La empresa Masada Resource Group realizó la presentación de un proyecto de inversión: una planta de reciclaje y transformación de desechos en etanol y energía.
La empresa, de capitales norteamericanos, calcula que la inversión en Montevideo sería mayor a los US$ 200 millones, y que la planta generaría al menos 400 puestos de trabajo.
Rafael Zapata, uno de los representantes de Masada Resource Group, señaló en la presentación que esta planta significaría “un paso trascendental” para el Uruguay, por los beneficios que traería para el medio ambiente, solucionando a la Intendencia de Montevideo parte de la disposición final de residuos sólidos urbanos, creando empleos y también, agregó, como “ayuda a la economía en el sentido de que se va a fabricar etanol, eso también va a contribuir a abaratar un poco más el concepto de la nafta y de la gasolina en el Uruguay”. Además, Zapata informó que la planta tiene la capacidad para generar la energía que insumiría su proceso interno y que los excedentes serían vendidos a la red nacional.
El empresario señaló que todavía se están realizando los estudios de factabilidad para encontrar el mejor lugar donde ubicar la planta, aunque probablemente estaría cerca de la planta de disposición final de residuos de la IMM en Felipe Cardoso para abaratar costos de transporte. Otra de las alternativas es abastecer la planta con residos de los departamentos cercanos. “Estamos manejando la regionalización de los residuos. Esto quiere decir que por ejemplo, nosotros pensamos que Maldonado y rocha tienen que ser una prioridad más allá de los niveles de tonelaje de residos, como aporte para el Uruguay Natural”, señaló otro de los representantes de la empresa, Héctor Camacho.
Inversiones que llegan…
Los empresarios fueron unos de los tantos que participaron en el almuerzo que brindó el presidente electo José Mujica en el Hotel Conrad de Punta del Este, y de hecho, el proyecto captó el interés de las autoridades del futuro gobierno. El mismo lunes el futuro ministro de Economía, Fernando Lorenzo, se reunió con representantes de la empresa, más tarde tuvieron un encuentro con la Dirección Nacional de Energía y en la presentación se encontraba el actual ministro de industria y futuro presidente de Ancap, Raúl Sendic. “El grupo tiene una experiencia a nivel internacional que parece importante. Nosotros tenemos definidos proyectos de estas características, ya sea con ellos o con quién sea, porque es necesario que el Uruguay empiece a darle valor a la basura y que la basura pueda ser utilizada para la producción de energía, como ocurre en muchos países del mundo. Tenemos un enorme recurso que estamos desperdiciando hoy”, consideró el jerarca, comprometiéndose a apoyar este tipo de iniciativas.
…pero hay que estudiarlas
De todas formas, todas las autoridades consultadas no se animan a dar una opinión sobre el proyecto y esperan a que avancen los estudios de factibilidad para conocer detalles de la propuesta. “El proyecto en principio es muy interesante, pero todavía aguardamos muchísima más información técnica antes de emitir una opinión fundada sobre su viabilidad o su bondad definitiva”, puntualizó el director de Desarrollo Ambiental de la IMM, Néstor Campal.
Campal manifestó que “costó entender el balance económico”, es decir, cuál sería la ganancia de la empresa: “tenemos que tener más detalles y más números, porque hay un gran conjunto de factores aquí que está definiendo la viabilidad de la solución: desde el número de personas que intervienen y su salario y el precio internacional del petróleo, que es una cosa que obviamente no se plantea a corto plazo sino que es una planta que va a funcionar a largo plazo”.
Más allá de los detalles, Campal señaló que el proyecto “encuadra dentro de lo que todos pretendemos; la transformación de los residuos en algo que tenga valor para modificar la matriz energética del país – creo que ese es un punto alto de la propuesta –. El otro punto alto de la propuesta es que para obtener esto en este método en particular, se hace necesario una preclasificación que fue planteada más bien con énfasis muy importante en la clasificación manual y un énfasis menor en la clasificación automática”, dijo Campal, lo que es visto con buenos ojos por la comuna ya que la clasificación automática no incluye el trabajo de los clasificadores de residuos. “La solución debe indudablemente contemplar un número importante de plazas de trabajo”,aclaró el jerarca municipal.
Según explicó Campal la planta requiere de 1.500 toneladas de basura diarias, es decir, un poco menos de lo que hoy se maneja en la capital. “Si, se podría abastecer y eso exclusivamente de lo recolectado por el sistema de residuos sólidos urbanos de la IMM. Si a esto se suman algunos residuos industriales no peligrosos como por ejemplo: rechazos de la industria alimenticia y toda una cantidad de elementos que aparecen en el ciclo industrial, probablemente pueda ser complementado de otra manera”, señaló.
De todas formas, el jerarca reiteró que se espera un estudio detallado de la propuesta para poder emprender el camino de la inversión, además de comparar con otras alternativas que existen en otras ciudades del mundo: “Hay que ver otras experiencias y la innovación que es algo muy bienvenido e interesante, pero también conlleva riesgos. En la economía de un país poderoso tal vez esos riesgos puedan asumirse con otra facilidad, pero este es un país donde no tenemos más remedio que aplicar tecnologías que estén absolutamente probadas y garantizadas, porque asumimos compromisos para muchos años”, concluyó.
El camino recién empieza y quien sabe, en unos años Montevideo cuente con una planta de trasnformación de residuos que genere combustible y energía.
Producción Nacional