«Las Microfinanzas no son créditos chicos, es una metodología de crédito»

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El objetivo es asegurar una oportunidad de desarrollo a los distintos emprendimientos, mediante el asesoramiento, la capacitación, el seguro y el crédito.

Tomás Alonzo, director de la Corporación Nacional para el Desarrollo
Alonzo explicó los proyectos que existen para instalar un sistema de ventanilla única en el edificio del ex Banco Pan de Azúcar.

Entrevista emitida el jueves 10/07/2008 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

 

Alejandro Landoni – Como ustedes saben tras casi tres años de trabajo el gobierno puso a funcionar el Primer Programa de Nivel Nacional que está dirigido al desarrollo de un mercado sostenible de microfinanzas. Este programa funciona dentro de la órbita de la Dirección de Proyectos de Desarrollo (DIPRODE), en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

La semana pasada, cuando inauguramos este ciclo de Microfinanzas, el Coordinador de este programa, el Ingeniero Agrónomo Enrique Baraibar, había señalado que se busca tender a un mercado objetivo de 200.000 micro y pequeños empresarios, —algunos son formales otros son informales—, que al decir de Baraibar, es gente que no tiene un sueldo pero que tiene sueños y proyectos.

Se van a destinar U$S 10:000.000 para ejecutar estas acciones, que no sólo van a servir para brindar crédito sino que también se va a brindar capacitación, asesoramiento, seguros y toda una amplia gama de servicios financieros que las autoridades dicen que son innovadores y que están adecuados para las microfinanzas.Como habíamos visto la semana pasada, lo interesante de esta iniciativa, es que el programa no es él que le da el dinero a los emprendedores, sino que justamente la idea es contar con un conjunto de instituciones que están especializadas en esta “tecnología”, —como se le dice en la jerga bancaria—, tan específica como es el microcrédito.

¿Cuál es el rol que tiene la Corporación Nacional para el Desarrollo dentro de este programa de Microfinanzas?

Tomás Alonzo – La Corporación Nacional para el Desarrollo dentro de este programa jugaría el rol de Banca de Segundo Piso. ¿Qué entendemos por Banca de Segundo Piso? Implica que la Corporación no otorga créditos directamente al usuario, sino que analiza qué tipo de entidades están en condiciones de otorgar créditos y están en condiciones de llevar adelante la metodología necesaria para el Programa de Microfinanzas. Cuando ubica estas instituciones, les abre una línea de crédito, crédito que las instituciones posteriormente vuelcan a los usuarios.

AL – ¿Quién es el responsable de ese dinero que se presta?

TA – Es dinero de la Corporación para el Desarrollo, el responsable en administrarlo es la entidad de primer piso y la Corporación toma varios recaudos para asegurarse que el dinero se aplique para los fines específicos para el que fue prestado; que se aplique la metodología necesaria para llegar a los usuarios que están necesitados de este tipo de crédito; que los créditos se concedan en una manera razonable y con razonables posibilidades de ser recobrados y que la morosidad no supere niveles importantes.

Nosotros entregamos el dinero, pero además realizamos una serie de controles, una especie de Auditoría de cómo utilizaron el dinero esas instituciones.

AL – ¿Si la gente no les devuelve el dinero a esas instituciones? Aunque la morosidad en el microcrédito siempre es muy baja, por lo menos a nivel mundial creo que no supera el 5%…

TA – Sí, la morosidad mundialmente hablando es baja, incluso hay ejemplos de algunos Bancos en Chile, Bolivia, en Perú que hablan de morosidad del 2%. Pero hay algo que no se nos puede escapar, y es que esos países tienen —por ejemplo en el caso de Perú—, más de 30 años de experiencia en microfinanzas. El Uruguay va a empezar ahora su experiencia, con lo cual pienso que podemos razonablemente esperar una morosidad bastante más alta que eso.

Esto es lo que hace que tratemos de rodear a este programa de todas las seguridades posibles para evitar esa morosidad, porque obviamente en este tipo de créditos la garantía es moral, es ética. Con créditos de $ 20.000 o $ 30.000 a pequeños empresarios no podemos hablar de garantías reales porque evidentemente esas personas no las tienen, y si las tuvieran irían a un Banco para obtener más dinero.Cuando aspiran a obtener una suma pequeña para llevar adelante un emprendimiento, si no encuentran un crédito que actúe analizándolo desde un punto de vista ético – moral su estructura de comportamiento, de sus antecedentes de cumplimiento en la plaza en que se desenvuelven, no pueden obtener dinero.

AL – Es una metodología muy específica para un sector muy particular de la población.

TA – Exactamente. Nosotros siempre decimos que las microfinanzas no son créditos chicos, que microfinanzas es una metodología de crédito. Eso es algo fundamental a tener en cuenta, porque si la metodología no se lleva adelante de acuerdo a lo que la experiencia internacional en la materia dice, las posibilidades de fracasar son muy grandes.

La posibilidad de fracasar puede implicar no sólo la pérdida del dinero que se prestó solamente, sino el fracaso de un intento de salir adelante, que socialmente quizás es más importante que el dinero que se prestó. Mientras que si la metodología se aplica correctamente podemos decir que rodeamos al tomador de crédito de tal forma que le estamos generando una gran chance de que pueda salir adelante.

AL – Vi una nota que le hicieron al ex presidente de la institución, Álvaro García, en la revista “Mercadeo” y ahí justamente empezaba diciendo que la Corporación lo que hace es evaluar a esas instituciones que prestan la plata que usted las calificaba como de primer piso, y Álvaro García decía que la Corporación evaluó a 150 instituciones de crédito que no están en el sistema financiero, —son Cooperativas de Producción y Crédito, son organizaciones no gubernamentales- y que por prudencia, decidió que sólo iba a trabajar con 15 de ellas. “A las otras les hace falta desarrollarse patrimonialmente o a nivel de gestión”, decía García.

¿La Corporación es una especie de “calificadora de riesgo” para estas instituciones?

TA – Exactamente, nosotros cumplimos una función de “calificadora de riesgo” al analizar estas instituciones, y es muy interesante esa evaluación que hicimos a nivel de todo el país. Implicó un sacrificio muy grande para nuestro personal de MYPES, que recorrieron en seis meses todo el país y todos los rincones de cada departamento viendo qué tipos de instituciones podían ser eventualmente instituciones de primer piso.

Esto nos da un primer resultado que es, ver cuáles están hoy en condiciones de serlo, pero también nos da un segundo resultado: cuáles de ellas con el adecuado fortalecimiento y capacitación no están hoy en condiciones de serlo pero podrían serlo en el futuro. Porque el problema del Programa de Microcrédito es llegar a la gente. Un Banco no tiene interés en hacer microcrédito. El Banco República ahora ha manifestado interés en hacerlo y aparentemente va a crear una Sociedad Anónima que se especializa en el microcrédito, lo cual es muy bueno.

AL – Eso es muy importante. Usted que estuvo en Créditos Sociales me imagino que le asignará un valor muy importante.

TA – Sí, porque de acuerdo a la red y las capacidades que tiene el Banco, y a lo extendido que está el Banco en todo el país, si el Banco generara una institución de microcrédito —que sería separada del Banco, pero de su propiedad—, estaría en condiciones de desarrollar muy fuertemente el mercado y eso es muy importante.

Pero, sacando al Banco República de lado, el microcrédito es un crédito caro de conceder, porque uno hace el estudio del tomador del crédito y después le termina dando un crédito de $30.000 o $40.000, con lo cual el interés que él va a pagar por ese crédito va a sumar muy poco dinero. Insumió el tiempo del estudio y el gestor del microcrédito es una persona que no trabaja detrás del mostrador, es una persona que trabaja en la calle, que está visitando emprendimientos, visitando comercios, visitando gente permanentemente, porque así es que ve quién precisa y da ese primer vistazo a ese emprendimiento, a ese comercio a ver si el que precisa está en condiciones de poder pagar un crédito.

Posteriormente, lo sigue visitando, se transforma en un amigo porque es muy importante para la institución que da el crédito saber si a esa persona le va bien, si tiene dificultades, si las tiene dónde están o dónde suceden, qué tipo de apoyo necesita, porque el Programa Nacional de Microfinanzas para el Desarrollo Productivo contempla también brindar apoyo técnico a aquellos emprendedores que necesiten algún tipo de apoyo o de capacitación. O sea, rodearlo de tal forma de darle todas las posibilidades de que salga adelante.Eso lo convierte en un crédito caro de conceder, porque es un crédito que tiene un contenido social tremendo, pero es caro de conceder.

AL – ¿No se recupera con el interés?

TA – Muchas de esas cosas no se recuperan con el interés, se precisan partidas adicionales para generar fundamentalmente el apoyo técnico y el asesoramiento, y el interés compensa poco más del trabajo de la institución financiera en conceder el crédito. En consecuencia, una institución financiera desarrollada, un Banco, no tiene interés en esta operación—, no le resulta económicamente rentable para lo que es su negocio.Entonces, este tipo de operaciones lo hacemos a través de Cooperativas, ONGs, pequeñas instituciones radicadas en su medio, que tienen un interés que va más allá de lo comercial en desarrollarse, y en ayudar a que su área se desarrolle, y que en consecuencia nos sirve de nexo para colocar el microcrédito.

AL – Ahí está la importancia de este relevamiento de seis meses por todo el país de ir a visitar 150 organizaciones de este tipo que no pertenecen al sistema financiero y sólo eligieron 15, —aunque como usted dice—, se quedaron con un panorama de que otras instituciones con capacitación y asesoramiento pueden llegar a tener la confianza de la Corporación Nacional para el Desarrollo.

TA – Exactamente. En el correr de este mes, iniciamos un proceso de capacitación, sobre una ONG porque pensamos que en un mes y medio o dos meses va a estar en condiciones de poder participar del Programa.Naturalmente que también con esa ONG vamos a empezar de a poco; no le vamos a decir a la ONG: “acá tienes $ 2:000.000 para colocar”, le vamos a decir: “acá tienes $ 200.000 para colocar el crédito, vamos a ver cómo los trabajás, cómo los colocás, a quién se los das. Vamos a ver si realmente estás entrando bien en el sistema para el cual nosotros te capacitamos para entonces sí después, lentamente ampliarte las posibilidades de concesión de crédito”.

AL – ¿Qué impacto esperan tener con este Programa Nacional de Microfinanzas? ¿Qué estiman que va a pasar?

TA – Primero, nosotros queremos medir el impacto. En consecuencia, la Corporación va a actuar como Banca de Segundo Piso con programas departamentales. Nosotros vamos a habilitar a instituciones de Primer Piso para que actúen en un departamento específicamente. Y si se trata de una institución que abarca más de un departamento, le vamos a abrir una línea de crédito para cada departamento en el cual la institución actúa. Así podemos saber qué penetración tenemos, a qué tipo de emprendimiento se le dio dinero, qué éxito o no tuvieron quienes recibieron el crédito y el apoyo técnico necesario.

Si la evaluación la hacemos a nivel nacional todo esto se dificulta, mientras que haciéndolo a nivel departamental podemos llegar a conclusiones muy certeras de hasta dónde pudimos entrar, cuánto logramos profundizar y qué resultados obtuvimos.

¿Qué es lo que pretendemos? El Programa en sí ya marca cinco niveles de emprendedores que podrían acceder al microcrédito. Para decirlo en forma abreviada, tenemos un primer nivel de pequeños emprendedores informales, que hacen prácticamente sustitución de empleo. Pierden su trabajo o no consiguen un trabajo y resuelven comenzar una actividad para empezar a solventarse sus gastos. Autoempleo.Un segundo nivel es para pequeños emprendedores informales o formales que están iniciando ya un proceso de pequeño desarrollo de su emprendimiento. Después tenemos para pequeñas y medianas empresas que puedan aspirar a desarrollarse para poder ingresar a un mercado de exportación; pequeñas y medianas empresas que estén exportando con dificultades (sería un 4º nivel), y un 5º nivel sería pequeñas o medianas empresas que estén exportando y que tengan la posibilidad de desarrollar más sus exportaciones.

Para estos tres últimos niveles va a ser muy útil un Programa que está desarrollando en estos momentos el Correo Uruguayo con el asesoramiento del Correo de Brasil, un Programa que se llama “Exporta Fácil”, que va a ser fundamental pues va a permitir que cada Oficina de Correo sea como una Aduana, donde el que quiere exportar va a presentar allí una caja con la mercadería que manda, allí le van a llenar el formulario correspondiente y la caja sale por Correo y llega al país y al lugar donde está dirigido. Al Correo de ese país también lo va a dirigir y va a funcionar como una Aduana y se le va a entregar la mercadería al destinatario, lo cual quiere decir que allí no hay Despachantes, no hay Corredores de Cambio, no hay nada.

AL – ¿Es por montos chicos?

TA – Por montos muy chicos. Pero eso le va a permitir desarrollarse a una cantidad fundamentalmente de artesanos en el Interior del país, que basta con que consigan un pequeño supermercado en Porto Alegre por ejemplo, para tener salida para su producción. Hoy en ningún lado tienen salida para su producción, porque no producen cantidades suficientes para exportar en forma relevante; no tienen volúmenes de producción y entonces quedan estancados en la fabricación de cosas “tipo casero” o participando en esas pequeñas ferias donde hacen algo de venta, pero no pueden salir de lo que son.

Este Programa en Brasil empezó hace seis años y ya en el año 2005 habían exportado U$S500:000.000 por este sistema.

AL – Esperan distintos impactos sobre estos 5 niveles. Ahora ¿la idea es que el informal siga siendo informal?

TA – No, la idea es que el informal se formalice. Mal haríamos nosotros siendo gobierno si la idea fuera que el informal siguiera siendo informal. Pero mal haríamos también, –y por algo el gobierno firma este convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo—, donde acepta a título expreso que pueda acceder el informal al crédito. Mal haríamos también si ignoráramos la realidad de la informalidad y no tratáramos de trabajar sobre ella. Y la forma de trabajar sobre la informalidad es dejarlo que crezca para que vea que le conviene más formalizarse y no seguir al margen del entramado económico.

AL – La Corporación ha tenido un trabajo muy importante en estos últimos tres años, cambiando una imagen bastante fea que tenía en nuestra sociedad como “agujero negro”, en el cual el dinero que la Corporación ponía en distintas empresas nunca se recuperaba.

En estos momentos ustedes están trabajando en un nuevo programa de apoyo a los emprendedores que se llama “Uruguay Fomenta” y también están trabajando en la realización de un espacio físico, —“Uruguay Fomenta” es un portal—, pero también están trabajando en concretar un espacio físico justamente en la Planta Baja en lo que fue el edificio del Banco Pan de Azúcar. Un edificio también emblemático de lo que pasó en este país, para brindar allí asesoramiento y la posibilidad de hacer trámites y todo tipo de información a los pequeños empresarios. ¿Cómo podría resumirnos estos dos programas que están desarrollando desde la Corporación?

TA – Los dos son uno solo. En la Planta Baja de este edificio, que queda en Rincón 518, van a funcionar una serie de asesores que van a atender al público y utilizando el portal “Uruguay Fomenta” van a asesorar a quienes concurran sobre en qué área del Estado o de la actividad privada se pueden satisfacer los requerimientos que tienen para iniciar o continuar un emprendimiento. Resumiendo, entrados a la Corporación se comienza a hacer un estudio de cuántos programas de todo tipo: de capacitación, de asesoramiento, de apoyo técnico, de crédito existían en el país. Nos encontramos con que existían 68 programas entre públicos y privados distribuidos por Ministerios, Oficinas Públicas, Entes Autónomos, instituciones privadas, etc.Esto creaba fuentes de trabajo, porque si uno quería una información tenía que contratar a un “experto” en moverse en oficinas para que le dijeran dónde podía obtener lo que estaba necesitando. Nosotros aspiramos a dejar sin trabajo a ese “experto”.

El portal “Uruguay Fomenta” es un portal en el cual están clasificados absolutamente todos los Programas de Apoyo, y están clasificados por tipo de programa: los de capacitación, los de apoyo técnico, los de crédito, los de asesoramiento, etc. Entonces, uno navegando dentro del portal de acuerdo a la necesidad que sabe que tiene; tiene links que le permiten entrar a las páginas de los distintos Ministerios y las distintas Oficinas y entonces uno entra en el área que necesita por ejemplo: capacitación, y le sale un listado de todas las instituciones que ofrecen lo que está necesitando, y las instituciones que apoyan esa capacitación para que sea más económica de conseguir.

Entonces, las personas van a concurrir allí, van a plantear su aspiración, su iniciativa y van a preguntar: ¿por dónde la puedo canalizar?, y los compañeros que van a estar trabajando allí, navegando en el portal “Uruguay Fomenta”, le van a decir a dónde tiene que ir para que lo orienten para iniciar su camino.

AL – O sea que tienen el portal de libre acceso y tienen esa Oficina a la que pueden ir en forma personalizada. Porque muchas veces el pequeño empresario que, por ejemplo, tiene un quiosco o tiene una idea y quiere emprender esa actividad, en realidad no sabe qué problema tiene, lo único que sabe es qué le gustaría hacer y no sabe bien como orientarse.

TA – Otra cosa interesante es que allí va a funcionar también un asesoramiento de la Oficina de Apoyo al Inversor Privado del Ministerio de Economía y Finanzas. A partir de la nueva Ley de Inversiones se han generado múltiples posibilidades para los inversores, posibilidades que no son sólo para quien quiere invertir U$S 10:000.000 que ese seguramente consigue quién lo asesore cómo hacer, sino para el que quiere invertir menores montos.La Oficina de los que van a asesorar sobre la Ley de Inversiones dependiendo de esta Oficina del MEF, le van a poder decir a cada persona que quiere invertir cuáles son las ventajas que la nueva Ley de Inversiones le da, cómo tiene que presentarse para obtener esas ventajas y qué ventajas puede obtener.

AL – ¿Cuándo va a estar funcionando esto?

TA – Esto va a estar funcionando a partir de mediados del mes de julio. Además va a estar la Oficina de Planeamiento y Presupuesto donde vamos a hacer lo que sería el comienzo de un Centro de Atención al Ciudadano, esto que se está inaugurando en el Interior del país, donde los ciudadanos van a poder averiguar sobre todo tipo de trámites: Partidas de Nacimiento, Cédulas, etc. con la idea de ir avanzando y la idea ambiciosa que esperamos poder cumplir pronto, de poderla transformar en una “ventanilla única” para abrir esta empresa.

Para que la persona que quiera abrir una empresa, no tenga que ir al BPS, a la DGI, etc. sino que vaya directamente a esta “ventanilla única” y diga: “yo quiero abrir una empresa”, y allí le digan todo y salga de allí con su empresa que va a funcionar a las 24 o a las 48 horas una vez que queda registrado en donde tenga que quedar registrado.Eso es por ahora un proyecto, pero nos gustaría poder llegar a eso.Tomás Alonzo es director de la Corporación Nacional para el Desarrollo desde julio de 2005, fue gerente del Banco República en la división de Créditos Social, está especializado en Banca de Desarrollo y tiene una amplia trayectoria sindical, siempre dentro de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU).

Desgrabación: Martha Ziman

Edición: Lic. Cecilia Álvarez

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