Inspectores de la DGI jaquean fiscalización en el Este

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María del Rosario Ibarra, de la Asociación de funcionarios de DGI, dijo que el Ministerio puso fin en enero al pago de compensaciones, debido a las pautas de recorte presupuestal.

 

Con María del Rosario Ibarra, presidenta de la Asociación de funcionarios de DGI
Nota martes 6 de enero, Producción Nacional

 

 

Ibarra destacó el compromiso de los funcionarios en esta tarea de gran responsabilidad, en la cual están a disposición prácticamente las 24 horas,  se trabaja de noche y en un promedio de 16 horas diarias.

 

Los inspectores trabajan en régimen de gira en los meses de verano, procurando detectar evasión en los emprendimientos de temporada e informalismo en diferentes sectores de actividad.

 

En verano la DGI controla la presencia del denominado “comercio golondrina”. Unos 45 inspectores de los 70 que había destinado la Dirección General Impositiva (DGI) para tareas de fiscalización de temporada en los departamentos de Rocha, Maldonado y Canelones, abandonaron sus funciones en el este del país y volvieron a Montevideo.

 

Esta medida gremial se adoptó luego que no prosperaran las negociaciones con el Ministerio de Economía por el cobro de las denominadas “tareas extraordinarias”, que supone el pago de compensaciones por trabajar los fines de semana, en horario nocturno y por más de ocho horas diarias.

 

Las negociaciones se habían encaminado en noviembre pero los efectos de la crisis global llevaron a Economía a no otorgar finalmente las partidas extras.

 

Ibarra quien señaló que se había instaurado un ámbito específico de negociación entre el sindicato, Economía y la DGI. “La negociación se vio frustrada porque Economía planteó que dada la coyuntura económica internacional no podía seguir considerando este planteo”, dijo Ibarra.

 

Señaló que los inspectores pretenden negociar las llamadas “tareas extraordinarias”. “La tarea inspectiva implica que el funcionario tiene que trabajar los fines de semana, en horario nocturno y más ocho horas; implica un régimen especial de trabajo. El sindicato estaba negociando la consideración de esa forma de trabajo diferente”, señaló Ibarra.

 

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