«Bancarizar» e incluir financieramente a los sectores más vulnerables

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Hace pocos días se lanzó al mercado la empresa del Banco República especializada en microcréditos: República Microfinanzas. Ec. Luis Murias, gerente de República Microfinanzas

Los especialistas internacionales ven en el microcrédito una posibilidad cierta de crear empleo y de mejorar la calidad de vida de las personas. Por eso, desde el pasado período de gobierno las autoridades han incluido al microcrédito en la estrategia del desarrollo del país y le han dado un fuerte impulso a las microfinanzas en el Uruguay.

En este marco, hace pocos días se lanzó al mercado una sociedad anónima especializada en microcréditos llamada República Microfinanzas, que pertenece al Banco República. La semana pasada informamos que aunque esta institución no había abierto oficialmente sus puertas, ya había dado sus primeros tres microcréditos y ya habían recibido más de 100 solicitudes, sólo con el rumor de que estaban a punto de lanzarse al mercado.

Para conocer como fue el inicio de las actividades de Recpública Microfinanzas conversamos con su gerente general, el economista Luis Murias.

 

Alejandro Landoni — Murias es ex Director de IPRU (Instituto de Promoción Económico Social del Uruguay), una organización que trabaja hace mucho tiempo con microfinanzas en el Uruguay.

Luis Murias — Exactamente, estuve 33 años trabajando allí y ahora surge esta oportunidad.El Banco de la República en cumplimiento de su propia misión, que establece como uno de los puntos de inclusión la financiera, como un paso para la inclusión social. Entonces, establece una política con respecto a este tema que a su vez se emparenta con un objetivo estratégico del Banco de la República que es la creación de valor económico y público.

De esa manera, el Banco de la República crea, como una de estas políticas para cumplir con su misión y con su plan estratégico, República Microfinanzas SA que es una organización privada, de derecho privado, pero que el 100% de las acciones son propiedad del Banco de la República.

A.L. — Esto viene precedido de un largo estudio de mercado y de un plan de negocios.

¿Cómo es ese plan de negocios?

L.M. — Exactamente. El Banco de la República contrata a una consultora internacional con el apoyo del Programa Nacional de Microfinanzas (Diprode) de la Presidencia de la República, a la consultora Planet Finance, que es la consultora que creó Muhammad Yunus y que justamente tiene oficinas en varias partes del mundo y se ha llegado a un acuerdo con el Banco de la República para que asesorara en todo lo que tiene que ver con el plan de negocios, en lo que tiene que ver con la organización, la forma en cómo debía operar esta organización o esta sociedad filial del Banco. Actualmente estamos trabajando con ella y tenemos el asesoramiento de Planet durante 24 meses más.

A.L. — Muhammad Yunus es un economista bengalí que creó el concepto de microfinanzas. En esencia es dar poco dinero a gente para la que tiene un alto impacto, y luego creó el llamado Banco de los pobres. Por su trabajo ganó un Premio Nobel a la Paz hace un par de años.

L.M. — El Banco analiza distintas posibilidades con Planet y otros consultores contratados por el Programa Nacional de Microfinanzas y le aconsejan al Banco de la República que justamente por tratarse de una tecnología completamente distinta a la de la Banca tradicional, lo mejor y lo más operativo sería crear una sociedad anónima de derecho privado donde el Banco tuviera el 100% de las acciones, pero que le permitiría aplicar con mayor flexibilidad una metodología para llegar a los sectores más vulnerables que no hacen a la Banca tradicional.Eso tiene que ver porque las regulaciones bancarias hacen que sea muy difícil que el microempresario tenga un balance para llevar y cumplir con toda esa regulación lógica del Banco Central. La única manera para poder atender a sector formales, informales, emprendedores, innovadores que vienen arrancando y que todavía no tienen una empresa consolidada; es justamente la posibilidad de darle flexibilidad en términos de las garantías que tienen que presentar, de los plazos y de acompasar los créditos a la temporalidad de los negocios.

A.L. — Por ejemplo, los que venden a fin de año…

L.M. — Exactamente. Eso daría la posibilidad de llegar con mejores posibilidades a estos sectores que el Banco entiende que la “bancarización” puede llegar también a través de República Microfinanzas.Es muy interesante porque tenemos planteado en el plan de negocios que esta empresa República Microfinanzas en poco tiempo no va a manejar dinero. Ahora lo estamos haciendo por una cuestión de logística, pero en poco tiempo vamos a desembolsar los créditos con una cuenta en el Banco de la República que les vamos a abrir a todos y les vamos a dar tarjetas RedBROU que es la que nos permitiría también operar como tarjeta de débito. Es una forma de “bancarización”.

A.L. — Cuando dice que no les van a dar dinero, ¿está hablando de dinero en efectivo?

L.M. — En efectivo.

A.L. — En esencia, pueden ir al cajero automático a retirar el dinero.

L.M. — Puede depositar y la puede usar como su cuenta.

A.L. — Va a tener una caja de ahorro.

L.M. — Una caja de ahorro y utilizar la RedBROU como tarjeta de débito con los proveedores. De esa manera pretendemos cumplir con ese afán que tiene el Banco de la República en su estrategia que es “bancarizar” e incluir financieramente a los sectores más vulnerables.

Por eso, el proyecto también tiene una esencia educativa, porque los aspectos de “bancarización” son financieros, económicos y son culturales también. Es acostumbrar… vamos a hacer todo un programa de educación para el manejo de los cajeros que lo estamos instrumentando, de manera que las personas (microempresarios, e inclusive para créditos de vivienda), puedan utilizar estos elementos tecnológicos.

A.L. — Ya se entregaron tres microcréditos, uno de $ 50.000, otro de $ 40.000 y otro de $ 10.000, todos vinculados a gente que vende ropa en las ferias. La persona que solicitó el microcrédito de $ 50.000 estaba totalmente en regla; otro estaba en regla pero en algunas cuentas se fue atrasando y como le ponen tantas multas cada vez está más lejos de seguir estando en regla, a ese le dieron $ 40.000; y el último que directamente no estaba en regla le dieron $ 10.000.

Esto nos da una pauta del monto, de ramas de actividad, de formalidad, de informalidad y del tema de las garantías. Es una tecnología de préstamo totalmente distinta: el Banco sale a buscar a estos clientes en vez de buscar que el cliente vaya a la institución.

L.M. — Nosotros organizamos una promoción la última semana de febrero —con las puertas cerradas todavía—, por varios barrios de Montevideo y como consecuencia de eso fuimos recogiendo 100 solicitudes, y hoy ya pasamos las 170.

Con esa tecnología de ir a buscar y además de visitar la empresa, tomar los datos… El tema es que al no tener información, porque no hay balances, ni estados contables, el costo de las transacciones es bastante alto porque hay que ir a buscar la información y verificar que la información es veraz.

A.L. — ¿Por ejemplo?

L.M. — Se hace todo un inventario. Cuánto compra, cuánto vende por día, a quién le compra, cuántas veces rota el capital por mes. Con todos esos elementos nosotros vamos haciendo una evaluación.Tenemos un formulario un poco complejo que lo aplica el asesor y con eso le da una idea de si ese crédito puede ser viable o si es repagable o no repabable.

A.L. — Un día salí en una visita con un oficial de cuentas de una empresa que daba microcréditos y el hombre que fue a un kiosquito de barrio o a un almacén, se fijaba si el negocio tenía heladeras y me decía: “Si tiene heladeras, es un tipo cumplidor porque si el tipo no cumple lo primero que le sacan es la heladera”.

También les preguntaba a los vecinos si iban a comprar ahí, qué les parecía cómo lo atendían y de ahí iba sacando datos.

L.M. — Exactamente, el control comunitario es muy importante porque las referencias que se pueden obtener de una persona o de dos o tres personas que tengan un negocio y también “el ojo” que desarrolla el asesor cuando va al negocio y tiene que mirar si lo que dice que vende se compadece con lo que tiene; cuántas veces lo rota; si es posible rotar ese capital tantas veces. Una serie de elementos que llevan a que se pueda llegar a decir que la información está bastante cercana a la realidad.

Estoy hablando sobre todo en los informales, porque los formales que tienen declaración de DGI ahí podemos ver si lo que tiene en la declaración es más o menos lo que se vendió y a su vez nos da una idea de que tiene una plataforma mínima de ventas.

Con esos criterios se hace una evaluación y con esa evaluación se hace la aprobación o no del crédito.

A veces cuando tenemos dudas se organiza un comité entre varios para ver si el crédito se aprueba o no y lo más rápido que se puede se va a dar respuesta a esa solicitud.

Con el tema de los informales, que es un tema importante, hay que tener en claro que República Microfinanzas busca un camino hacia la formalización de todos y por eso trata de “bancarizar”, porque la “bancarización” es un elemento de formalización. Creemos que a la formalización hay que ponerle herramientas, hay que ponerle puentes, hay que ponerle instrumentos que permitan llegar a la formalización y no decir: “Estos son informales, entonces no los apoyamos”. Hay que fomentar la formalización, que sea un negocio ser formal, y para eso es necesario viabilizar las pequeñas empresas, las microempresas, con buenos créditos con tasas asequibles, porque eso es otro tema…

A.L. — ¿De cuánto estamos hablando? ¿Cuál sería el monto? ¿Entre $10.000 y $ 50.000?

¿Cuál sería el máximo, a qué plazo y en qué tasa?

L.M. — Estamos prestando hasta $ 120.000 con una tasa de interés del 30% anual efectiva y estamos también prestando para capital de trabajo hasta en 18 meses y para inversiones hasta 36 meses.

Además de estos productos que van dirigidos directamente a los microempresarios y a la actividad productiva, tenemos otros que tienen que ver con el mejoramiento de la vivienda -que pueden tener alguna variación- y también tenemos un crédito de libre disponibilidad, porque pensamos que el microempresario al cual no le iban a dar crédito en las administradoras de crédito y consumo porque no tiene el recibo de sueldo podrá tener una oportunidad con nosotros. Si quieren por ejemplo festejarle el cumpleaños de 15 a la hija, que lo puedan hacer porque es un cliente nuestro. Este crédito tiene un tope de $ 25.000.

Estamos buscando la producción pero no dejamos de lado algunos aspectos del nivel de disponibilidad y la vivienda porque entendemos que tiene un fuerte impacto social.

Acá se trata de que las familias tengan un proyecto de vida viable aunque sean formales o informales y que podamos llegar a los sectores más vulnerables.

A.L. — ¿Qué pasa con las garantías que es un poco el problema de este sector?

L.M. — Hemos planteado que además de las referencias, de los vecinos, de la comunidad y demás, pedimos la firma solidaria. No trabajamos con garantía hipotecaria porque eso sería una garantía computable pare el Banco Central en el caso de los bancos, pero eso requiere toda una burocracia y unos costos que tampoco el microempresario podría pagar.

Entonces, buscamos tener un buen proyecto; asegurarnos que el proyecto sea bueno con las referencias; conocer si la persona es buena pagadora y cumplidora (por más que pueda tener alguna dificultad en algún momento), y con la garantía solidaria, con esos elementos nos aseguramos que el crédito se reponga.

A.L. — Decía Yunus, “la gente tiene problemas… y más los pobres” o sea que los plazos a veces, se flexibilizan en función de una justificación comprobable de que pasó algo. Por ejemplo, una persona que tiene un puestito en la calle y llovió y se le estropearon las cosas que tenía, tiene una serie de justificaciones. ¿Cómo visualizan la morosidad de este sector que en el mundo es muy baja?

L.M. — Sí, es muy baja.

A.L. — ¿Y cómo van a hacer para que sea baja?

L.M. — Con estos instrumentos de los que estábamos hablando estamos tratando de asegurar que la morosidad sea baja y si bien la gente puede tener dificultades en algún momento se puede refinanciar algún crédito justificadamente y de esa manera, cumplir con los requisitos y los estándares que tenemos que cumplir, porque esta es una empresa que no tiene fines de lucro en el sentido de que es un “brazo social” del Banco de la República, tiene que ser sustentable. Sí se tiene que sustentar para invertir en mejores tecnologías, en mejores servicios a estos sectores y dar cada vez mayores posibilidades. Para eso tenemos que ser sustentables.

A.L. — Es una buena definición. No quieren ganar dinero, pero tampoco quieren perder. Tiene que ser sustentable.

L.M. — Exactamente. Con respecto al tema de la morosidad hay un elemento a tener en cuenta; la tecnología asigna un asesor de crédito a cada microempresario y ese asesor de crédito tiene un coordinador en la parte organizativa (lo que viene a ser el organigrama), y cuando hay alguna dificultad siempre se genera una relación de confianza entre el asesor y la persona, tanto microempresario como microempresaria, y de esa manera se genera un compromiso de pago que se da a través de una relación muy cercana y se hace un seguimiento a través de todo el crédito para ver si la persona tiene dificultades y requiere que haga un curso de capacitación en alguna área, y ahí coordinamos con otras instituciones.

Por eso es que este proyecto también tiene un elemento educativo fundamental, no solamente en lo financiero y en los cajeros y en ayudar a “bancarizar” a la gente, sino además potenciar lo más posible haciendo convenios con otras organizaciones que puedan dar cursos de capacitación o de especialización. En eso estamos en las primeras etapas, conversando con algunas entidades educativas y demás para hacer convenios a los efectos de viabilizar esa capacitación.

A.L. — He dicho muchas veces que eso está bueno, porque a veces tenemos una idea que parece que es buena y a veces no lo es, y nos endeudamos con la tarjeta de crédito; pedimos un préstamo de consumo pagando unas tasas exorbitantes y después no las podemos pagar. A veces la idea estaba mal y estaba condenada al fracaso y con este asesor, con este curso de capacitación se va puliendo la idea y el microempresario tiene un feedback en el momento para ver si su idea funciona o no.

¿Cuánto es el capital de giro que van a poner en República Microfinanzas?

L.M. — La sociedad anónima tiene un capital autorizado de $ 200:000.000 o sea que como ha dicho el presidente del Banco República, Fernando Calloia en algunos medios de prensa, US$ 10:000.000 es lo que tiene la sociedad como capital autorizado.

A.L. — ¿Y qué impactos esperan generar con esos US$ 10:000.000?

L.M. — Volviendo al plan de negocios, al cual le hemos hecho algunos retoques últimamente, estamos pensando que de aquí a cinco años vamos a tener 10.000 clientes. Esa es la meta en cinco años y no se divide proporcionalmente sino que tiene menos el primer año en el que estamos empezando.

A.L. — ¿En Montevideo o en el interior del país?

L.M. — Esa es una muy buena pregunta y muy oportuna porque se ha sabido a nivel por ejemplo de Cámaras Comerciales, de comerciantes barriales, de asociaciones tanto de Montevideo como del interior que nos preguntan eso mismo.

Ahora en República Microfinanzas estaba la Asociación de Feriantes de Villa Biarritz y estamos tratando de llegar a un acuerdo y tratando de conversar sobre las necesidades y demás, pero también nos han llamado de Salto. Nos han llamado desde la Intendencia de Salto para decirnos cuándo pueden empezar con esto y nuestra respuesta es que este año vamos a hacer un piloto concentrado en Montevideo y alrededores, o sea que seguramente en las próximas semanas estaremos llegando a Las Piedras y todo lo que es Montevideo, y vamos a tratar de llegar al interior con algunos convenios especiales con la intendencia y con algunas asociaciones que ya están trabajando y apoyar algunas cuestiones educativas por ejemplo, la Universidad del Trabajo del Uruguay, el concurso que han hecho que es muy interesante, ayer estuve y de los nueve proyectos innovadores que ganaron el concurso que organizó la UTU con la Corporación General para el Desarrollo.

A través de esas ocasiones y oportunidades que tenemos lentamente vamos a ir entrando en el tema. No lo vamos a hacer masivamente en este año, lo vamos a empezar de a poco.

A.L. — ¿Dónde va a estar la red física? ¿En qué lugares van a trabajar? ¿Es en las propias sucursales del Banco República?

L.M. — Tenemos la casa central en Avda. del Libertador 1672 y allí estamos ya con las puertas abiertas desde hace un día, y vamos a aprovechar la red física del Banco de la República, no los sistemas del Banco.

A.L. — Los que quieran ir a pedir un microcrédito de estos ¿cómo pueden hacer?

L.M. — Pueden llamar al 9016040 y allí piden un asesor de crédito del barrio que sea y según el barrio, les mandaremos a su negocio un analista de crédito que los va a ayudar y les va a asesorar perfectamente en el crédito que tienen que sacar y llenar la solicitud y demás.

Ellos están perfectamente entrenados para hacer eso y después será cuestión de hacer la evaluación del crédito como para poderlos apoyar, pero estamos a las órdenes.

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