Nuevo Sistema de Certificación Laboral genera «incertidumbre»

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El sistema permite que el trabajador que se enferma, llame directamente a su médico de cabecera, quien le realizará le otorgará los días de licencia que necesite.Cr. Elvira Domínguez, Directora del BPS

Esta semana el Banco de Previsión Social (BPS) confirmó algunos cambios en el procedimiento para tramitar la licencia por enfermedad.

El denominado Sistema Nacional de Certificación Laboral que acaba de anunciarse permite que el trabajador público y privado que se enferma, llame directamente a su médico de cabecera, quien le realizará el diagnóstico y le otorgará los días de licencia que necesite. Es decir que hay que llamar al médico tratante y no al médico certificador. Esta certificación del médico tratante será tramitada de forma interna en la mutualista, que lo comunicará a través de internet al BPS.

Los trabajadores afiliados a mutualistas que aún no estén listas para realizar estos trámites, van a tener que seguir rigiéndose por el sistema anterior en el cual se llama al médico certificador, pero se espera que estos cambios se efectúen en todas las mutualistas antes de fin de año.

Esta medida se tomó en virtud de que el Sindicato Médico del Uruguay había objetado el sistema existente por considerar que revelar la enfermedad de una persona requiere el consentimiento del paciente. La empresa debe enterase cuando el trabajador está enfermo, pero éste no tiene que decir cuál es su diagnóstico. “El sistema actual podría derivar en un problema médico legal”, sostuvieron los integrantes del Sindicato Médico del Uruguay quienes realizaron una consulta con Carlos Delpiazzo.

Este cambio es muy beneficioso para los trabajadores tanto públicos como privados, aunque hay quienes no lo consideran así, como es el caso de la representación empresarial en el Directorio del BPS, a la cual este cambio le generó cierto malestar. La Directora del BPS Elvira Domínguez en declaraciones al diario El País, señaló por un lado que “no fue consultada para el rediseño de los procesos” y por otro, dijo que los empresarios quedan “bastante expuestos al médico tratante, ya que se corre el riesgo de que el médico de cabecera certifique algo que no es verdad”. Para profundizar en esta opinión conversamos con Elvira Dominguez.

 

Alejandro Landoni – ¿El nuevo sistema ya empezó a regir?

Elvira Domínguez – Ya comenzó a regir en aquellas instituciones que están preparadas informáticamente para ello, que no son todas. Pero sí, ya está rigiendo y ya hay miles de certificaciones realizadas con este sistema.

A.L. – La idea es que si nos enfermamos procedemos a llamar al médico al que consultamos habitualmente, no es necesario que venga a vernos ningún médico certificador y el médico será quien realice el trámite interno con la mutualista y ésta lo realizará con el BPS a través de internet.

E.D. – Exactamente. Ahí es donde vemos uno de los problemas.

En teoría es perfecto –diría que es inobjetable–, salvo que por no habernos invitado a participar en la instancia del diseño, no tuvieron en cuenta que casi el 70% de las micro y pequeñas empresas no tienen acceso directo a internet. Si bien se conectan al BPS en la conexión remota, que es de lo más importante a nivel tecnológico que se ha hecho en los últimos tiempos para facilitar la tarea del empresario al presentar las nóminas, en general, eso se lo hace el contador. Por lo tanto, no es un tema que le facilite mucho al empresario porque va a tener que estar haciendo llamadas al estudio contable, y será éste quien le informe si llegó o no, alguna certificación de algún trabajador. Esta es una primera objeción que hacíamos a este tema.

A.L. – Claro, porque un paso que faltó decir es que es el BPS quien termina comunicándole a la empresa que determinado funcionario recurrió al subsidio de enfermedad.

E.D. – Sí, vía internet. Con lo cual el problema consiste en que la empresa no se entere de en qué situación está el trabajador, y en los hechos va a estar ya certificado. Ahí hay que ver… porque el hecho de que el trabajador esté o no certificado tiene efectos jurídicos, por ejemplo en la aplicación de una sanción o de un despido.

A.L. – Dice que esto generará incertidumbre porque el 70% de las micro y pequeñas empresas no tienen acceso a internet.

E.D. – Y no se enteran al instante de que uno de sus trabajadores está enfermo. Dependerá de terceros para enterarse y eso genera una zona gris donde pueden cometerse errores.

Por otro lado, también decíamos que quedaba expuesto al médico tratante corriendo el riesgo de que se certifique algo que no sea verdad, no porque el médico certifique algo que no sea cierto sino porque no tenemos que olvidarnos de la condición humana. Una persona puede ir al médico y decir que tiene determinada sintomatología y el médico en su buena fe y para cubrirse, va a certificar que tiene una enfermedad y que requiere determinada cantidad de días de recuperación. Este médico que no tiene ningún interés legítimo en que el Banco de Previsión Social pague más o pague menos, va a certificar lo que entienda que le da garantías a él y a su institución mutual, pero va a estar seguramente disparando el pago de un subsidio de enfermedad que tal vez, si fuese visto por un médico del BPS aplicaría otros criterios, dándole obviamente la mejor atención al paciente.

A.L. – ¿Sostiene que el médico tratante en su buena fe y para cubrirse capaz que otorga más licencia al trabajador de la que debería darle?

E.D. – Sin lugar a dudas, y ahí es donde me preocupa la sustentabilidad del sistema, ya que no existe un control por oposición. Felizmente a raíz del tratamiento de este tema en la prensa, pudimos, y espero que se concrete, hablar en la interna del Banco de Previsión Social para mejorar algún aspecto y se está estudiando la posibilidad de que aquel empresario que tenga la presunción de que un trabajador se ha hecho certificar sin que eso esté ajustado a la verdad de los hechos, pueda hacer en forma anónima la denuncia en el organismo, de la misma forma que tienen para otras instancias los trabajadores la posibilidad de hacer una denuncia a la empresa en forma anónima. Aquí sería el empresario quien tendría la posibilidad de hacer una denuncia en forma anónima para que el Banco verifique si hay o no una enfermedad que amerite una certificación médica por determinada cantidad de días.

A.L. – ¿Es una denuncia anónima que en realidad tiene nombre y apellido?

E.D. – Sin dudas, pero anónima para el trabajador, porque puedo tener un trabajador con el cual tengo una muy buena relación, pero sé, porque generalmente los compañeros le dicen al empresario: “Mirá que no es que se enfermó, lo que pasa es que tenía que viajar al interior y consiguió estar certificado, pero en realidad no está ni siquiera en Montevideo. Si el empresario tiene ese dato que lo está perjudicando, porque no tenemos que olvidar que cuando una persona se certifica y está gozando de su subsidio por enfermedad, está generando también otros beneficios laborales en la empresa que es el empresario quien tiene que hacerse cargo, además de la productividad que se ve afectada, además de que quizás haya que contratar a un suplente para poder realizar las tareas de ese trabajador que no está concurriendo. Entonces, se le da esa posibilidad al empresario de hacer la denuncia sin quedar identificado, ya que el trabajador no va a enterarse si fue una denuncia o por una visita aleatoria de control.

A.L. – ¿Las visitas aleatorias se van a mantener?

E.D. – Sí. Queremos tener la posibilidad que exista alguien que haga un control por oposición, porque en el sistema tal cual está diseñado, nosotros estamos delegando en un médico externo al organismo, la potestad de otorgar una prestación activa como es el subsidio de enfermedad.

A.L. – Como representante de los empresarios, ¿qué opina sobre que la empresa no se entere de cuál es la enfermedad que tiene el trabajador?

E.D. – Es un tema también de riesgo porque en definitiva podría tener una enfermedad contagiosa y a lo mejor la empresa si es de un porte mediano o grande –porque a una empresa pequeña o chica a veces no le resulta tan fácil poder reubicar al trabajador–, pero si por ejemplo, el trabajador tiene una enfermedad en las manos lo que no le permite trabajar con alimentos entonces, si hay algún trabajo que puede realizar en una oficina, de pronto puede realizar el trabajo allí. Lo cierto es que si el empresario no sabe cuál es la enfermedad puede incluso exponer a sus clientes por esa razón. Es un problema.

Hasta ahora siempre se hizo y los médicos nunca tuvieron problema en ese sentido. No tienen porqué dar mayores detalles, pero certificaban cuál es la patología en general que tenía la persona y al empresario eso le permitía tomar algunos recaudos.

A.L. – ¿Pero el BPS sí va a saber qué enfermedad tiene el trabajador?

E.D. – No sabemos cómo se va a resolver esto, porque la intención del BPS era conocer cuál era la patología, porque si no conoce la patología tampoco va a poder controlar si la cantidad de días que ese médico tratante le otorga al paciente son razonables o no. Cada enfermedad tiene una cantidad de días asociados para el tratamiento. Si no sé cuál es el diagnóstico, no sé si los días que le concedió son muchos o pocos. O sea, que dese el BPS es imprescindible que este dato llegue. Al BPS le tiene que llegar sí o sí.

A.L. – ¿Por qué cree que no la consultaron para rediseñar este proceso?

E.D. – No creo que hubiese sido mala intención. Es un tema que se manejó en el área de los gerentes y si bien en algún momento nosotros dijimos que queríamos participar, o lo gerentes o el trabajo… quiero pensar siempre que esto se hizo con la mejor de las intenciones.

No se nos convocó. Nosotros lo habíamos manifestado y por eso en este momento lo estamos diciendo. Tiene algunos pequeños problemas que se pueden solucionar, pero que generan incertidumbre en el sector empresarial y estamos en este momento felizmente transitando un camino de solución.

A.L. – ¿Sabe si alguna cámara empresarial va a recurrir por ejemplo a esta decisión?

E.D. – No es un acto administrativo, por lo tanto no lo va a poder recurrir nadie. En realidad, en un cambio en los procedimientos.

Habrá que esperar y ver en un largo plazo o en el mediano plazo si esto no deviene en una cantidad excesiva o en un aumento desproporcionado de cantidad de certificaciones, lo que sería un perjuicio no sólo para el BPS sino también para las empresas, porque puede bajar la productividad del sector empresarial. Recién lo veremos en los números en el mediano o en el largo plazo.

Creemos que hay que instrumentar algunos mecanismos de control por oposición y perfeccionar la forma en la cual sobre todo el micro y el pequeño empresario toma conocimiento de la situación de que uno de sus trabajadores recurrió al subsidio de enfermedad.

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