En el marco del cambio de la matriz energética, han tomado protagonismo las energías renovables, y particularmente la energía eólica.
Eduardo Abenia, Presidente de AUdEE
Uruguay está en pleno proceso de instalación de fuentes de energía renovables. El gobierno generó una política de Estado que está destinada a cambiar la matriz energética del país, buscando reducir la dependencia con el extranjero — básicamente la dependencia con el petróleo —, y a la vez minimizar el impacto ambiental.
En ese ámbito, han tomado protagonismo las energías renovables, y particularmente la energía eólica. En un principio, el gran impulso a este sector lo dio el ámbito público, desde la Dirección General de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), diseñando la política de Estado, hasta la propia UTE, que ha instalado su propio parque y también ha hecho convenios a largo plazo con distintos generadores privados.
En este momento existen tres parque eólicos que están funcionando en el Uruguay; hay dos que son privados, el más conocido es el de Nuevo Manantial que está en Rocha y que es capaz de generar 4 megawatts y hay otro que está gestionado por la empresa Agroland en Maldonado, que está generando bastante menos de un megawatt. El otro parque es público, está el parque de la UTE en Sierra de los Caracoles; tiene capacidad para producir 10 megawatts de energía y en este momento está siendo ampliado a 20 megawatts.
UTE tiene abierto un llamado a licitación de parques eólicos que podrían estar produciendo hasta 300 megawatts de energía para el año 2015.
Son parques de porte importante entre 30 y 50 megawatts. Esta licitación tiene como requisito usar un mínimo de componentes nacionales en la producción de estos aerogeneradores, lo que le daría impulso al sector privado uruguayo.
También hay otras cláusulas, una de ellas es que si bien se pueden manejar desde el exterior, tiene que haber una base acá en Uruguay, para que haya uruguayos que aprendan a manejarlos.
Mañana comienzan las “Primeras Jornadas de Energía Eólica entre Uruguay y Brasil”, que se realizan en Montevideo. Para conocer el contenido de estas jornadas y su importancia en este momento conversaremos con Eduardo Abenia, el presidente de la Asociación Uruguaya de Energía Eólica.
Alejandro Landoni — Les cuento que Abenia está instalando su empresa que se llama Neolos, que va a estar destinada a la generación de electricidad y también del bombeo de agua con energías de este tipo.
La generación de energía con el viento es bastante novedosa., y la Asociación de Energía Eólica lo es aún más. ¿Se creó este año la asociación?
Eduardo Abenia — Sí, es correcto.
A.L. — ¿Quiénes la integran?
E.A. — La Asociación está conformada por un grupo bastante heterogéneo de empresarios — no necesariamente sólo empresarios, pero fundamentalmente empresarios —, de muy diversas áreas que tienen que ver con el sector. No están solamente las empresas que apuntan a generar, sino todos aquellos que de alguna manera tienen relación con el sector.
Puede haber desde un meteorólogo, que tiene que ver con la predicción del recurso; una empresa de grúas que aspira a levantar las partes que conforman un aerogenerador; una empresa de transportes que lleva esas partes; el abogado que se encarga de ver cuáles son los problemas legales que hay que atender en estas temáticas; un maestro que busca material para sus alumnos.
Puede ser y de hecho es, como un corte horizontal del tema. No es necesariamente una asociación de generadores. De hecho lo que menos hay tal vez son propiamente generadores.
A.L. — ¿Cuántas empresas o personas integran esta asociación?
E.A. — En este momento hay unas 70 personas que yo diría que representan a unas 40 y pico de empresas.
A.L. — Son unas cuantas.
E.A. — Sí, el crecimiento ha sido asombroso para algo tan nuevo.
Se lanzó la idea en diciembre del año pasado y por mayo comenzaron las primeras reuniones.
En el medio hubo una serie de trámites y cosas para ver dónde nos reuníamos y ver qué apoyo se obtenía del Estado. De hecho usted mencionaba que la Asociación vendría a ser algo así como una iniciativa privada. Pues sí, pero dentro de la asociación hay un montón de socios que pertenecen a organismos del Estado — fundamentalmente a la UTE, a la Dirección Nacional de Energía que ha tenido un papel importante en apoyar por un lado a la Asociación y por otro lado, las jornadas que nos convocan —.
A.L. — ¿Es como un clúster?
E.A. — En algún sentido sí. Mucha gente lo ve como un clúster. No sé si valga la pena discriminar las diferencias que existen entre una asociación y un clúster, pero sí, funciona como un clúster en realidad.
A.L. — ¿Cómo están viendo todo lo que está pasando en el Uruguay?
Uruguay quiere tener al menos 150 megawatts de generación eólica para el 2012. En estos días en la Cumbre de Barcelona — preparatoria para Copenhague —, Uruguay puso como ejemplo la generación de energía con fuentes renovables como contribución concreta a mitigar los efectos del cambio climático. Hace unas semanas estuvimos entrevistando a un empresario brasilero que había venido a Uruguay y elogiaba mucho lo que se hace en Uruguay, diciendo que en Uruguay se dan certezas porque la UTE compra con contratos a largo plazo y eso es realmente muy bueno para los inversionistas.
¿Cómo ven todo esto que está pasando en el Uruguay?
E.A. — Uruguay en realidad tiene una larga tradición de manejarse con renovables, porque no olvidemos que la matriz energética uruguaya es básicamente hidráulica y la hidráulica es renovable. El tema está en que la hidráulica tiene variaciones importantes interanuales entonces, en los años en que tenemos un clima comparativamente seco; en este momento el único apoyo que estamos teniendo es la generación con combustible y también hay algo de biomasa, pero lo que realmente apoya en el momento en que las represas empiezan a dejarnos “de a pie”, es la quema de combustibles fósiles.
Lo que se está haciendo es tratando de aplicar la eólica en su capacidad de complementarse con la hidráulica, porque si bien la eólica es variable en el corto plazo, en algún sentido es más estable que la hidráulica en el largo plazo, porque usted puede tener años muy diferentes de hidráulica, pero de eólica en general si se toma el año promedio, los años entre sí son bastante constantes. La eólica si bien es muy variable instantáneamente — puede tener el viento ahora funcionando a pleno y dentro de una hora no —, si se toma en el año; es bastante estable.
Entonces, de alguna forma esas dos fuentes se complementan muy bien, porque cuando usted tiene un problema de seca importante, deja de turbinar agua; guarda en la represa cuando hay viento y cuando el viento cesa vuelve al turbinar de la represa y va utilizando la represa como acumulador en este caso de energía potencial.
A.L. — ¿Cómo ven lo que está haciendo Uruguay respecto al marco legal?
El otro día entrevistamos al vicepresidente de UTE, Pedro de Aurrecoechea, quien nos decía que hay fuerte interés de parte de inversionistas privados extranjeros. Decía: “A nosotros cada 15 días nos están llamando para ver qué se puede hacer con energía eólica en el Uruguay”. De Aurrecoechea decía — y hay que resaltar que lo dijo antes de las elecciones —, que esto se debe a que “Uruguay es un país serio con oportunidades de inversión a pesar de la crisis”.
¿El marco legal es interesante para la generación de energía eólica? ¿Se dan certezas en el Uruguay para instalarse aquí?
E.A. — Sí, se ha ido progresando en ese sentido, indudablemente que Uruguay tiene un gran potencial. Primero porque cuenta con el recurso de una manera interesante; tiene la necesidad y además está muy poco desarrollado. Hay países europeos donde prácticamente ya no hay dónde colocar un molino, entonces por más que usted quiera invertir ahí, ya no hay dónde.
Aquí en Uruguay tenemos una enorme cantidad de lugares privilegiados en cuanto a existencia del recurso; hay una red eléctrica razonable, capaz de transmitir esa energía, y el país cuenta con una tradición de estabilidad que sobresale con otros que si bien también cuentan con el recurso y también tienen necesidad, de pronto para el inversor no son tan atractivos en ese sentido.
En cuanto al marco legal concretamente, creo que UTE es una empresa que se maneja con una gran seriedad; cuando UTE dice que compra entonces compra, y cuando dice que paga, entonces paga.
Acá en Uruguay estamos muy acostumbrados a que la propia ciudadanía respete mucho a los entes estatales (el Banco de Seguros en su área; las telefónicas cuando compiten); es decir que la gente confía bastante en el Estado, entonces creo que eso mismo se refleja en cuanto a UTE. Si miramos a UTE como posible comprador, asumimos que UTE se va a comportar con seriedad.
A.L. — Ahora UTE está en un proceso nuevo de profundización de compra de energía eólica a privados.
E.A. — Sí, UTE de alguna manera está jugando en dos terrenos. Por un lado compra parques — en este momento está montando la segunda etapa de Caracoles —; y por otro lado también va a jugar (y juega) a comprar la energía.
Hay un cierto marco de estabilidad que hace que los que eventualmente vienen se vean razonablemente incentivados a producir esa energía que UTE va a comprar y esa es la razón por la cual hay tanta cantidad de llamadas.
Si iba a una reunión sobre el tema eólico hace un par de años había aproximadamente unas 30 personas; hace un año había 60; y hoy por hoy llevamos 190 inscriptos en las jornadas. Hay un crecimiento explosivo del tema. Si iba a una sala veía una decena de personas, sin embargo, hace poco cuando se hizo el lanzamiento del mapa eólico había 200 personas. Es decir que el tema se ha venido incrementando notoriamente y esto responde a razones muy eficaces.
Por un lado la necesidad está; el recurso está; y si en el resto del mundo el desarrollo de este tema es explosivo entonces no hay ningún motivo por el cual acá no tenga que serlo.
A.L. — El Mapa Eólico o mapa de vientos que hizo la Facultad de Ingeniería pago por la Dirección Nacional de Energía, señala que el recurso en Uruguay está muy disponible y que puede ser muy importante su explotación.
¿Se puede generar una tecnología nacional con este desarrollo? UTE está exigiendo en las licitaciones nuevas un 20% de componentes nacionales, así sea la construcción de la obra civil.
¿Usted que como presidente de la Asociación cómo lo ve?
E.A. — Ahí hay como dos territorios.
En los grandes equipos — estamos hablando de los equipos en el entorno de los 2 megawatts que se instalan en los Parques —; ahí la capacidad nacional seguramente se va a desarrollar en cuanto la obra civil. Como mucho creo que podemos aspirar (por ahora, en esta primera instancia), a construir las torres.
Sin embargo, a la larga hay gente con capacidad para hacer muchas otras cosas, lo que pasa es que Uruguay no tiene la escala. Si pensamos en montar una Planta para fabricar equipos grandes, tenemos que estar pensando en por lo menos exportarles a nuestros vecinos.
Después, sí tenemos posibilidades muy interesantes en la escala de lo pequeño, porque en Uruguay todavía quedan algo así como 10.000 personas que no tienen servicio eléctrico, — será porque están lejos de las redes —, y evidentemente Uruguay tiene la capacidad de fabricar equipos más pequeños orientados a eso.
A.L. — Se hizo una experiencia con un aerogenerador nacional, lo instalaron en una pescadería en la salida de Montevideo sobre la Costanera en Canelones, pero no sé qué resultado tuvo.
E.A. — Ese equipo en particular de pronto tiene una cierta cantidad de elementos nacionales pero no es todo nacional, sin embargo sí se están construyendo ese y otros equipos que apuntan a tener desarrollar una industria nacional de la generación.
A.L. — Bueno, este ganó el Primer Concurso del Aerogenerador Nacional. Se ve que fue lo mejor que se pudo hacer en el momento a nivel de componentes nacionales.
E.A. — Sí, ese concurso tiene su historia, e indudablemente que fue lo más parecido que se logró en ese momento, y está allí funcionando y está generando energía para ese pequeño lugar y es una experiencia muy válida.
Entendámonos; hay una larga historia nacional y cualquiera que vaya por el Interior puede ver equipos sembrados por todas nuestras zonas rurales, lo que pasa es que la mayoría de esos equipos son viejos, son equipos traídos del exterior y hay muy poquitos de fabricación nacional.
Hubo y hay alguna persona trabajando, pero numéricamente no es muy significativo.
Eso no quita sin embargo que haya gente trabajando en desarrollos nacionales y hay otro territorio que no es el rural y es tal vez el más interesante que es la generación urbana. En este momento los Parques apuntan a ser conectados a las líneas de media tensión, sin embargo existe la posibilidad de instalar equipos en las ciudades conectados a las redes de baja tensión.
A.L. — ¿En un edificio por ejemplo?
E.A. — Por ejemplo, con contadores bidireccionales de manera tal que cuando hay mucho viento el equipo genera para el lugar y el excedente lo vende al ente estatal y cuando hay poco viento, toma de la red y de alguna manera la factura final va a terminar siendo el resultado del balance entre lo que se generó y lo que se consumió.
A.L. — ¿Hoy el marco legal permite eso?
E.A. — No. En este momento hay dos consultoras contratadas para estudiar cómo debería ser el marco legal para que eso efectivamente funcione de esa manera.
Ya hay algunas experiencias en el resto del mundo y tenemos que ver cómo Uruguay puede insertarse dentro de eso.
Allí va a haber todo un montón de cosas bien complejas que resolver, como por ejemplo, las normas que deberán cumplir esos equipos para que puedan ser conectadas a la red, sin que la red se vea afectada por “defectos” de esa energía producida.
A.L. — Lo que usted dice, aunque no exactamente igual, lo han hecho en España con la energía solar, donde se puso de moda que los edificios pusieran paneles de esos planteados que generan energía eléctrica con el sol y tienen un contador de salida. Son proyectos a 25 años.
¿Le parece que con el viento se podría llegar a hacer similar en la ciudad de Montevideo?
E.A. — Sin ninguna duda y además con una ventaja comparativa muy interesante, porque la construcción de los paneles solares es un poco cara ambientalmente hablando. A ese panel que usted coloca hay que tenerlo mucho tiempo andando a pleno para que genere la electricidad que se consumió para producirlo.
Ese balance en los eólicos es mucho mejor, porque más rápidamente el eólico produce la energía que consumió en ser fabricado. Entonces si lo miramos desde el punto de vista ambiental, la eólica en ese sentido le lleva una enorme ventaja.
Tiene por supuesto la desventaja de que hay que hacerle mantenimiento, pero ese mantenimiento también es mano de obra nacional porque en algún momento cuando haya que reparar esos equipos, si hicimos los deberes bien estaremos en condiciones de ser nosotros quienes nos encarguemos de mantener y de reparar esos equipos; no solamente de fabricarlos.
A.L. — Claro.
Mañana comienzan las Primeras Jornadas de Energía Eólica entre Uruguay y Brasil. ¿Dónde se realizarán?
E.A. — En la sala del IMPO, en Germán Barbato 1379, piso 2.
A.L. — ¿Cuál es la importancia de estas primeras jornadas y por qué específicamente con Brasil?
E.A. — Son sumamente importantes en cuanto a que sería la primera vez que se reúne tanta cantidad de actores. Ya se han reunido muchas veces, pero esta vez realmente es un número importante… estamos pasando los 180 inscriptos en este momento.
¿Por qué Brasil? Porque honestamente en todo este período en el cual hemos estado trabajando en formar la Asociación, hemos tenido varios encuentros con ABEOLICA (que es la Asociación Brasilera); ellos han sido muy activos y muy amables con nosotros y muy deseosos de compartir sus experiencias y de conocer las nuestras, y así se fueron dando las circunstancias y avanzamos en donde pudimos avanzar.
En la práctica podría haber ocurrido con Argentina, pero tuvimos mucho más contacto con Brasil y ellos fueron… ahora mismo (no sé exactamente el número final), pero creo que tenemos 13 invitados de Brasil y es un número más que interesante tratándose de que muchos de ellos vienen de San Pablo y de diferentes ciudades de Brasil o sea, que tienen un viaje no menor para estar con nosotros, es bien interesante que tanta cantidad de brasileros estén aquí.
Van a ser 12 ponencias — 6 brasileras y 6 uruguayas —, abarcando las 12 un espectro bien amplio de lo qué es la temática eólica, así que creo que es una oportunidad más que interesante para entrar en contacto con el tema.