«Los tiempos de las empresas no coinciden con los tiempos de la clase política»

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La decisión del gobierno de defender la industria nacional ante los productos que llegan del exterior subvencionados, fue bien recibida y es esperada con expectativa por este sector empresarial. De cualquier manera, los industriales esperan con expectativa la implementación del nuevo mecanismo legal, ante la falta de celeridad que -dicen- históricamente han tenido los distintos gobiernos en resolver los reclamos de estas situaciones.

Con Juan Carlos De León, Presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias del Uruguay
Entrevista emitida el viernes 29/08/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

 

 

Alejandro Landoni – La semana pasada el gobierno emitió un decreto que consagró un mecanismo de «defensa de la industria nacional», ante subvenciones que sean concedidas por otros países.

El mecanismo es la instrumentación de un acuerdo que se había alcanzado en 1994 en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

El decreto establece que, si un gobierno u organismo público de otro país, le da un subvención a un producto o a un sector determinado y esto daña la producción doméstica (o sea, a la producción nacional), Uruguay podrá imponer un arancel que compense el beneficio que tiene ese producto para ingresar al mercado local.

Por ejemplo, si se determina que hay un producto entra a Uruguay un 20% más barato en función de una subvención, el gobierno podrá imponer un arancel a esa importación del 20% (el arancel siempre se tiene que establecer en base a la cuantificación del perjuicio).

Desde la Cámara de Industrias, la iniciativa se vio como «positiva».

De todas formas, su presidente Diego Balestra señaló que la velocidad con que se ponga en práctica va a ser determinante.

«Nosotros siempre decimos que los tiempos burocráticos son bien diferentes a los de las empresas. No es lo mismo un mes para una empresa que un mes para el Estado», señaló Balestra.

Es un tema muy interesante sobre todo para los que producen en el Uruguay y a veces se ven perjudicados por productos que vienen desde afuera subvencionados. ¿Usted comparte lo que dijo su Presidente, Diego Balestra?

Juan Carlos De León – Sin duda alguna. Creo que lo más importante es que el gobierno haya tomado la decisión de reglamentar, vía este decreto la ley 16.671 que se generó en 1994 en la Ronda Uruguay de la OMC.

De alguna forma se está generando el marco legal como para que se puedan, sobre esas bases, efectuar las reclamaciones o eventualmente las medidas de defensa que el gobierno entienda en función de las solicitudes que los empresarios puedan hacer de acuerdo a los sectores y al mercado. Este marco jurídico, que hoy no podemos adelantar cuál va a ser su resultado, es una medida mucho más importante que la que teníamos hasta hace algunos días donde era totalmente libre y estábamos sujetos a que otros mercados pudiera establecer subsidios, retenciones, beneficios que de alguna manera perforaraban la producción nacional y sobre todo la competitividad.

A.L. – Vamos a poner ejemplos prácticos. ¿Cómo se da cuenta un industrial cuando un producto viene subvencionado desde el Exterior y cómo se va implementar después el mecanismo? ¿Cómo se hará la reclamación?

J.C.D.L. – Existe en la región algunas zonas de promoción industrial que terminan beneficiando determinados productos y sectores, con unos precios que luego entran al mercado basados en una competencia desleal en los costos de producción ya que son ayudados por una serie de medidas ajenas a lo que es la producción que mejora los precios finales.

A.L. – Hubo cuatro provincias argentinas que fueron un dolor de cabeza durante muchos años para los industriales uruguayos. ¿Se mantiene ese régimen de subsidios?

J.C.D.L. – Sí, y muchas de ellas todavía nos afectan. Hay algunos sectores más sensibles que otros, (los farináceos o los oleaginosos), pero repito, creo que lo más importante es que después de tantos años el gobierno haya tomado esta decisión. Del resultado y de la velocidad en la ejecución de las reclamaciones que se puedan establecer, van a estar marcados los tiempos para la subsistencia de las empresas locales. Evidentemente, si demoran cinco años en dirimir una reclamación que tal vez sea muy clara, nos sacan de la competitividad.

A.L. – ¿De qué manera el industrial uruguayo detecta los productos que están entrando al país con subvenciones?

J.C.D.L. – Por el precio final.

A.L.- Frente a esta situación, ¿qué hace? ¿Ante quién presenta la reclamación?

J.C.D.L. – En líneas generales se tiene que hacer un estudio de costos. Dentro de la Cámara de Industrias hay un Departamento de Asuntos Económicos que cuenta con todos los elementos como para determinarlos. Incluso aplicando una matriz de cálculo de costos. Además, en un mundo tan globalizado, los costos se conocen. Una vez que se puede justificar la subvención el Ministerio de Industria, Energía y Minería recibe este tipo de iniciativa y procesa.

A.L. – Es decir que el industrial va a la Cámara de Industrias; la Cámara hace un estudio; presenta una reclamación del Ministerio de Industria y a partir de ahí se resuelve.

J.C.D.L. – La Cámara de Industrias acompaña. En el seno de la Cámara están todas las gremiales por sector. Dentro de esas gremiales los industriales también están agrupados dentro de su sector y evidentemente hay una presentación de la gremial porque afecta a más de un industrial.

Se trata de hacer un estudio serio para que las posibilidades sean concretas en conseguir éxitos.

A.L. – Esto ya se realiza, lo novedoso es que si el Ministerio de Industria le da lugar a esa reclamación, ahora el gobierno puede establecer un arancel.

J.C.D.L. – Exactamente. Interviene el Ministerio de Economía, la Cancillería; cada uno en su ámbito para tratar de confluir en una defensa legítima de los intereses productivos nacionales.

A.L. – ¿Por qué demoraron 14 años en aprobar este mecanismo de defensa de la industria nacional ante subvenciones que sean concedidas por otros países?

J.C.D.L. – Volvió otra Ronda como la Ronda de Doha en el ámbito de la OMC y Uruguay seguía sin reglamentar esta ley. Evidentemente, no hay una justificación lógica para este tipo de situaciones.

Obviamente se atendieron otros temas y no se le dio la importancia que tenía este, que desde el seno de la Cámara de Industrias para nosotros es lo más importante. Lo más favorable que vemos es que el gobierno tomó una decisión de reglamentar por la vía de este decreto y hoy cuenta con un instrumento legal como para poder llevar adelante cualquier tipo de reclamación o medida de defensa frente a cualquier agresión que perfore la competitividad que tiene Uruguay.

A.L.- ¿Por qué se toma la decisión en este momento? ¿Hay alguna situación específica que hizo que el gobierno reglamentara esto o es un tema trazado?

J.C.D.L. – Entiendo que es un tema trazado, porque en el pasado hubo un montón de situaciones bastantes más complicadas con la zona de promoción industrial. Sobre todo en Argentina, las retenciones y los subsidios en algunos sectores que incidieron mucho y no se tomó esta decisión.

A.L. – Usted nombró estas cuatro provincias argentinas que brindan subsidios muy importantes para la promoción industrial.

Los industriales uruguayos han hecho largas reclamaciones, -usted me decía que hay algunas que siguen en ese entorno-. ¿Uruguay podrá aplicar, -cuando llegue el momento-, este arancel o tendrá problemas con los socios del MERCOSUR?

J.C.D.L. – Entendemos que con la reglamentación del decreto, el gobierno cuenta con los elementos legales suficientes como para llevar adelante cualquier tipo de defensa y reclamación. Después el gobierno evaluará políticamente cuáles son las situaciones que se pueden generar. Pero ante un caso concreto puede llevar adelante una reclamación o fijar algún tipo de defensa arancelaria que no estaría violando ningún tipo de acuerdo y sobre todo a nivel del MERCOSUR.

A.L. – A veces no se viola algún acuerdo, pero los socios «patalean».

J.C.D.L. – Nos pasa permanentemente y sobre todo cuando algunas reglamentaciones no son muy claras o ante leyes que no están bien fundamentadas.

En líneas generales pienso que no debería existir ningún tipo de inconveniente.

A.L. – El Ministerio de Industrias, ¿cuánto demora en dar trámite a una reglamentación de este tipo?

J.C.D.L. – Es difícil de determinar. No se pueden evaluar los tiempos. Depende de varios factores.

A.L. – Balestra dijo: «No es lo mismo un mes para la empresa que un mes para el Estado»

J.C.D.L. – Generalmente sufrimos esa dicotomía con el gobierno. Los tiempos de los empresarios y de las empresas generalmente no coinciden con los tiempos del gobierno y de la clase política.

A.L. – Las empresas «viven» si venden, y si tienen un producto subsidiado que les impide la venta, la empresa tiene enormes perjuicios.

J.C.D.L. – Sin duda alguna.

A.L. – Le pregunto sobre otro tema: la Balanza Comercial uruguaya. El otro día informaba que el Uruguay exportó más de 5.880 millones dólares en bienes en los últimos 12 meses, -cerrado al 31 de julio (datos del Instituto Uruguay 21)-, pero la Balanza Comercial dio una cifra récord.

Las exportaciones menos las importaciones está dando un déficit enorme, prácticamente de 2.400 millones de dólares.

Acá hay una pequeña precisión que hacer, unos son datos a julio y los otros a junio; unos son del Instituto Uruguay 21 y otros del Banco Central, pero lo concreto es que hay 2.395 millones de déficit de la Balanza Comercial.

Las cifras indican que lo que más se están importando son Bienes de Capital e Insumos Intermedios.

Los Bienes de Consumo no alcanzaron ni al 10% de las importaciones.

¿Qué valoración hace usted como Presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias de estas cifras?

J.C.D.L. – Evidentemente ha crecido la inversión. Uruguay ha mejorado la captación de inversión extranjera y eso posibilita el ingreso de Bienes de Capital. Lo mismo sucede en lo que tiene que ver con la reconversión de muchas industrias; la mejora de la competitividad pasa por la inversión y de hecho eso se ha notado muchísimo.

Esos son aspectos que de alguna manera parecerían un contrasentido en momentos en que Uruguay crece en lo que tiene que ver con exportaciones, y genera una Balanza Comercial negativa.

Pero la justificación está ahí evidentemente.

A.L. – ¿Es decir que es bueno para el país?

J.C.D.L. – Es bueno para el país en términos de inversión, de reconversión productiva y de ingreso de inversión extranjera.

Evidentemente una Balanza Comercial deficitaria nunca termina siendo favorable.

A.L. – Es millonaria, 2.395 millones de dólares es mucho dinero para el Uruguay.

J.C.D.L. – Y sobre todo con emprendimientos muy grandes como últimamente se han generado que han impactado muchísimo lo que tiene que ver con el ingreso de inversiones.

A.L.- ¿Esto implica un crecimiento de la economía? Porque los analistas están dando que una desaceleración fuerte para el año que viene. El otro día CEPAL manejó un 7,5% para el 2008, pero se habla de más de un 4% para el año que viene. ¿Cómo se entiende?

J.C.D.L. – Sin duda que va a haber una desaceleración. Eso es notorio en los mercados, -nosotros estamos vinculados con el mundo, y en el mundo se prevé también una caída en estos aspectos, a pesar de que somos productores de alimentos y de productos que mantienen su consumo en el mundo-. Los números hoy indican que va a haber una baja en lo que tiene que ver con el comercio mundial en el sentido en que van a descender los porcentajes. Uruguay no es ajeno a ese tipo de situaciones y lo va a sufrir de la misma manera.

A.L. – Hay que pensar como repercute en el que se reconvirtió o realizó alguna inversión.

J.C.D.L. – No sé si va a ser tan sostenida la baja de los precios. Creo que los mercados están firmes. Sobre todo de los productos que nosotros somos fuertes en la exportación como la carne, productos lácteos o los granos.

Creo que a nivel macro esos valores no van a descender demasiado.

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