dado muy buenos resultados.

Previo al concurso vamos a realizar talleres, donde tratamos de capacitar a los que se van a presentar; tratamos de transmitirles algunos conocimientos, algunos aspectos innovadores sobre el tema del videojuego, en este caso sobre emprendimientos culturales y nuevas tecnologías. Este año vamos a realizar un taller con gente del Ministerio de Industria sobre Propiedad Industrial, nos van a venir a contar un poco de qué se trata y a capacitar a los emprendedores que se van a presentar y otro con gente del Ministerio de Educación y Cultura, para capacitar en lo que es Propiedad Intelectual y Marcas y Patentes.  

A.L. — Hablando del segundo concurso, ¿cómo va a ser este cuatro Concurso de Videojuegos que ha tenido un éxito enorme en sus tres primeras convocatorias?  

E.E. — En este concurso este año se incorpora la empresa Antel, que en la parte de la organización es muy importante su aporte. Se va a lanzar en los próximos días, aunque aún no tenemos la fecha definida porque estamos esperando que el Directorio de Antel lo coordine con el Directorio del Latu, pero básicamente lo que buscamos nosotros son videojuegos que ya estén desarrollados. Queremos desarrollar esta industria y que haya cada vez más gente que se interese por el desarrollo de videojuegos. Leí un artículo hace un par de años donde para el año 2008 pronosticaban que el mercado de videojuegos a nivel mundial iba a ser de US$ 50.000:000.000.

Me parece que hay un potencial en esta industria muy importante y nosotros tenemos un nivel creativo, tenemos una materia prima muy buena en Uruguay. La idea es impulsar y tratar de que se generen emprendimientos en ese sentido, porque en Ingenio ya tenemos una empresa que se formó para el segundo Concurso de Videojuegos, se presentó y concursó y hoy acaba de ser aceptada por el último Comité de Recepción para su incubación. También tenemos otro emprendimiento que había sido premiado en el segundo Concurso de Videojuegos que no está siendo incubado en Ingenio pero que sí es apoyado por el Ministerio de Turismo, que formó su empresa, siguen trabajando y están hoy en día vendiendo sus servicios. Me parece que ha dado sus resultados, pero es un trabajo de largo aliento en este sentido.  

A.L. — Usted nombró dos elementos importantes: el tema de videojuego y cultura. El dibujo animado o incluso el videojuego es un buen lugar para difundir valores y cultura, a lo que uno no está acostumbrado porque en general se piensa que es todo lo contrario. El otro tema es el turismo, que es también muy importante a través de estas formas de expresión. ¿Cuál es la empresa que ya va a ser aceptada en Ingenio?  

E.E. — Se llama Estudio Egg, es una empresa que hace animación.

A.L. — Este concurso no se lanzó aún, pero la información va a estar en la página Web de Ingenio y en la página de Pro Anima.

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