Un nuevo Ventorrillo de la Buena Vista

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Villa Serrana supo constituir un ejemplo de urbanización en armonía con el entorno, de la mano de su creador, el arquitecto Julio Vilamajó.Álvaro López Gallero, del Programa de Destinos Turísticos Estratégicos

Muchos uruguayos conocen Villa Serrana; un pequeño pueblo serrano con estilo europeo, ideado por el arquitecto Julio Vilamajó en la década de 1940. Villa Serrana está a 145 quilómetros de Montevideo, a 100 quilómetros de Punta del Este y a 25 quilómetros, siguiendo la ruta 8, de la ciudad de Minas, y es uno de los lugares más pintorescos que tiene nuestro país.

Si bien algunas construcciones recientes no lo han respetado en su idea original, Villa Serrana supo constituir un ejemplo de urbanización en armonía con el entorno. Vilamajó había previsto la construcción de cabañas con piedras del lugar, ladrillos, maderas y techos de quincho que se adaptaron totalmente al paisaje.

En este marco se destaca el denominado Ventorrillo de la Buena Visita que ha sido declarado Monumento Histórico Nacional y que actualmente se encuentra en estado de abandono. Hace aproximadamente un mes el Ministerio de Turismo y el empresario Andrés Viñale suscribieron los contratos para recuperar este complejo y explotarlo turísticamente. El proyecto va a ser financiado parcialmente por el Programa de Mejora de la Competitividad de Destinos Turísticos Estratégicos, que tiene entre otros, recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Viñale, que es el actual permisario del Parador del Salto del Penitente, fue el adjudicatario de una licitación — la número tres del año 2008 —; y está habilitado a explotar el Ventorrillo por cinco años con opción a cinco más.

El profesor Álvaro López Gallero, coordinador del Programa de Mejora de la Competitividad de Destinos Turísticos Estratégicos, explicó en Producción Nacional los pormenores del proyecto.

Alejandro Landoni — ¿Qué es el Programa de Mejora de la Competitividad de Destinos Turísticos Estratégicos? 

Álvaro López Gallero — En este programa de nombre largo se está jugando la competitividad de los lugares que el país ofrece, sobre todo, al turismo internacional. Hay un conjunto de iniciativas que hacen al mejoramiento cualitativo de lo que el país ofrece.

En particular, este programa fue encarado principalmente luego de que asumiera el nuevo gobierno en el año 2005. Fue el primer acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el sector turístico.El BID presta US$ 5 millones y el Estado uruguayo aporta US$ 1:250.000, es un programa que abarca todo un conjunto de acciones que comprenden US$ 6:250.000. 

A.L. — No es una cifra astronómica para este tipo de obra que tienen que hacer. 

A.L.G. — Claro. Ha sido voluntad del Gobierno y sobre todo del Ministerio que se aproveche de la mejor forma posible, de manera que tenga una repercusión en la visita de los futuros turístas al país. 

A.L. — Antes de empezar a hablar de el Ventorrillo, ¿qué otros destinos estratégicos han promovido en estos años? 

A.L.G. — Una cosa interesante de este programa es que, de alguna forma en esta oportunidad dejó de lado departamentos como Maldonado, Montevideo y apuntó — sobre todo en el tema de las obras —, a nuevos destinos y sobre todo a áreas que hace tiempo que el Ministerio procuraba desarrollar. Nos pareció que este programa y este préstamo era una buena oportunidad de encararlos.Empezamos por la obra más grande que es el Centro de Interpretación de Colonia del Sacramento, que implicó US$ 1:200.000.

Es una obra que en lo fundamental es un gran centro de exposición del país y del departamento de Colonia, que procura presentar al país, sobre todo a ese perfil de turista que cruza desde Buenos Aires y que lo único que conoce es el casco histórico de Colonia del Sacramento y los alrededores. Se trata de presentar cuáles son los grandes atractivos que tiene el país en todos los planos, — ya sean materiales o inmateriales —, de forma que el individuo repita su visita o la extienda y permanezca varios días en el territorio. 

A.L. — ¿Además de Colonia qué otros destinos han promovido? 

A.L.G. — Hoy se cerró una licitación por la llamada Puerta del Cabo Polonio. 

A.L. — Un tema que ha estado en el tapete el pasado fin de semana. Hicimos un informe en Producción Nacional después de la fiesta que hubo para celebrar el ingreso al Sistema Nacional de Áreas Protegidas; el proyecto busca instalar una puerta de ingreso única con terminal de pasajeros y algunos servicios. 

A.L.G. — Es un conjunto de servicios que se van a instalar a la entrada; que va a significar un parking; un lugar de comidas; la Boletería; servicios de la Intendencia Municipal, y se piensa también que en el futuro se concentren las actividades comerciales de forma de no afectar el Cabo Polonio. También va a haber un “Centro de Interpretación” para que la gente antes de entrar al Cabo Polonio tenga un panorama de cuál es la histórica geológica del Polonio; el tema de los lobos, los naufragios, las dunas, etc. Se trata también de hacer un lugar expositivo que realmente profundice; que no haga de la visita un acto trivial sólo de recreación.

La tercera construcción es el Ventorrillo en Villa Serrana.Hay una cantidad de acciones importantes y voy a hacer referencia a una que originalmente no estaba en el programa y luego se incorporó, y tiene una trascendencia enorme para el turismo —ésto se va a ver sobre todo en los próximos años —, que es el Plan Nacional de Turismo Sostenible 2009 – 2020 que fue aprobado por el Consejo Nacional de Turismo en el mes de junio, pero que constituye una construcción, una redacción elaborada durante 10 meses, — en cuatro rondas de reuniones, debates, proceso de capacitación , etc. —, que permitió que intervinieran 800 personas en todo el país.

En el transcurso de esta semana va a estar impreso ese plan y hemos sido muy fieles al texto que se elaboró, y también tiene toda una explicación de la metodología para demostrar cómo es posible hacer un plan estratégico claramente participativo, democrático, donde cada uno aportó los suyo y en las rondas de debate la regla de oro era el consenso. Es decir, que se juntaban grandes operadores; pequeños; sector público; trabajadores; en fin, todos los actores que intervienen en el sector turístico contribuyeron a elaborar ese plan que tiene cinco grandes ejes: un eje que atiende a la sostenibilidad; en segundo lugar lo que es innovación y calidad que es muy importante; tercero la capacitación; cuarto el tema del marketing del turismo uruguayo y en quinto lugar la descentralizaciónEsto tiene todo un desarrollo que les recomiendo a todos los interesados en el sector…. 

A.L. — ¿Dónde se puede acceder al plan? 

A.L.G. — Ya está en la página Web del Ministerio (www.mintur.gub.uy). 

A.L. — Uno de los proyectos que promovió el Programa es la reconstrucción del monumento nacional del Ventorrillo de la Buena Vista, una obra emblemática del arquitecto Vilamajó. Ventorrillo significa bodegón de comidas en las afueras de un poblado.¿Qué se pretende hacer en el Ventorrillo de la Buena Vista? 

A.L.G. — Quisiera hacer una aclaración, porque acá hubo un concurso con todas las de la ley como todo lo que se realiza al interior del Ministerio de Turismo y era un concurso que tenía un trípode:1) el diseño de la construcción, más allá de que es fundamentalmente una restauración,2) una empresa constructora y también un plan de obra, y3) el concesionario.Lo digo porque la referencia al concesionario… acá tuvieron que presentarse tres operadores a la vez, lo cual lo hizo un poco dificultoso sobre todo para Estudios de Arquitectura que se pueden arreglar con un constructor, pero acordar con un constructor y a la vez con un operador turístico… 

A.L. — ¿Cuántos se presentaron? 

A.L.G. — En el arranque se presentaron sólo dos.Es una cosa diferente que Cabo Polonio donde se presentaron 11 proyectos, porque ahí no pedíamos el operador y entonces dificultaba menos la cosa. 

A.L. — ¿Qué pone el programa que usted coordina y qué pone este grupo de empresas? 

A.L.G. — El programa invierte US$ 200.000 que comprenden US$ 180.000 que se vuelcan a la restauración del Ventorrillo de la Buena Vista y a la vez, a la construcción de un Centro de Acogida sobre ruta 8 en la primera entrada. La idea es que ahí haya un Centro de Información que favorezca la visita a Villa Serrana y después hay unos US$ 20.000 (que completan los US$ 200.000) que irían a aspectos de señalización o mejoramiento urbano.Evidentemente, no es mucho dinero, — no es ni siquiera mucho dinero los US$ 180.000 para estas dos construcciones —; creo que la gente que se metió en esto lo hizo fundamentalmente porque poder llegar a reconstruir una obra de arte de la Arquitectura nacional como es el Ventorrillo de Vilamajó tiene un valor que va mucho más allá del dinero. 

A.L. — ¿Esto le da derecho al empresario a estar cinco años, con opción a cinco más? 

A.L.G. — Sí, siempre y cuando las cosas funcionen al cabo de los cinco años. 

A.L. — Hubo varias reconstrucciones del Ventorrillo a lo largo de los últimos años y tantas veces como lo reconstruyeron, se volvió a abandonar. De hecho, nunca funcionó en los últimos años ninguna confitería, ningún emprendimiento de explotación turística que se haya instalado.¿Por qué piensan que esta vez va a funcionar? 

A.L.G. — Pensamos que en esta oportunidad puede funcionar, entre otras cosas, por el mecanismo del trípode. Porque lo que ha pasado hasta ahora es que no ha habido continuidad. No es sólo reconstruir, es también tener un proyecto, un plan de negocios, un encare de la cosa que permita la sustentabilidad.La sustentabilidad está dada por lo que es el edificio en sí mismo, pero fundamentalmente por la sostenibilidad económica que garantice que un operador genere un flujo de individuos que lo visiten y permitan que funcione una pequeña empresa con sus empleados. Esa es la idea. 

A.L. — ¿A qué público están apuntando? Al principio usted hablaba de turistas internacionales. Leyendo un informe de hace ya algunos años —que había hecho el Ministerio de Turismo en la época en que era ministro Pedro Bordaberry, señalaban que: “Técnicamente se ha establecido que en un radio de influencia de 500 quilómetros de Villa Serrana residen 40 millones de personas”, porque ponían allí no sólo a Uruguay, sino también a Porto Alegre y a Buenos Aires.¿A quiénes apuntan? 

A.L.G. — Eso es en la época de 2004, cuando el Ministerio recibía el Ventorrillo del Ministerio de Educación y Cultura. Es muy claro que en primera instancia va a recibir fundamentalmente gente que forma parte del turismo interno. Potencialmente, siempre hay gente interesada en Villa Serrana; gente que viene sobre todo de Europa, en menor medida de Estados Unidos y se trata de que sea un destino alternativo, complementario de lo que es la costa atlántica; — lo que es Punta del Este, Piriápolis, incluso la costa platense próxima —. En ese sentido pensamos que puede ser, así como en parte lo es la ciudad de Minas, una continuidad de los atractivos, sobre todo en días que no son apropiados para la playa y para disfrutar del sol y del mar.

Ahora también hay un segmento turístico a nivel internacional que apunta más al ecoturismo, al turismo de valor cultural, y esta construcción tiene un particular valor artístico y hasta un determinado encanto para los visitantes.Indudablemente hay un aparte que se va a utilizar en lo que es el carácter de restorán o salón de té, como fue su idea original; y hay una parte que también estaba prevista en el edificio original y que va a sufrir pequeñas reformas para adaptarlo a las exigencias del turista actual, que es un área de alojamiento que se encuentra hacia atrás del Ventorrillo, donde hay un conjunto de habitaciones que originalmente se hicieron con baño común y que ahora van a tener otras características y otras posibilidades. Para precisar un poco lo que usted preguntaba —, se está pensando en un segmento de niveles medios a altos, con un cierto nivel cultural que realmente valoren lo qué significa este edificio y todo su entorno. 

A.L. — En algunas fotos del Ventorrillo se puede apreciar el estado de abandono de sus habitaciones, que están grafiteadas y parcialmente quemadas. Deja muchísimo que desear el estado actual del del Ventorrillo. 

A.L.G. — El estado actual es deplorable, hasta el punto de que los arquitectos dudan si pueden mantener la base de piedras originales. Van a tener que profundizar en los cimientos. Ni qué hablar toda la parte de quincha, madera, etc. Toda la estructura de madera de la estructura, eso nosotros le hicimos una consulta al Director del Instituto de la Construcción de la Facultad de Arquitectura, que participó en la elaboración del pliego, y nos dijo que era prácticamente nada, porque está todo comido por las plagas así que hay que hacer todo de nuevo, siendo totalmente fiel al original.

A.L. — ¿Hay planos originales? 

A.L.G. — El plano original es muy pobre. Tenemos el plano de Vilamajó pero no es muy detallado, sí hay mucha fotografía y es interesante que todavía vive el quinchador del Ventorillo. Nosotros le hicimos una entrevista, ya es una persona de muy avanzada edad; hay que tener en cuenta que El Ventorrillo se construyó en el año 1946, hace 63 años.Nosotros hemos tratado y también los arquitectos que intervienen que están liderados por el arquitecto Luis Zino, tenemos una particular voluntad y está todo el control de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación que cada paso que se da se da. 

A.L. — ¿Qué pasa con la situación jurídica de Villa Serrana?Estaba mirando en el archivo una nota de julio de 2003 del diario El País cuando comenzó el interés de por el Ventorrillo en la época de Pedro Bordaberry (y esto no tiene nada que ver con la campaña, sino que era quien estaba como ministro de Turismo). En ese entonces se iba a encarar un reacondicionamiento del Ventorrillo junto con la Intendencia de Lavalleja y estaban preocupados por la situación jurídica de Villa Serrana, propiedad en la mayor parte de su superficie, de una empresa privada.

“Esta compañía pertenece a Germán Pérez — en aquel entonces ministro de Turismo de la Administración del presidente argentino Néstor Kirchner —. Se ha entendido que antes de comenzar obras definitivas, debe regularizarse la tenencia de los solares que conforman el área física del lugar”.

Justamente en febrero de 2009, la represa de Villa Serrana a apareció un día cercada por esta empresa Villa Serrana SA y en estos últimos días ha habido movimientos con otro edificio emblemático de Villa Serrana como es El Mesón de las Cañas.El tema de la situación jurídica de este lugar, ¿les preocupa a ustedes? 

A.L.G. — Por supuesto, y también a la Intendencia de Lavalleja. Nosotros todo lo hemos hecho — como acostumbra el Ministerio de Turismo independientemente de los colores políticos —, siempre se trabaja en acuerdo con las Intendencias del Interior donde se desarrollan los trabajos.

En este caso todo se ha mantenido contacto permanente con el anterior intendente el escribano Herman Vergara; en estos momentos también con su sustituto, el intendente Oscar Ximénez, luego que él renunció para volcarse a la campaña electoral.El gran problema que tiene Villa Serrana, es que como todos los balnearios de la época, los tomaba una empresa fraccionadora y vendía todos los terrenos en cómodas cuotas, con el amparo de un Banco generalmente. Ocurre que hay terrenos que se construyeron y con esos no hay muchos problemas, pero también hay muchos que no se construyeron, que llega un momento que no se sabe ni de quién son y cuántas cuotas pagaron, entonces toda la extensión de Villa Serrana ha pertenecido a la empresa Villa Serrana SA al punto que no hay espacios públicos, no hay plazas, no hay áreas que pertenezcan a la Intendencia.

El único espacio público lo ocupa el Ministerio del Interior con la Comisaría, y eso fue porque la empresa se lo concedió al Ministerio del Interior para que hiciera la edificación. 

A.L. — Una cabaña preciosa la Comisaría. 

A.L.G. — Sí, pero después no hay otro espacio público y eso en cierto modo ahoga porque la propia represa que es una de las áreas que ha sido más visitada tradicionalmente, pertenece a la empresa Villa Serrana. 

A.L. — ¿La declararon espacio de interés? 

A.L.G. — Hay una intervención de la Comisión de Patrimonio en el área de la empresa y también hay un juicio que lleva años realizado por la Intendencia de Lavalleja, que llevó adelante el escribano Vergara, reclamando el pago que no se hacía de las contribuciones inmobiliarias durante años.Hay un litigio ahí… 

A.L. — ¿Eso les preocupa? 

A.L.G. — Es preocupante, hemos tenido reuniones con los propietarios de la empresa que han venido desde Buenos Aires a conversar; es un litigio que no favorece el desarrollo de toda el área y el Ministerio naturalmente ha acompañado ciertas iniciativas de la Intendencia de Lavalleja y ha tratado de lograr acuerdos, porque tampoco podemos estar eternamente en una situación de litigio que en definitiva no favorece al desarrollo de Villa Serrana y a la buena permanencia y recreación de la gente que va ahí. 

A.L. — ¿Acuerdos de qué tipo? 

A.L.G. — Acuerdos por ahora no se ven, pero en su momento hablamos con las dos partes en aras de lograr una salida que pueda significar… bueno, no se trata de exonerar a nadie; si se deben contribuciones hay que pagarlas y si no se pagan, que se entreguen los terrenos equivalentes, pero lo que no puede ser es una Villa Serrana que no tenga espacios públicos, que no tengan áreas que se puedan desarrollar para brindar servicios a los turistas y a los propios pobladores del lugar.

A.L. — Otro tema que preocupa y sobre todo a los pobladores de Villa Serrana es el tema de la recolección de residuos.Si va más gente a Villa Serrana ¿la Intendencia va a acompañar con el tema del mantenimiento de los caminos, que ha sido otro tema polémico? ¿A quién le toca mantener los caminos y el tema de la recolección de residuos? 

A.L.G. — Evidentemente el tema de los caminos le toca a la Intendencia, el tema es que… 

A.L. — La Intendencia durante años dijo que le tocaba a los vecinos, pero esa es una cuestión entre la Intendencia y los vecinos. 

A.L.G. — Acá el tema es la situación de la que hablamos: el propietario que tiene todo el conjunto de las tierras, que no favorece tampoco esto, porque la Intendencia en determinados momentos… está bien, ahí hay vecinos pero también hay un propietario que también tendría que contribuir. Si el propietario no paga sus contribuciones, ¿la Intendencia tiene también que hacerse cargo del pavimento? Esto forma parte de lo que no nos ayuda.La recolección de residuos a nosotros nos preocupa, vamos a trabajar en ésto.

Cuando hablamos de esos US$ 20.000 que no es mucho; apuntan también a ese tipo de servicios, a lograr acuerdos en la comunidad, a buscar una infraestructura que facilite el buen cumplimiento de la limpieza del lugar, las condiciones higiénicas.También nos preocupan otras cosas fundamentales y no de ahora sino que desde hace muchos años (creo que desde la época en que era ministro Bordaberry), que es el tema del propio ordenamiento de Villa Serrana, porque Vilamajó hizo un diseño muy interesante como de una aldea europea, pero después hay una gran cantidad de gente que ha construido según su real saber y entender. Entonces, usted hoy va y en lugar de ver techos de quincha, ve techos azules o de cualquier color y de cualquier material.

A.L. — Hay unas cabañas de alquiler frente a la represa que tienen una visibilidad enorme, que son blancas, con techo azul y con un cartel luminoso que dice “Alquilo cabañas” y que tiene tubos de luz durante la noche. 

A.L.G. — Lo mismo la cartelería comercial, que en algunos casos es “a gritos” que impactan notoriamente en el paisaje. 

A.L. — ¿Ahí la Intendencia no ha podido o no ha querido poner permisos de construcción acordes a la idea original? 

A.L.G. — Lo que ocurre es que tendría que haber un mínimo Plan Director de Villa Serrana, en base al bosquejo original que puede tener adaptaciones, pero en ésto sobre todo la Junta Departamental ha estado un poco permisiva, no ha actuado con la celeridad del caso.A veces los cuerpos legislativos no tienen tanto la visión técnica de la importancia que tienen estos aspectos, pero indudablemente incide en la personalidad, en el paisaje, en lo qué es Villa Serrana. 

A.L. — Y después que está, es difícil sacar eso y cambiarlo. 

A.L.G. — Claro, es lo más difícil.Quien haya estado en aldeas europeas en donde las reglamentaciones de construcción son muy rigurosas, que permiten dar una homogeneidad y una relación con el entorno físico natural, se puede dar cuenta que realmente la hacen atractiva para el visitante. 

A.L. — ¿Cuándo empiezan las obras en El Ventorrillo? 

A.L.G. — Esperamos que en las próximas dos semanas. 

A.L. — ¿O sea que es inminente? 

A.L.G. — Es inminente, totalmente.

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